Hace poco charlando con mi esposo de todas nuestras locuras, en la conversación salieron algunas palabras que abrieron unas escenas olvidadas desde la adolescencia, al comienzo sentí un poco de temor, pero el con su tono de voz la forma de hablarme me dio la confianza para contar esto que nunca antes había dicho a alguna persona.

Hace 30 años yo vivía en mi pueblo de origen, mis padres de origen campesino tenían la finca de la familia y una casa en el pueblo, en mi cabeza renacieron imágenes de las noches en que mis padres muy tarde en la noche tenían sexo, y como yo dormía en la misma habitación que ellos a mis doce años, podía escuchar todos sus ruidos, lo que me erotizaba enormemente, ahí aprendí a apretar mi vagina y a poner una almohada entre mis piernas para calmar mi deseo, mientras imaginaba como mi papá tomaba a mi madre. Eventualmente mi mamá se levantaba y yo aprovechaba para meterme en la cama con papá y acercarme tanto que podía sentir su bulto en mi trasero. Con mi padre nunca pasó nada más alla de los roces, pero era para mi algo muy delicioso. Luego cuando mis padres se iban al pueblo y me dejaban sola con mi hermano, el me buscaba nos desnudabamos y jugábamos a hacer el amor, desde luego no había penetracion, yo no lo permitía, pero si masajeaba mi vulva con su pene y se venía sobre mis piernas, fueron muchas lasveces que hicimos eso en esos años de adolescencia, fueron experiencias que marcaron mi vida enormemente y hoy al recordarlas entiendo porque mi fascinación por el sexo. Espero les haya gustado mi confesión, esto estaba guardado en mis recuerdos y con la ayuda de mi esposo me atrevo a hacerlo público. 

Estos recuerdos salieron mientras discutía una fantasía con Oscar, le pedí que me ayudara a hacer un trío con un papá y un hijo.