Luego de recorrer todo el centro comercial buscando un lugar donde poder penetrarla, me di por vencido, ya solo pensaba en la forma en que esa noche me iba a masturbar en mi casa; sin embargo, quedaba otra oportunidad, salimos del centro comercial, y atrás de nosotros charlaba una pareja que nos habían atendido en un tienda de sexo, donde habíamos acabado de comprar algunos juguetes para amenizar nuestro encuentros, al pasar la calle estaba un taxi esperándonos, le abrí la puerta y luego entré yo, acomodé mi maleta frente a mi tapando la visibilidad del conductor hacia mi cuerpo, y comencé con un rápido movimiento a bajar mi cremallera, como telepáticamente ella, puso su mano sobre mi pantalón buscando a hacer lo mismo, pero la mitad del trabajo ya estaba hecho, solo quedaba desenfundar mi verga que, estaba a punto de estallar por llevar tantas horas erecta, cuando ella logró coger mi verga con la mano de inmediato puse mi mirada en la del conductor, para vigilarla esperando  al momento en que él me mirara, para interrumpir la tarea de mi compañera. Sentía una extraña sensación de vértigo y excitación, mi mirada vigilaba al conductor y la calle simultáneamente, esperando no encontrarme con miradas ajenas, ella cogía mi verga de una lado para otro, y pensaba: ¿Cómo no le da pena?, !La van a ver!, pero la excitación que teníamos era mayor que el pudor y la cordura. La idea de ser sorprendidos causaba una sensación lujuria incontrolable, que hacia más excitante esta escena, entre tanto ella buscaba la manera de hacer que mi semen saliera de mi verga a como diera lugar,  humedeció su mano para darme más placer, no lo podía creer, pero estábamos allí en medio de una calle concurrida con carros a ambos lados del taxi y un conductor desconocido, dándome placer aquella hermosa mujer, llevábamos algunos minutos  y pensaba que no lo iba a lograr acabar, ya casi llegábamos a nuestro destino y el objetivo parecía perderse, pero en las cuadras más oscuras, trate de arquear mi cuerpo para que mi verga saliera más, y ella pudiera cogerla mejor, fue suficiente un minuto más, para saber que mi espeso néctar ya saldría, sentía como una corriente caliente salía de los más profundo de mi, voltee a verla y  dos segundos después  dejé salir toda mi espesa leche , que chorreo su mano, sentó un leve gemido de ella, y sentí su mirada de lascivia total sobre mi, no podía creerlo estaba allí eyaculando en un taxi, mientras el conductor manejaba y mi novia me hacía una fantástica paja. Al terminar vi como ella se llevó la mano a la boca  para lamer mi semen y con su mirada picara me guiñó el ojo.. Llegamos a mi destino y acomodo un poco mi verga antes de salir del taxi, para no dejar evidencia de nuestra travesura. Ella se sigue para su casa, con mi néctar en sus manos y yo con mi verga chorreada.