No conocía a Luna Star, no sé porqué no la conocía. Pero ahora no puedo salir de su mirada de sus gemidos y -por favor- de esas enormes tetas en las que fantaseo venirme. Me masturbo con esa imagen. No he conocido en mi vida a nadie ni remotamente parecido, es una mujer de piel bronceada y una mirada que te desarma. Lo dura que me lo pone no tiene nombre, siento como me palpita y se pone caliente la punta de mi verga de solo recordarla montando en los videos porno que ya me puse en favoritos. 

Las milf son, por un conceso general, un fetiche muy sabroso. He tenido oportunidad con un par de milf, siempre son consideradas y dejan que te desbordes sin problema. Te guían si te sienten tenso, y te dejan ir más allá de lo que una novata te dejaría. Lo que he disfrutado, pero esto no va de ellas. Sino de Luna Star recibiendo mi semen sobre la pantalla, moviendome el culo y diciendome que puedo hacer lo que quiera. Y yo sintiéndome extasiado, sin saber qué hacer porque es mucho para mí, porque es enorme su cuerpo y simplemente me muevo de un lugar a otro como un niño que no sabe como abordar el juguete de sus sueños. 

Es divertido tocarme y escribir aún con el semen fresco alrededor. Ahora debo limpiar y quizá vuelva a hacerlo, y lo volveré a hacer. Y si conozco a una chica esta semana le diré que me la follaré mientras veo a Luna Star, que nadie la iguala. Y crearé foros con mis amigas para hablarles de Luna Star y de cómo me masturbo sin descanso pensando en ella, y una de mis amigas dirá que ya la concía y que ella también se masturba sin descanso. Nos pondremos una cita y nos masturbaremos mutuamente mientras Luna Star está en la pantalla siendo participe de un trío. 

Merece todo nuetsro placer derramado, lo merece. De eso no hay duda. 

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