Soy una mujer bisexual, que disfruta al máximo del sexo, tengo muy pocos límites. Un día, con un amigo, fuimos a un sitio sw. Él me conoce muy bien, entre nosotros no existen los secretos. Entramos y nos encerramos en uno de los cuartitos que hay en el lugar. Empezamos a besarnos y a comernos como locos, como nos gusta. Mucho sexo oral, vaginal y anal. No demoramos mucho tiempo en venirnos, los dos estábamos que nos reventábamos. Cuando estábamos descansando, hablamos de lo que a él gusta verme con una mujer, de que se excitaba muchísimo cuando me veía chupando un hermoso clítoris. Le pregunté si había estado alguna vez con un hombre, que si no había tenido alguna curiosidad bisexual. Me contó que le gustaba mirar penes, tocar, que ya había mamado, pero que nunca había penetrado ni lo habían penetrado. Le dije: “hazlo conmigo”. Así que salimos del cuartito y nos fuimos a cazar un hombre que pudiera estar con los dos.

La idea era proponer un trío y estando encerrados, ver si el invitado se animaba a algo con él. Las primeras veces no tuvimos éxito. Los tipos querían comerme, hacer doble penetración y nada más. Pero no perdimos el impulso.

En otra ocasión, fuimos al mismo sitio e invitamos a un tipo que nos estaba rondando. Era como de unos 30 años, con una cara y un cuerpo lindos. Nos encerramos y yo comencé a mamársela a los dos, hice que se juntaran para poder meterme los dos penes en mi boca y juntarlos, que los penes se tocaran. Nuestro invitado se agachó con la excusa de besarme y ahí vi la oportunidad, cuando me besó, le pasé a su boca el pene de mi amigo. Wow!!! Era la primera vez que veía a dos hombres en vivo. El muchacho empezó a mamársela delicioso, lo chupaba, se lo metía hasta el fondo, pasaba del pene a las huevas como desesperado, yo estaba excitadísima.

Mi amigo me besaba ardientemente y me decía: “lo hago por ti”. Le pedí que se lo mamara al invitado, lo acostó boca arriba y empezó a mamarlo, yo aproveché para sentarme en su cara para que mamara mi clítoris, vagina y ano, y me hiciera disfrutar como a mi amigo. Mi amigo dejó de mamarlo y le subió las piernas, yo sabía lo que iba a hacer, me sentía tan emocionada, creo que mis ojos estaban desorbitados!!! Vi cómo mi amigo metía su cara en ese culo y empezaba a chupar. No me aguanté las ganas y empecé a besarlo para darle las gracias por ese espectáculo tan hermoso. Dejé que siguieran ellos solos, les quería dar su espacio. Me levanté y preparé un condón y KY. Le pregunté a nuestro invitado que si quería que lo penetrara, dijo que sí. Le puse el KY y a mi amigo también y el condón, puse su pene en el ano y le dije: “con mucho cuidado, como lo haces conmigo”. Empecé a ver cómo se dilataba el ano y permitía que el pene entrara muy despacio. El invitado gemía, de placer al sentir ese pene grande dentro de su cuerpo. Cuando ya estaba todo adentro mi amigo empezó a moverse de adelante para atrás, primero muy despacio y fue subiendo las revoluciones. Entraba y salía delicioso, me imaginaba que así me veía yo cuando él lo hacía conmigo. Mi amigo se agachó y mientras lo bombeaba, empezó a besar a su primer macho. Yo veía el pene del invitado inmenso, me encantaba cómo gritaba de placer. Al rato vi cómo su pene se contraía y de él salía un semen blanco y espeso, mi amigo también empezó a venirse, pero no paraba de darle a ese ano.

Ese par de hombres quedaron exhaustos y yo feliz de ver a mi amigo, por primera vez, con otro hombre.