Bueno, aquí va otra historia: 

Soy gordo pasivo como bien lo pueden ver, soy serio, 29 años y vivo en el valle del cauca. Debido a mi trabajo, me veo obligado en contratar personas para que me transporten a casa cuando salgo. 

Así conocí a "Luis" un muchacho serio, joven y para nada feo. Entramos en confianza muy rápido a tal punto que cuando yo descansaba, salíamos a voltear cerca a la ciudad. 

Un día, cuando él ya me había dejado en casa, me escribió como a las 2 AM que si le podía dar posada, que no quería llegar a su casa y le dije que sí. Pero hasta ese momento, no sospeche de Absolutamente nada.

Luis llegó, parqueo el carro afuera de mi casa, subió y empezamos a hablar, cuando me dice que quiere que le chupe la verga y el culo. La verdad no dude en hacerlo, él me gustaba y accedí de una.

Su verga, no muy gigante ni tampoco mini, un tamaño promedio delicioso, su sabor y olor eran indescriptiblemente arrechantes.

Comencé a mamarlo, le quite toda la ropa, le comencé a morder las tetillas, fui bajando, comencé con un lenguetazo en la punta de su verga, bajando a sus bolas, me las metí a la boca, le abrí las piernas dejándome su culo estrecho a mi disposición, pase la punta de mi lengua y comenzó a retocerse y gemir de placer.

Luego lo puse en cuatro, le abrí su delicioso culo y comencé a chuparle el culo como si no hubiese un mañana. Intercalada mi lengua con mis dedos sobando su ano. Yo disfrutaba verlo como iba apretándolo pero pidiendo más. 

Yo ya con ganas de deslecharlo, me masturbe con él en cuatro y me vine en su culo, le limpié el culo y luego se la comencé a mamar de nuevo hasta que se reventara de placer en mi boca. 

Se quedó dormido, madrugo y se fue. Pasaron más cosas pero eso será un nuevo relato. 

Vivo en Cali, si alguno quiere, me escribe. Me encanta mamar y tragar leche.