Decidí­ ir a una sala XXX en el centro de Bogotá donde proyectan una pelí­cula de Shemale en sala general; cuando entré me encontré con una sala oscura donde apenas se podí­a ver gracias a la luz de la pantalla donde estaba un moreno musculoso penetrando a una travesti rubia bellí­sima con unas facciones femeninas super... eso me puso de un parolo de una que casi me lastime con esa erección... Me recosté en la pared y como pude busqué una silla; mire a mi alrredor y pude ver que la sala estaba en un 50% llena; se escuchaba el chupar de más de uno y se percibí­a el olor de la excitación de todos. Y no pasaron tres minutos cuando se sentó a dos sillas de donde yo estaba un muchacho de unos 27 años, me miraba de reojo y poco a poco se acercó para preguntarme si me gustaba la peli; le dije que me tení­a super excitado y él comenzó acariciando mi rodilla y se fué acercando a mi pene. De repente se arrodilló y me bajo el pantalón (yo ya lo tení­a desabrochado cuando entré a la sala) y empezó a mamar de una forma tal que poco a poco me fuí­ dejando resbalar hasta quedar casi acostado en esa silla; fué tal la excitación que le pedi que acariciara mi culito y él no pudo elegir mejor, su dedo í­ndice (de unas manos enormes) empezo a rozar mi agujerito y poco a poco lo fué dilatando. Como siempre cargo protección por aquello de que puede pasar algo le pedí­ que se colocara el condón y me penetrara... en ese momento olvide que estabamos en una sala con mucha gente alrededor; él me fué penetrado despacio y luego casi que tomo el ritmo de la pelicula hasta que termino dentro... se levantó y se marchó. Yo me senté de nuevo y al mirar pude ver a muchos hombres masturbándose mientras nos miraban; eso me puso más caliente y decidí­ que si alguno de ellos vení­a con condón le permitirí­a que me penetrara y no pasaron dos minutos cuando un señor de unos cuarenta y tantos vino y me mostró su pene ya cubierto con un condón, me acomodó en cuatro y luego de lamerme un poco me penetró de una. Dolió un poco pues esta verga era más grande y ancha que la anterior, pero como apenas acababa de tener otra relación fue placentero ese dolor, tomo un ritmo desenfrenado y termino muy rápido, se levantó y se marchó. En ese momento decidí­ que ya estaba bueno y me prepare para salir de la sala; y un señor bastante mayor se me acercó y me pidió que lo acompañara al baño, allí­ me mostró un vestido en lycra negro y me propuso que si lo acompañaba a su apartamento, me lo colocaba con unas medias de liguero y tacones, le desfilaba mientras él se masturbaba me pagaba... me dió un poco de temor y desconfianza, pero como dije estaba tan caliente que acepté; pero luego les cuento lo que paso con el viejito.