- ¡ya! está bien, ¿qué queres por ese gol chimbo?
- ah! chimbo? bueno pues... si te pareció chimbo... mostrame el tuyo, de hecho, te lo tenés que dejar chupar.
En ese momento solté la carcajada y le dije "Vos como siempre de perra" pero al incorporarme, lo vi sentado con sus ojos clavados en mi... la cosa no era normal- ¿me estas hablando enserio?
- si, quiero chupar tu chimbo, sacálo, vos perdiste y tenés que cumplirme.
- No márica, tratame serio, decíme pues que querés...
- Ya sabes, bajate la pantaloneta... es más...
En ese momento apagó el juego y puso un video porno al cual mi pene no dudó en sobresaltarse. Ahí estaba yo, parolo con el enemigo al lado... y aún inocente de todo lo que estaba a punto de pasar. Ya habiamos visto prono juntos, pero jamás pasó algo así.- ¿Estás parolo no?
- jajaja pues tan marica, si pusiste porno ¿cómo no? ni márica que fuera...
- jajaja eso veo...
En ese mismo momento, aprovecho que el sofá donde estabamos contaba con un espaldar cómodo y me ponía en buena posición para bajarme el pantalón y sin mediar idea, comenzar a chuparme el pene. SI, a mi, un hombre hetero con novia, mi mejor amigo me estaba chupando el pene.- Márica que te pasa, soltame
- ... schupp snchupp
A este punto mi pene estaba tan erecto que no sentía más que placer, nunca una mujer me había chupado el pene como gabo, era algo raro, sabía como subir y bajar la lengua, sentía en cada espacio de mi pene sus manos, su saliba, su lengua... no podía dejar de disfrutar de la mejor chupada de mi existencia... siguió así, paseando su lengua por mi glande, acariciando mis testículos y mirandome como la perra más grande. En momentos así yo solo podia pensar en todo el placer que esttaba teniendo, estaba muy caliente, tanto que olvidé por completo que un amigo, el mejor de todos me estaba haciendo el mejor sexo oral de mi vida. De repente, sin mediar palabra, cogí su cabeza con firmeza y comencé a mover mi pelvís para dentro de su boca, generando una especie de ahogo, pero a la vez, la mejor sensación de penetración, el solo miraba mi pene y se concentraba en chuparlo todo. y ahí en medio de todo, solo lo miré para decirle.- Me voy a venir
a lo que obtuve la mejor respuesta de mi perra vida.- ¿y? ¿qué esperas?
seguido a esto comenzo a chupar con más fuerzas, sobando mi cabeza en todo su rostro, golpeando sus mejillas con los laterales de mi pene, chupó y al final terminé, me vine en su boca... No podía creer como él seguía chupando mi semen y regandolo por mi pene, cogiendolo con firmeza y haciendolo descansar en sus labios... Al final se limpió, me bañe, nos miramos, nos reimos y seguimos con la noche de play... hasta ahora no hemos hablado del tema de nuevo, pero lo que él no sabe es que me hizo adicto a las mamadas de hombres.