Todo empezó con un manoseo constante por parte de los dos, cada que se daba la oportunidad me cogían la rajita o el culito, me los frotaban con fuerza y sus rostros se transformaban con la excitación.

Una tarde jugando escondidas, uno de ellos me encontró en el cuarto de mis tíos, se bajó los pantalones y me hizo meterme su pene en la boca y empezó a moverse de atrás para adelante, su pene era duro y blando a la vez, era la primera vez que hacía sexo oral y me encantó. En ese momento llegó el otro y a ver lo que hacíamos también se bajó los pantalones y empecé a turnarme sus penes en la boca. La exitación fue tanta que ambos se vinieron en mi boca, el sabor dulce-salado de su tibio semen me hizo sentir mujer.

Luego me subieron a la cama de mis tíos y me quitaron los calzones (siempre usaba vestidos a esa edad), uno de ellos me metía los dedos en la vagina con fuerza, yo estaba tan desconcerta y exitada que no sentí ningún dolor, el otro puso mis manos en su verga y me enseñó cómo hacerle la paja. De un momento a otro el que me daba dedo se subió sobre mí y me penetró, sentí cómo me atravesó la cuquita y recuerdo que pegué un gritico; se movía con desespero dentro de mí y se vino rápido. El otro rápidamente lo remplazó. 

Luego me pusieron en cuatro, uno me penetró la rajita y el otro se metió en mi boca, los dos se movían de atrás a adelante conmigo en medio, se vinieron otra vez y cambiaron lugar, "eso primita, tiene muy rica esa kukita".

La siguiente vez, un par de días después, cuando llegamos del colegio y mis tíos abrieron el local del primer piso, me cogieron sobre el sofá. Uno de ellos se sentó con los pantalones abajo y me hizo ponerme en cuatro a mamarle la verga, el otro ya estaba detrás de mí, dentro de mi rajita. Luego el que estaba sentado me hizo cuadrarme frente a él para penetrarme, mientras me movía me cogió el culito con ambas manos, al verlo abierto, mi otro primo tuvo la inspiración de penetrar mi ano, no fue fácil pero lo hizo,  el instinto le hizo usar mucha saliba y pronto ambos estuvieron dentro de mí al tiempo "que rico culo prima". Cuando terminaron cambiaron de lugar.

Les gustaba ver cómo me culiaban, a menudo se turnaban sólo para ver mientras se masturbaban. Tuvimos sexo por casi tres años. Luego me cambié de casa. Nunca le conté a mis padrés, sólo lo sabe mi actual esposo, le gusta que le cuente lo que hacíamos los tres, lo exíta; cuanto penetra mi culito me pregunta "¿Te acuerdas de tu primos y lo putita que eras?"

¿Me violaban? si, ¿Lo disfrutaba? La mayoría de las veces sí lo hice. Mi adicción por el sexo anal se la debo a ellos.