LA INOCENTE ALBA

En un chat local, apareció un mensaje de una mujer que buscaba un hombre serio mayor de 35 años.Inmediatamente, le envié, vía privado, la pregunta que si le interesaba alguien de 5x años, a lo cual inmediatamente me contestó que si.

Empezamos una charla amena, progresiva en conocimiento mutuo durante varias horas por el mismo privado, hasta que ya siendo el filo de la una de la mañana, me dijo que se iba a dormir puesto que tenía que levantarse temprano para despachar al hijo y preparar el desayuno del marido… que hablaríamos después, otro día, y me dio dos regalos valiosos: su msn y su no. De celular.

Dos días después volvimos a encontrarnos esta vez por el msn y de nuevo, una agradable charla hasta la media noche.Y el recuerdo, al final, de parte de ella, de su número de celular.Me dije: “este huevito quiere sal”.Con la aclaración: “me llamas después de las 10 am, que mi marido ya se haya ido…”

Y así fue, al otro día la llame al filo de las 11.Fue una charla de varios minutos, muy linda, muy interesante pero especialmente cargada de parte de ella de mucha sensualidad en su voz y en sus expresiones.La insinuación estaba a la vista.

Al siguiente fin de semana, nos encontramos de nuevo en el chat y estuvimos charlando hasta casi las 6am y durante esa charla me contó sus aventuras y desventuras matrimoniales, diciéndome que se encontraba totalmente hastiada del matrimonio, que quería separarse porque no soportaba el machismo y el egoísmo del marido y su indiferencia casi total hacia ella.

Hasta las más profundas intimidades me contó: que no sabía lo que era un orgasmo.  Que nunca lo había sentido. Decía que se encontraba totalmente vacía porque desde el principio del matrimonio, ella no se sintió querida, deseada y amada.No tuvo noches de pasión, sino momentos en los cuales él se “vaciaba” en ella.Me dijo que, escuchaba a sus amigas contar sus experiencias agradables, sus noches de desenfreno pero que ella no podía contar nada así, puesto que nunca, desde el punto y hora que se casó, la cohabitación conyugal fue algo agradable para ella.

Creo que le serví de desahogo, puesto que dijo que había encontrado en mí como aquella persona que entendía perfectamente a otros y que yo le podría aconsejar qué camino era el que debía seguir.A lo cual le manifesté que el de la separación era el mejor, porque yo desapruebo totalmente la infidelidad.Venga de donde venga.(Esto se convertiría en una contradicción más adelante).

En sucesivas charlas la escuché tranquilizarse, me contó que tenía lágrimas en los ojos por su infelicidad y el abandono en el cual ella se sentía.  Pero que había al menos alguien que la escuchaba y entendía algo de lo que era su vida. También, que había sentido deseos de quitarse la vida en más de una ocasión pero que la detenía el amor de su vida… su hijo, que en este momento sentía ella, que él la necesitaba más que nunca porque el niño no tenía apoyo ni respaldo ni nada del padre y estaba en plena adolescencia.El sujeto vivía ensimismado en la política desde su puesto burocrático, en el fútbol y en perseguir muchachitas.

Hablamos de muchas cosas en otras ocasiones, sin conocernos físicamente.Varias veces acordamos de encontrarnos para un café pero nada, algún impasse ocurría…Así pasaron varios meses…Las ansias de vernos y de saber cómo éramos, aumentaba.Pero también aumentaba la tensión y las frases fuertes cargadas de erotismo y pasión.

Con los días, desde el chat le envié imágenes animadas de posiciones y actitudes sexuales.Ella las asimilaba.En más de una ocasión, me hizo preguntas demasiado inocentes pero también claras sobre algunas situaciones que ella desconocía que se dieran o que creía que eran sólo fantasía, cuento o producto de la imaginación.Y todo porque a ella nunca le había pasado la experiencia.

Uno de esos tantos días, le propuse que viniera en una mañana aquí a mi casa, que lo hiciera alrededor del medio día y que almorzábamos juntos, lo cual le pareció una buena idea y aceptó.El día tal, la casa estaba bien arreglada, con un amigo que vino hicimos un magnífico almuerzo y ella apareció a las 11:30 tal como le había dicho. (El se marchó luego) Traía un vaporoso y delicado vestido de colores, el cabello negro recogido.Era una mujer muy atractiva, estatura normal, un cuerpo bien proporcionado que se dejaba apreciar debajo del vestido y unas piernas bien formadas. Después de charlar un rato, nos sentamos a manteles y degustó la comida.Luego, nos fuimos a un rincón de la biblioteca donde lleve un café y un amaretto para tomar encima del almuerzo.Ella se sentó en un sofá y yo lo hice en un “puff” de frente a ella.

Allí la veía perfectamente, estaba fresca, relajada y segura.Me dijo que parecía que estuviera en un sueño.Que no lo podía creer, porque ella nunca pensó en encontrarse a solas con un hombre y menos en la casa de éste.Sin embargo, allí estaba.Me decía que yo le inspiraba mucha confianza.Y sobre todo, que se sentía consentida, atendida como nunca antes lo habían hecho.

El sol de la tarde estaba calentando con fuerza la ciudad y el ambiente se puso sofocante. Abrí las ventanas para que entrara el aire y nos refrescara, mientras seguíamos en nuestras charlas, en la cual habían temas de diversa profundidad pero muy poco sexuales o eróticos.En un momento, le cogí la mano con suavidad y la sobe.Pareciera que un escalofrío la recorrió, porque casi que instintivamente la recogió como asustada, temerosa.

Luego, me indicó que un zapato le molestaba, se lo quitó y miró a ver que tenía y, efectivamente, el roce del mismo, le había producido un enrojecimiento en uno de los dedos, momento que aproveché para tocarle los pies suavemente y procurarle un masaje, el cual me dijo que le parecía rico.Entonces le propuse que le haría suavemente sobre las piernas y los pies un suave masaje, a lo cual accedió.

Rápidamente traje una botellita de aceite de masajes y después de calentarme las palmas, le aplique el tibio aceite sobre su pie, procediendo a masajearlo delicadamente.Mientras, seguíamos hablando de todas aquellas cosas que a ella le interesaban. Poco a poco el masaje fue subiendo hasta llegar a la rodilla.Sentía como su piel se erizaba cada vez que avanzaba.Luego pasé al otro pie y la situación seguía igual.

Cuando estaba por terminar con la segunda rodilla le dije que la cosa quedaría allí, ella dijo que porqué no subía un poco más? Y le respondí que el problema es que el aceite podría mancharle el vestido y luego sería muy difícil de retirar la mancha.Que la opción sería que se lo quitara. Ay! Nooo que pena! dijo. No eso no!Hazme otro ratico en las piernas y los pies.Y bueno, yo seguí en el mismo juego, pero mientras, la observaba como nerviosa, como indecisa de hacer algo, hasta que se decidió a subirse la bata y subir su pierna sobre mi pierna, dejándome ver su exquisita entrepierna, cubierta de un delgadísimo panty blanco.Uffff! Me quedé ensimismado!.Se acomodó el vestido y siguió en esa posición por un buen rato.Se sentía que estaba disfrutando, sintiendo la caricia sobre su piel.

Estaba callada, mirando sin ver nada, oyendo sin escuchar, respiraba hondo y profundo.

Rompió el silencio y me dijo: no se como decirte…….Me da pena!A lo que le respondí: fresca tranquila que aquí es como un confesionario… no se cuenta ni se juzga a nadie por sus acciones.

Entonces, se desacomodó y volviendo a dejar ver toda su intimidad, dijo: quisiera saber que se siente si a uno lo tocan, lo masajean por todo el cuerpo!!!!Le respondí, que se soltara y que lo averiguaría.Entonces se incorporó e iba a quitarse el vestido, la detuve y le dije: Espera, ponte una toalla para que estés más cómoda!!!

La conduje hasta el baño y le dije que allí se la llevaba.Nos fuimos hacia lugar, indicándole el camino mientras yo iba a buscar la toalla en la zona donde las guardaba.

Cuando volví, estaba detrás de la puerta, ya sin el vestido, dejando entrever que estaba sólo con su tanguita blanca.Le pasé la toalla, se envolvió y salió.La conduje hacia un sofacama que hay en el estar y allí se acostó bocabajo. Me senté a un lado y proseguí con el procedimiento acariciando y masajeando los muslos, los cuales separó ampliamente, dejando ver un enorme bulto entre las bellas y redondas nalgas que quedaban a la vista de la toalla.Un diminuto hilo dental blanco, adornado con un arnés dorado, cubría la hendidura.

Poco a poco fui subiendo hasta rozar a cada ocasión que tenía su piel o la tanguita entre las piernas, lo que le provocaba, “cosquillas” según ella y a su vez le provocaba una risa nerviosa.Cuando iba en la mitad de la nalga con mi masaje me dijo que sí sólo hasta allí llegaba o si podía subir aun mas, y le dije podemos llegar hasta la nuca, con lo cual procedió a quitarse la toalla y a quedarse totalmente desnuda siempre bocabajo..

Seguí con más ánimo mirando ese hermoso cuerpo trigueño claro que se mostraba ante mis ojos.Se la sentía caliente.La respiración agitada.Cada que hablaba lo hacía con palabras entrecortadas.Me dijo que era la primera vez en su vida que un hombre la tocaba así por todo el cuerpo. Nunca su marido hizo tal cosa.Que le parecía delicioso.Me ocupe largo rato de su espalda y su nuca.Cuando le dije que acabaría, me dijo que si en la cara, en el vientre y los pechos no se hacia nada, a lo que respondí que si… entonces, se volteó y me dejó ver sus hermosos y redondos pechos y su enorme pubis cubierto por la fina tela blanca semitransparente que dejaba entrever que se depilaba y que sus labios eran carnosos, exhuberantes.

Pezones chiquitos puntiagudos de color cafecito claro adornaban la cima de sus pechos;No muy grandes, tampoco unos huevos fritos.Los masajee por los lados y luego bajé al vientre, el cual tenía los rastros de un embarazo.Cuando estaba a la altura de la cadera, me dijo una vez más que le parecía delicioso el masaje que le había dado, que estaba relajada, que se sentía confiada y tranquila. Que el mundo lo sentía quieto, quedo, detenido totalmente porque las sensaciones eran únicas y excitantes.Fue cuando me dijo que tenía una sensación increíble que nunca antes la había sentido con tal intensidad y es que sentía que sentía muy húmeda.

Se incorporó un poco me atrajo y me besó.Me dijo, que la había conquistado totalmente y que se sentía feliz, que le parecía maravilloso y que hiciera con ella lo que yo quisiera.

Pues me fui a buscar un aceite caliente erótico, el cual empecé a aplicar primero sobre sus pechos, luego en sus labios.Cuando lo sintió, me dijo que se estaba sintiendo aun más caliente, más húmeda, que qué hacía?Y le dije: nada, déjate llevar…

Suavemente le quité la tanguita, le apliqué el aceite caliente en toda su depilada vulva, clítoris y aledaños y fue el detonante!Esta mujer se exacerbó, Empezó a gemir, a moverse y a reclamar una atención mía más fuerte y sin pensarlo, le clave mi cabeza en sus piernas.Procedí a pasear mi lengua por toda su entrepierna.Desde el mágico botoncito hasta su ano.En unos viajes lentos pero llenos de pasión.Mientras chupaba sus jugos que brotaban a raudales, era un manantial de un flujillo blanco, oloroso a sexo, a mujer limpia, impresionante, parecía expulsado por una bomba.

Así hasta que la sentí que agarró mi cabeza con su mano y me empujaba duro contra su cuerpo.Se tensó por unos segundos y luego empezó a gemir aun más duro.Se estaba viniendo.Había tenido un orgasmo. Parecía que se le estuviera yendo la existencia detrás de estas sensaciones y quería aferrarse: gritaba, aullaba, pedía que no se acabara.  Al fin, sentí que la presión disminuía, que ella se relajaba y pidió que la dejara un momento.Delicioso! Maravilloso! Lindísimo!! Gritaba, gemía. jadeaba, cual si no hubiera aire para respirar. Cuando salí de este espacio, aun estaba rosadita.Y su expresión era de éxtasis….

Me hice a su lado; la miré y sus ojos brillaban, estaban vivos, habían despertado.Me dijo, balbuceando, "eso que tuve fue un orgasmo? Y le dije, claro, creo que sí.Pues si eso es, es maravilloso, es espléndido, es algo innombrable, que delicia.De lo que me he perdido todos estos años……

Empecé a besarla, de la boca a sus pechos y de nuevo a su boca.Así por mucho rato.Luego metí mi mano en su entrepierna.La cual abrió totalmente.La acaricié suavemente y eso la fue calentando de nuevo.. Me apliqué unas gotas de aceite caliente y la sobé una vez más. La humedad empezó a emerger, el calor se hizo presente y los gemidos fueron subiendo en frecuencia y amplitud.

Le toqué su botón mágico… empezó a temblar… a estremecerse…. Le apliqué más aceite caliente. Decía que era rico.. que era delicioso todo… entonces me subí y le introduje mi hombría.Ella se estremeció violentamente al sentirme.Quiso alejarse pero luego, subió sus piernas sobre mis caderas y me atenazó.Estaba posesa.Su mirada estaba en un estado de placer único…Empecé a moverme y ella a seguirme… así por muchos minutos hasta que blanqueó los ojos totalmente y un quejido, profundo, gutural, emergió de su garganta….. inmediatamente, un espasmo recorrió todo su cuerpo y su interior me aprisionó fuertemente, por lo que, al sentirme así… arrojé mi carga seminal en lo profundo de su vagina, con lo cual su placer se dilató unos instantes más….

Después de unos minutos de estar el uno relajado con el otro, nos movimos y reacomodamos, ella mira su reloj y me dice que se tiene que ir porque ya iba a ser hora en que debía estar de vuelta en su casa, máxime que la distancia de mi casa a la de ella era bastante.

Se incorporó y pude apreciar como todo su vientre, sus muslos estaban mojados brillantes.Me dijo que era la primera vez que no se sentía fastidiosa de estar así.Me incorporé, la atraje hacia mi y le planté un beso fuerte en la boca y la tuve así abrazada por un largo rato..Intenté besarle el ombligo o más abajo y me dijo que noooo!!!No más por hoy, deja algo para otro día…

Vamos a bañarnos! y la conduje a la ducha.Abrí el agua caliente y luego la atemperé un poco dejándola con una temperatura agradable corporalmente:me metí y la metí..Allí la volví a abrazar y a besar… Por ende se le mojó el cabello y eso ya la puso a disgusto.Pero se calmó y seguimos besándonos; tomé el jabón líquido, la esponja y la enjaboné toda.Luego repase con mi mano aquellos sitios claves y luego la ayude a enjuagarse.

Yo, estaba ya recuperando ya mi vigor; volví a besarla.La hice girar, quedando ella de espaldas a mi, mientras el agua se deslizaba por su cuerpo.Restregué mi verguita por su cola y eso la estremeció una vez más.Suavemente la incliné hacia adelante y así, la penetré una vez mas. Se estremeció violentamente pero luego se quedó quieta, luego empezó a moverse, suavemente al principio, luego más fuerte cada vez, mientras su respiración se empezaba a agitar de nuevo. Así estuvimos un buen rato.Hasta que empezó de nuevo a gemir esta vez más duro y a estremecerse con violencia y, con estos movimientos y el erotismo de verla así, mi carga de semen cayó en su interior. Un rato estuvimos así, compenetrados, el agua caía en abundancia por su cabeza y cuerpo; al fin nos separamos, se volteó hacia mí abrazándome y besándome con fuerza, con pasión, con lujuria,Cuando se calmó, entonces, volví a bañarla, me bañé y empezamos a secarnos.

Ella se vistió delante de mí, con mucha coquetería sin dejarme dedar besitos.Se recogió el cabello con un gancho y se dirigió al salón.Allí se puso a contraluz de la tarde, dejándome apreciar su hermosa figura al trasluz del vestido.Mirón, atrevido, me dijo.Pero sonrió pícara y sensual, siguiendo en la misma posición.

Bueno, me voy ahora si.Otro día vengo y me haces gozar como hoy.Te agradezco el que me hayas hecho todo esto.Es lo más rico que he vivido.Me voy feliz y contenta y con un nuevo deseo de vivir y de sentir; me doy cuenta que mi vida se ha desperdiciado hasta ahora.Gracias lindo.Abrió la puerta y se fue corriendo hacia su auto.

Por la noche hablamos por el msn, comentamos y me dijo que todo esto le parece un sueño.Que estaba muy feliz de haber encontrado y conocido el placer, pero más, el haberlo hecho de mi mano.El problema para que esto fuera perfecto es que ella tenía marido y yo, la había inducido hacia la infidelidad y me sentía culpable.