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Del Dolor al Placer....

Creía que dominar era lo más sublime y satisfactorio que podía realizar, ese egoismo puro por buscar solo mi satisfacción por encima de las ganas y deseos de otros, el no importarme el otro solo yo. Sin embargo dentro de mí siempre quise alguien que sin decirle que hacer me sorprediera y me desarmara en la cama, que fuera él el macho dominante, mi alfa, a quien respetar y me entregara en cuerpo y alma sin reparos, sin ni siquiera el más mínimo no.

Creía perdida esta escena y lo que ella implicaba para mi, ya que la mayoría de los hombres se venden como la mejor bomba sexy en la cama, pueden con todo, son los más arriesgados y los mas liberales en el sexo y ohhhh sorpresa no había sido así.

De manera casual conocí a alguien que me encanto desde el primer cruce de miradas, picaro, sugestivo con sus comentarios pero a la vez sobrio y sin afán, luego de chatear y tener las mas picantes conversaciones decidimos irnos a moteliar, sinonimo de placer sin límites y el mejor espacio para recrear todo cuando se venga a la mente, no fue sino cruzar la puerta para sentir mi cuerpo contra la pared, una de sus manos en mi boca y la otra en mi sexo, literal me puso a mojar cuco desde que me puso la primer mano encima, fue fascinante, la adrenalina fluia por todo mi cuerpo, mi libido se incrementó y mi placer nubló mis sentidos y mi mente, quedé en blanco, solo podía dejarme llevar por el fuego abrazador de mis entrañas, de mi pasión y deseo descontrolado que pedía a gritos más. En cuestión de segundos me giro, me abrio las piernas y me dio dedo hasta dejar un gran charco en el piso, sentía mis fluidos recorrer mis piernas, mis tangas empapadas y ese olor a sexo que invadió la habitación, el sollozar de excitación y el jadeo constante me arrechaban aún más, de repente una a una empece a sentir las nalgadas, wowww sentía dolor pero poco a poco cada sonar me excitaba, cada nalgada se transformaba en un deseo y unas ganas increibles que me hacían pedir mas y mas, verme en el espejo, mis nalgas rojas y el espacio blanco de sus dedos no tiene palabras, que placer ver mis nalgas así, que placer sentirme dominada, inmobilizada, sentir que perdí el control por completo, es más que nunca lo tuve. Hizo todo cuanto quiso, solo había placer y sexo por doquier, así que desde aquél mdía el dolor se convirtió en el más delicioso placer......SAKURA

sakura42

Soy mujer bisexual

visitas: 756
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2019-03-22 00:38:53
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1 Comentario

Dolor y placer, siempre de la mano, me paso algo similar todos estos años lo he inflingido pero desde hace poco descubrí un enorme placer siendo yo quien recibe el dolor, a veces cuesta entenderlo son 2 caras de una misma moneda

2019-03-22 21:23:49