A mi que me hagan.( Experiencia lesbica Bicuriosa)

Realmente el gusto de Claudia por las mujeres no es tan intenso como por los hombres, estos si le fascinan sobretodo si son muy pintas y de muy buen cuerpo, a veces el tamaño de la verga es opcional. A mi personalmente me gusta mas verla penetrada por un hombre que verla con otra mujer.

Una noche asistimos a un Club Swinger lleno de parejas; Como de costumbre ni un hombre solo y menos con las cualidades antes expuestas. Al rato de unos tragos y de apreciar un espectáculo de señoras muy bonitas que prácticamente se comían en la pista, mientras los maridos las rondaban con cara de morbo infinito, le propuse a Claudia participar en esa pequeña orgía de cuatro mujeres en la pista de baile. Entonces me dijo-Si pero a mi que me hagan, yo no hago nada.

Las mujeres habían dejado caer sus prendas y solo tenían diminutos calzones. Claudia aun estaba vestida con una minifalda, botas altas y camisa escotada. Al acercarse ella con su escultural cuerpo fue inmediatamente recibida por estas mujeres en celo a unirse a su fiesta privada. Como un juego entre amigas conocidas de toda la vida empezaron a despojar a Claudia de la ropa, alcanzaba yo a ver desde la distancia un poco de pena por parte de mi esposa, pero en menos de un minuto ya estaba totalmente desnuda. En la pista había un tubo pegado a la pared y ella se tomo de este para dar un espectáculos de gata ardiente, una de las otras señoras la mas alegre propuso un beso entre cinco, ahí si mi pare y me convertí en otro marido morboso que no quería perder detalle. Los cinco hombres bailábamos al ritmo de la música mientras acercábamos nuestras manos al pantalón de cada uno. La excitación estaba en el ambiente.

Una señora mona de tetas grandes, muy bonita por cierto, caballuda como dicen en el argot popular, tomo a Claudia como suya, comenzó a besarla y a tocar los dulces labios vaginales de ella, para luego subir la mano y acariciar mientras besaba las tetas de Claudia, otra señora que traía al marido pegado como chicle por detrás comenzó a acariciar el culo de Claudia ,primero suavemente y luego con mas fuerza; El esposo de esta quiso aprovechar para meter mano a Claudia pero ella lo rechazo. Yo me acerque y le pedí el favor que solo ellas, pues la verdad y espero no dañar la excitación del relato el tipo estaba terrible.

El se retiro del lado de su esposa y prefirió ver el espectáculo desde lejos como lo hacíamos los demás.

Claudia se retiro un poco y subió una pierna en la barra de la pista, dejando ver toda la cuca al que por ahí pasara.

Una de sus nuevas amigas aprovecho la ocasión para besar esa chocha húmeda y habida de placer, luego se paro y se fundieron las dos en un beso eterno, la señora que le gustaban los besos en conjunto se acerco y esto se convirtió en un trío lleno de lujuria y placer, las manos recorrían todo el cuerpo de Claudia y pude sentir porque la conozco bien que estaba llegando llena de placer. Me acerque a ella y le dije que participara mas, que tocara esas cucas húmedas, que metiera dedo, que buscara las bocas y decidió hacerlo, al rato parecía la mas experimentada de todas, de pronto todas subieron al reservado y nosotros los de cara morbosa y fetichista las seguimos, ahí claudia tomo la mano de la mona y la acostó encima de ella, mientras las piernas se entrelazaban y las dos cucas se encontraban golpeando una contra la otra haciendo la v de la victoria y del placer.

Claudia me pidió un trago y tuve que bajar a traérselo, casi me mato por las escaleras del afán de regresar para encontrarla con uno de los maridos de sus nuevas amigas dándole verga en cuatro específicamente el esposo de la mona bonita un cuarentón simpático  diría luego Claudia. Quede sorprendido al ver ese espectáculo, Claudia sonrío y me dijo, me hacia falta una verga y la conseguí.