Cuando era estudiante universitario, tenía grandes dificultades económicas, las cuales me llevaron a tener algunos trabajos, para mi propia manutencións, entre estos trabajos tuve uno que recuerdo con gran emoción, ser achivador en una pequeña empresa resultó ser una de las experiencias mas exitantes durante mis años de estudiante universitario. La indución al trabajo duro 5 minutos:-Este es su lugar de trabajo, este es su computador, y lo demás lo irá aprendiendo en el camino. La primera semana fue realmente aburridora, solo me alentaba el pago, que en aquella época era muy necesario; al cabo de lograr cierta destraza en mis labores, el tiempo libre fue creciendo, lo que condujo a una búsqueda de otras distracciones. Para mi grata sorpresa encontré en aquel computador viejo y destartalado, donde escasamente funcionaba office, dos videos pornograficos que , representaron el motivo para quedarme 15 minutos más antes de salir a almorzar. Uno de esos días cuando me disponia a jugar conmigo mismo, mientas observaba mi video favorito, pasó algo que me maracraría para el resto de mi vida. Una de las secretarias que me había cogido aprecio, por mi extraccion humilde y entrega en el trabajo, habia ido hasta mi "oficina", para entregarme unos documentos que debian ser archivados, ella entró y me observó con mi pantalón completamente abajo, mi verga en mi mano intentando sacar toda mi leche a un ritmo desenfrenado, volteado, hacia la puerta, evitando que el semen cayera en el escritorio, y en aquella estrecha oficina, no quedaba otra dirección que la puerta misma de la "oficina", por la misma por donde podria entrar cualquier persona de la empresa, pensaba que la puerta tenia seguro; sin embargo, la realidad cambiaría mi trabajo de ahí en adelante. Allí, en medio del  extasis de ver la escena favorita del video que mas me gustaba, y tratando de eyacular en el mommento exacto, en el que el actor lo hiciera, entró Claudia, una de las secretarias mas influyentes  y respetada en la empresa, -Claudia tenia unos 35 años, no recuerdo bien, y un cuerpo fenomenal, con seguridad hacia ejercicio. Volviendo al momento, luego de abrir la puerta (no se cuanto tiempo pasó), Claudia alcanzó a dar medio pasó en dirección a mi escritorio, y al terminar de abrir la puerta, recuerdo muy bien ver su cara  de asombro, mientras veía mi verga, y mis movimientos acelerados y ansiosos, que inmediatamente pararon al verla entrar, estaba tan cerca de ella que al terminarse de abrir la puerta, ésta casi toca mis rodillas, habian entre ella y mi cuerpo semidesnudo   menos de metro y medio de distancia, luego, en centesimas de segundo su mirada busco la mía y al verme con cara de asombro salió despavorida, y tras de ella quedó un silencio enzordecedor, que colmo el lugar. Yo me quedé pasmado, sin saber que hacer, en mi mente pasaban todas las posibilidades que se derivarían de este susceso, pensaba que toda la empresa se iba a dar cuenta de ello, y que mi salida era inminente. Me vestí, e inmediatamente borré los videos que estaban en el pc, y entre meditaciones, escuche que la puerta sonó, era ella de nuevo, pero ahora preguntaba: Puedo entrar?, el corazón me latía a mil, habia regresado?, llamó a mi jefe y me van a echar?, que iba a hacer!?, - Si, conteste, a lo que entró con una carpeta de documentos para archivar bajo el brazo, le pregunté sin verla a los ojos. Que puedo hacer por ti?, a lo que ella me contestó: - Necesito archivar esto, y tambien necesito las carpetas del presupuesto de este año, fuí corriendo a buscar sus documentos, pues no soportaba la tensión de este momento y deseaba que ella se fuera lo mas pronto posible, desde el archivador le dije: deja las carpetas ahí que ahora las archivo, y si quieres ahora te llevo al escritorio lo que me pediste, a lo que me contestó, - No tranquilo, prefieo esperar acá. Estas palabras causaron en mi mente en vuelco de 180°, será que le gustó verme?,- me preguntaba-, que pensará de mi?, es igual de arrecha que yo?, quiere que cojamos acá?, ahora mismo!, todas estas preguntas, y muchas mas pasaron por mi cabeza en sentesimas de segundo, y provocaron en mi una especie de atrevimiento, inusual, como sería de fantastico cogerla en este escritorio?, -me preguntaba-, me la imaginé con la falda arriba en cuatro, sobre mi escritorio mordiendo algo mientras mi dura verga entraba lentamente en su vientre humedo. Al salir del archivador, ahora decidido a hacer algo atrevido, la vi a la cara, y pensé decirle: te gusto mi verga?, te gustaria lamerla?, quiero derramar mi tibio necatar en tu cara y ver como navega hasta tus pechos. Sin embargo, esas no fueron mis palabras: Siento mucho lo que ahora pasó. -le dije- ,soy una gueva pensé!, -No te preocupes a todos nos pasa, -a todos nos pasa!?,-pensé- una pequeña voz maldadosa en mi cabeza me increpó, - a ella le ha pasado?. Luego la mire a los ojos y le dije: a todos no les pasa esto, soy la guevamas grande del mundo!, -pense de nuevo-, esta vieja estaba allí, insinuándoseme y yo no hacia nada!, lo único que hacia era espantarla con mi inseguridad y charla de adolescente imberbe. hazlo ya Juan, me decia la pequeña maldadosa voz en mi cabeza, haz algo!, no la dejes ir!, esto pasa una vez cada mil años!, haz algo ya!. Esta voz se apoderaba de mi ser, y sin pensarlo más le pregunté: -Te gustó verme? , dichas estas palabras otra voz, mas consciente del riesgo que estaba tomando, me dijo: ay jueputa, la cagué, esta vieja se va a ir donde el jefe y va a hacer que me echen del trabajo, soy un conchudo, he llevado mi suerte al límite, de nuevo el pensamiento trajico volvió a mi ser y sentí un profundo frío en mi cuerpo. Ella me contestó: -Para que quieres saber?, -por que las mujeres siempre quieren saber lo que uno piensa!-, pensé en ese momento. Entre al archivor por otra carpeta que me hacia falta, cogí una bocanada de aliento, y al salir nuevamente, le miré a los ojos y le dije:- Para saber si pongo seguro a la puerta o la dejo así-, vi una especie de rubor en sus mejillas al decirlo, lo cual delató algo en ella; un secreto, algo que no queria que supiera. En verdad estaba en frente de una de esas mujeres arrechas, y con la mente tan pervertida como un hombre, al parecer así lo era; -pensé internamente;sin embarbgo, ella no queria que esto se supiera, y acto seguido evadió mi mirada, dejó las carpetas en el escritorio, me recibió las que había acabado de encontrar, dió la vuelta y antes de irse cerrando la puerta me dijo, dejala sin seguro.

Continuará....