Después de mucho tiempo tratando de lograr hacer un intercambio como siempre lo deseamos, mi hermosa y yo logramos encontrar una pareja que se ajustaba a nuestras pasiones, se trataba de Alex y Angie, una pareja en que los dos son bisexuales como nosotros, los contactamos y después de días de hablar, nos encontramos.

Fue un viernes en nuestro nido de amor, mi amor y yo esperabamos ansiosos la llegada de nuestros invitados, semidesnudos, listos para entrar en acción y dispuestos a no perder mucho tiempo, al fin llegaron y los recibimos con un trago, luego del saludo correspondiente, la invitamos a ella a ponerse ropa más cómoda. Ellas entraron a uno de los cuartos a cambiarse y con él nos quedamos en la sala.

Sin pensarlo dos veces, Alex se acercó mí y empezó a acariciar mi sexo por encima de mi boxer, no tardó mucho en ponerse muy dura, estando yo sentado y el de pie, abrí su pantalón y saqué su pene que estaba listo tambíen, lentamente lo metí a mi boca y empecé a darle la mamada que tanto deseaba dar, entre caricias y morbo le pedí que se desnudara, y volviera a continuar.... así lo hizo y los dos ya desnudos continué dandole lo que quería mientras el me masturbaba y acariciaba.

Que gran sorpresa se dieron ellas al ver esa escena, no pensaron que comenzaramos sin ellas, pero también entraron en calor inmediatamente y Angie se arrodilló a empezar a darme una rica mamada, mientras mi amor se dedicó a ayudarme con la verga de Alex.

Después de un rato, cambiamos para nosotros complacerlas a ellas, empezamos a hacerles un rico oral, yo estaba con Angie y Alex con mi amor, gemían delicioso y nos acariciabamos entre los cuatro sin ningún límite, luego cambiamos de nuevo para quedar con nuestras parejas y empezar con una deliciosa penetración a cada una... ellas se besaban mientras las comíamos.

Luego de un trago, en una pausa, decidimos irnos a la habitación en donde yo me acosté y Angie se sentó en mi verga penetrándose por la vágina y dejó su culito listo para que Alex lo tomara... así lo hicimos la tomamos y le dimos una rica doble penetración, hasta que se vino de una manera delirante. Obviamente no podíamos dejar atrás a  mi amor, entonces fue a ella a quien se la hicimos, pero esta vez era yo quien disfrutaba de su delicioso culo... fue delicioso verla y escucharla... la locura total, luego de un rato ella nos regaló uno de sus deliciosos chorros en una venida extraordinaria.

Era el momento de satisfacer nuestros deseos, por eso mientras ellas se besaban, nosotros hicimos un rico 69 en el que mamabamos nuestras vergas y nos consentíamos el ano con nuestros dedos y lenguas... que rico se sentía... después de un momento sentí que se venía y empecé a acelerar mis movimientos hasta que logré que llegara en mi boca, lo masturbé hasta sacarle le última gota.

Sólo quedaba yo por terminar, así que lo hice de la forma en que más me gusta, fui con mi amor a la sala y nos comimos delicioso pensando en el morbo que estaban sintiendo ellos en el cuarto, así me vine también en la cola más rica del mundo.

Luego estuvimos un buen rato tomando y hablando en la sala hasta que tomamos impulso de nuevo para continuar, fue una noche deliciosa y quedamos con el vicio de compartir e intercambiar nuestros gustos... sabíamos que no era la última vez.