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El columpio de Tobi

Después de una semana muy pesada en el trabajo decidí que era el momento de relajarme, fui a trotar, llegue y almorcé, me di una ducha y llame a Manuel, un amigo, para ir juntos a Tobi, me dijo que sí y en 20minutos estuvo en mi apartamento.

Salimos para el sauna y debo confesar que es uno de mis sitios favoritos en Medellín y es también uno de los que más morbo me produce, llegamos, pagamos, dejamos nuestras cosas en los casillero y decidimos bajar a la piscina a refrescarnos, después de estar un rato nadando y viendo hombres que entraban y salían de ella mi amigo y yo decidimos tomar algo, nos sentamos en la barra y pedimos dos cervezas que nos acabamos mientras hablábamos de cosas muy triviales.

Mientras estábamos en esas apareció un jovencito de unos 18 años, delgado, de tez blanca, 1.75 de estatura, sin vello, de ojos miel y cabello castaño claro, era un chico bastante guapo, Manuel no perdió la oportunidad y empezó a mirarlo y a sonreírle y el chico le correspondía, definitivamente era de todo el gusto de mi amigo, a mí por el contrario me gustan un poco mayores y de preferencia velludos. En fin, las miradas y el flirteo estaba ahí, el chico le hizo una seña a Manuel de que lo siguiera y él ni corto ni perezoso se fue, dejándome solo.

Me levante de la barra y empecé a caminar por el sitio, subí al sauna pero no encontré a nadie que me atrajera, fui hasta el laberinto y tampoco, cabe aclarar que para ese momento ya estaba a mil, los gemidos que salían de los cuartos yver tantos hombres semidesnudos tenían volando mi imaginación, vi a lo lejos un hombre que llamo totalmente mi atención, aproximadamente 30 años, mediamos casi lo mismo (1.80), estaba rapado, un poco gruesito, con vello en el pecho, el abdomen y las piernas, tenía barba, cejas pobladas y un tatuaje en el hombro izquierdo que lo hacía ver muy sexy.

Trate de seguirlo pero en un abrir y cerrar de ojos se desapareció, pensé que se había metido en un cuarto con alguien y que definitivamente había perdido el chance de estar con él, salí frustrado del laberinto y decidí ir por otra cerveza, baje por la escaleras que están por la parte de atrás y antes de llegar a la barra pase por el cuarto que tiene un columpio sexual en la mitad, me lleve una buena sorpresa cuando al fijarme bien descubrí que el hombre que me había gustado en el laberinto estaba ahí, acostado en el columpio, suspendido en el aire, con las piernas abiertas ofreciendo el culo al primero que pasará por ahí.

Me fui acercando hacia el columpio para ver si él me aceptaba o decidía rechazarme, me miro y sonrío, ahí supe que podía tendría ese culo a mi disposición y que podría disfrutarlo, sin pensarlo más me incline y empecé a darle lengua en ese hueco, estaba cerrado y con vello, le mordía el perineo, pasaba mi lengua de arriba abajo, la metía y la sacaba mientras con mis manos soltaba la toalla que tenía amarrada en la cintura y empezaba a masturbarme, estaba muy mojado, ese culo era el paraíso, él por su parte empezaba a gemir mientras que con sus manos abría las nalgas para sentir mi lengua más profundo.

Estaba encantado con su culo, pero su verga también merecía mi atención, empecé metiendo sus bolas en mi boca y después subir por el tronco de sus 16cms con la lengua hasta llegar al glande, pase mi lengua y luego lo roce por mi mandíbula y mejillas que al tener barba hicieron que mi amigo se estremeciera; volví a pasar mi lengua y luego lo envolví con mis labios, me lo metí hasta el fondo, empecé a subir y a bajar, este hombre no hacía más que gemir y retorcerse, alternaba la mamada con las lamidas en su culo, metiendo mi lengua, dejando ese hueco lubricado y listo para recibir mi verga.

Por otro lado yo estaba muy lubricado, tenía la arrechera al máximo y lo único que quería era clavarlo. Habían pasado unos 10 minutos cuando me pongo de pie, acomodo mi verga en la entrada de ese hueco y lo dejo ir todo, mi amigo solo atino a recibirlo, mientras se mordía los labios y fruncía el ceño, ese hueco se sentía estrecho y muy caliente y la sensación era más al estar sin forro, empecé el mete y saca con fuerza, manteniendo un ritmo, nuestros cuerpos sudaban y los gemidos de ambos se mezclaban, empecé a aumentar el ritmo y sabía que no faltaba mucho para venirme, empecé a masturbarlo mientras mis embestidas eran más profundas y rápidas, él no aguanto más y empezó a venirse, su culo apretaba mi verga y la sensación era increíble, ya lo sentía venir, lo saque y sin esperar me bote en todo el pecho del desconocido con el que acababa de culiar, fueron cuatro tiros con mucha fuerza, le cayeron hasta en el cuello y un poco en el columpio, su abdomen estaba lleno de nuestro semen, fue un orgasmo delicioso en muy poco tiempo.

Ambos quedamos agitados, aquel hombre me miro y sonrío, yo le guiñe un ojo, me amarre la toalla y me fui dejándolo ahí bañado en leche. Nunca supe el nombre de aquel hombre, ni su edad y mucho menos si le había gustado tanto como a mí, pero puedo deducir que sí.

Salí, me senté en la barra, pedí otra cerveza y espere a mi amigo que venía con una cara de satisfacción, la cara que tiene uno después de haberse comido un culito; nos tomamos la cerveza, subimos al sauna, después al jacuzzi y luego nos divertimos un poco más hasta que decidimos que había sido suficiente por un día.

Ese día descubrí dos cosas, la primera que tener un “juguete sexual”, como lo fue el columpio, en la escena despierta ideas muy morbosas en mí y la segunda que el sexo no tiene que tener un tiempo determinado para ser delicioso, los rapidines también son deliciosos.

Espero les haya gustado.

Un abrazo parceros.

Feloo21

Soy hombre bisexual

visitas: 1785
Categoria: Gay
Fecha de Publicación: 2019-04-19 17:11:31
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