Hola X, espero que hayas tenido una buena tarde, sentadita y relajada, como cuando hemos hablado, bueno chateado.

Te he imaginado en esa oficina con tus 12 botones, sentada; Y sin saber cómo acercarme a ti, donde puedas sentir mi respiración, para poder ir soltando o acariciando esos botones.

Te apetece un café?, podemos tomarlo por aquí cerca, me contestas OK perfecto, con la seguridad que solo tienen las mujeres maduras.

Me llevas a un café no muy lejos por el centro, a unos 200 metros de tu oficina, es un sitio oscuro, pero hay bastante gente, me gusta el ambiente: madera, y un olor a incienso que hace que cada vez que respires sienta como tus poderosos pechos se levantan.

Nos sentamos, pido los cafés, el tuyo con sacarina, claro...

Estamos hablando un rato y riéndonos de las tonterías que nos hemos dicho por internet, ¡que cosas!, y ahora estamos frente a frente, mirándonos a los ojos, mirándote esos labios, ese cuello. Me he parado a contar los botones que llevas, son 12, y me encantaría recorrer cada uno de ellos…

Llevas una blusa con botones por delante, y una falda con botones en un lado, muy sexy a mi gusto, junto con esas botas de tacón. ¿No sientes mi corazón? lo tengo un poco acelerado, bueno lo intentare controlar.

X, me gustaría  acariciarte, decirte una cosa en privado, allí  al fondo... junto a los baños, donde nadie nos ve ¿aceptas?

Después de unos segundos, de tu boca sale un pequeño, si.

Nos levantamos y nos dirigimos al fondo del café, nadie se da cuenta, ya que hay mucha gente. Te cojo de la cintura y te apoyo en la pared, acerco mi boca a tu oído y te susurro que me gustaría recorrer tus 12 botones, tu no sabes ni cuantos llevas pero dices que si.

Miramos hacia el baño de señoras, no hay nadie, te miro... sonríes, y nos metemos dentro de uno de los baños.

Estas algo nerviosa, yo también,  te susurro que cierres los ojos... 

los cierras, te soplo en el cuello, hago sentir mi respiración cerca de tu oído, solo para que me sientas, sin tocarte, no te toco, solo respiro. 

En la blusa tienes 5 botones…

Empiezo por el ultimo. Lo acaricio, sin llegar a tocarte, pero sabes que lo estoy haciendo, sigo así hasta el 5to, se deja ver tu sujetador negro, respiro sobre tu pecho, acerco mi boca pero no lo toco, no quiero tocarlo. Aun…

Desabrocho el sujetador, no llego a quitártelo, solo lo justo para poder ver tus descomunales pechos, preciosos, y esos dos botones que asoman, tan lejos uno de otro, pero llamándose el uno al otro.

De repente, respiras hondo.... estas mas alterada... pero no te mueves, sigues con los ojos cerrados.

Me mojo la boca con  saliva, y acerco mi boca a unos de esos botones que sobresalen duros, calientes y lo empiezo a lamer, lentamente, como si fuese un pastel, lentamente, dándole algún pequeño mordisquito, sin llegar a apretar, luego me paso al otro, esta vez, algo mas rápido, pero cada vez mas lento, saboreando, absorbiendo, solo te toco con mi lengua, ni mi cuerpo ni mis manos te tocan...

Ya llevamos 7 botones. ¿ y el resto?

Me retiro y te digo que llevas 4 en la falda, sonríes...

Me agacho y voy desabrochándolos lentamente. Por el propio peso de la falda, se desliza, y cae al suelo ella sola. Ante mi cabeza esta tu cintura, y tus braguitas negras, con ese cordón finito, que te las sujeta.

haces cuentas llevo 11 botones, y no te queda mucho mas....

¡Uff! creo que te has dado cuenta, del ultimo botón... echando la cabeza hacia atrás y sonriendo.

Si X, ese es el ultimo…

Te bajo lentamente las braguitas, Humm... un aroma sale que me hace querer lanzarme, pero me controlo, te siento, y te levanto las rodillas para poder pasar mi cabeza por el medio, abriéndote, poco a poco. Lo tengo delante, es precioso, sonrosado, perfecto, acerco mi boca, sacando la lengua cada vez mas, para introducirse desde abajo, hasta arriba, lamiéndolo lentamente... hasta llegar a tu ultimo botón y querer quedarme toda la tarde con él...

Podría seguir...

pero creo que se puede quedar aquí ¿no?, señora X.

Te extraño...