Desde hace un buen tiempo he estado tentado en escribir por este medio algunas de mis experiencias sexuales, fantasías y opiniones, debo decir que me motiva pensar que alguno de los lectores se podrían masturbar con estos textos como yo lo he hecho en varias ocasiones al leer sus relatos, espero que les guste.

Esta historia tiene lugar en mis días de universitario, en una universidad publica de la ciudad de Medellín y en la primera semana de una bella relación muy estable, ella (Sandra para efectos de este relato) vive en un corregimiento de Medellín, es una mujer de carácter muy alegre, de un hermoso culo de esos que hace voltear la mira de los hombres al pasar, unos senos no muy grandes pero bien puestos, ella viste con un estilo como medio hippy que se ve muy bien junto con sus coquetos movimientos al caminar. Yo soy un hombre de cabello negro, no soy gordo ni flaco, mi cedula dice que mido 171 cm de altura, nunca me a ido mal con las mujeres pero no soy el mas asediado por ellas.

Como dije la historia que les voy a relatar sucedió en la primera semana de la relación, estábamos en esos días en que las parejas solo quieren estar abrazados y besándose, no encuentro las palabras adecuadas para describir el momento, simplemente diré que el idilio del momento no lo podría relatar ni la mas rosada de las novelas de Corín Tellado.

Nos encontramos como a las 2pm en la universidad el primer jueves de nuestra relación y nos sentamos en una banca de la U a conversar, a abrazarnos y a besarnos, ese dia instauramos las reglas que la relación debía llevar de ese momento en adelante, no se que horas eran ya, pero en medio de un beso que lentamente iba subiendo de temperatura se nos acercó un celador y nos informo que era tarde y que debíamos abandonar la U, no se que se le pasaría al celador por la cabeza (tan mal pensado), pero no nos quitaba la mirada de encima, en vista de esto decidimos irnos.

Nos paramos de la silla, caminamos en dirección a la salida de la U y el vigilante no paraba de mirarnos, le hice notar esta situación a Sandra, ella paró, me cojio de las manos y me dijo al oído: “seguro pensará que me vas a robar” y me paso la lengua por el interior de la oreja, eso me puso a mil y me provocó una automática y enorme erección,antes de que yo pudiera reaccionar ella me soltó y entro a un baño de mujeres que estaba cerca de nosotros, mientras esperaba pensaba en como seria entrar al baño y darle su merecido por lo que me había acabado de provocar.

Cuando salio le invite a mi apartamento para cuadrar cuentas, pero lastima ella no podía, tenia una fiesta de despedida de una amiga que salía del país a estudiar por un programa de intercambio, me fui a mi casa no sin antes darle un beso y hacerle sentir con el morro de mi entrepierna lo que quedo aplazado, al llegar a mi habitación me masturbe muchas veces, me la imaginaba en todas las poses, en mis sueños de despierto le di un sexo oral increíble ( me encanta ver como una mujer se retuerce ante una lengua bien administrada, tal ves, y con modestia a parte, esta sea mi mejor arma en la cama) .

Al otro día después de una dura sección de trabajo en el laboratorio, nos volvimos a ver, nos tomamos una cerveza en las afueras de la U, ella recibió una llamada de su madre pidiéndole que fuera a la casa a trabajar en el negocio familiar, a si que pagamos las cervezas y no fuimos, entramos nuevamente a la U debido a que para coger el bus se debe atravesarla, decidimos parar en un baño para evacuar la cerveza que ya se encontraba en nuestra vejiga, yo Salí primero y me pare a la entrada del baño de mujeres, en ese momento recordé lo sucedido el día anterior, todas las fantasías ideadas en mi casa, así que cuando ella salio del sanitario y se encontraba en el tocador del baño no lo pensé y entre, ajuste la puerta (no tenia forma de cerrarla del todo) y le dije “aquí si no hay vigilante”y de inmediato la abrasé por la espalda, le bese el cuello y le empecé a tocar sus tetas.

Ella se mostró sorprendida, pero de inmediato correspondió volteándose y dándome un beso muy apasionado, me puse de rodillas ante ella y le bese su ombligo, me paraba mientras le pasaba mi lengua por todo su cuerpo y le quitaba su blusa, mientras nos besábamos de manera intensa ella palpo por encima de mi pantalón mi pene que esta muy duro, en ese instante me quito de manera brusca mi pantalón y me dio una mamada muy generosa, yo esta que me venia a si que decidí párala y besarle las tetas mientras me calmaba un poco, luego yo también le baje el pantalón, la puse en cuatro apoyada del tocador del baño, hice a un lado sus diminutas tangas y de un solo empujón se la metí toda en su húmeda chocha, al poco tiempo de estarla clavando y mientras que le miraba como sus jugos le corrían por las piernas, sentimos que un grupo de estudiantes se acercaban al baño haciendo chistes y riendo muy duro, el pánico nos abordo así que cojimos a toda carrera nuestras pertenencias y nos entramos en un cubículo de sanitario, Sandra luego del susto y al ver que mi pene se me había caído se sonrió, se hincó y empezó ahacerme una paja mientras se chupaba mis guevas, rápidamente respondió mi pene, así que la puse nuevamente en cuatro y mientras ella se apoyaba en esa parad llena de mensajes soeces, donde dice tal es una perra o tal es gay o tal es prepago, yo se lo metía cada ves mas duro, ella se movía como loca mientras hacia su esfuerzo por no gritar, fui sintiendo que ya me venia así que se lo comunique al oído y ella me respondió “lo quiero adentro” y casi simultáneamente, agarrándola de sus tetas le metí una envestida brutal inundándole su chocha de mi semen.

Nos vestimos rápidamente con risitas nerviosas y salimos de manera rápida mirando si por esos lados había un celador malpensado.

Espero que les guste este, mi primer relato, quisiera que comenten sin ninguna restricción sus opiniones, desde la experiencia relatada hasta sugerencias en lo relacionado a redacción y estilo.

Tengan una muy agradable sexualidad.