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En Nombre Del Padre IV

Cuando desperté ella ya no estaba en la cama, en ningún momento tuve dudas de la experiencia de la noche anterior, seria tonto decir "no sé si fue un sueño" a pesar que ya anteriormente tuve un sueño erótico con ella; cada célula de mi cuerpo sabia lo real que ha sido esa noche, me encontré totalmente relajado en mi cama. Lo único que me pregunte y que obviamente deseaba que la respuesta fuera un contundente SI, era si eso que sucedió volvería a suceder, ¿eramos acaso novios?, o ¿fue algo de una noche loca?.

Pense que simplemente se había ido, -ahora que lo pienso no sabia ella dónde vivía- y descuidadamente baje por las escaleras sin saber qué hacer, a donde ir... tuve una sensación de impotencia, ya que solo rondaba en mi mente cuestionamientos y dudas; sin duda de querer llamarla no sabría donde hacerlo, si quisiera hablar con ella no sabría de qué, de cumplir nuevamente mi deseo de follarla no tenia ni idea si ella estaría interesada en repetirlo. En mi caso no tenia duda, ha sido el mejor sexo que tuve, nunca tuve una mujer tan activa y pasional.

Seguí bajando las escaleras y sinceramente me sorprendí al verla en el segundo piso, de nuevo fumando un cigarrillo junto a la ventana, pero esta vez estaba totalmente desnuda en la sala de mi casa; en el momento que se percato de mi presencia tiro el cigarrillo por la ventana y se sentó en el sofá cruzando las piernas, me miro, me pregunto si mi papá llegaría pronto, yo le respondí que hasta el otro día vendría a casa. Con un tono bastante coqueto me pregunto que si quería seguir jugando, a lo cual dije un si rotundo.

Abrió sus piernas lentamente, y puso un dedo en la superficie de su vagina, como señalándola y tocándose el clítoris levemente; me acerque torpemente pues no podía decidir qué hacer... y cómo hacerlo, cuando estuve frente a ella no pude apartar mi vista de su vagina, parecía húmeda, ella noto mi mirada y la alimento abriendo su vagina con sus dedos, la penetre con la mirada, me puse de rodillas para verla de cerca, y olerla, y luego hundí mi rostro en ella como un demente.

Gemidos, gemidos inundaron mis oídos, moví mi lengua desordenadamente y parece que ello le encantaba, puso sus manos en mi cabeza y la presiono contra su coñito, me ahogue con su aroma y con su humedad. Luego me puse de pie, tome mi pene y lo guié hacia su vagina, ella abrió mas sus piernas y las puso en mis hombros, la cabeza de mi pene rápidamente se perdió en las profundidades de su vagina, y me quede observando como tomando una foto mental de como mi verga encajaba en su coñito, me moví lentamente, observando y saboreando el instante.

No tarde en venirme, lo saque antes y me derrame en sus senos y en su cara; observe la escena y la tengo detalle a detalle en mi memoria, con mi semen en medio de sus teticas y en mitad se su rostro, escurriendo pesadamente.

Entro a la ducha, y se baño con agua muy caliente, salia vapor de la ducha, no cerro la puerta, lo que me permitió observarla mientras se duchaba; salio con una toalla corta que dejaba ver su vagina, se vistió y apenas despidiéndose se fue.

Al día siguiente cuando me vi con mi padre creo que yo tenia una estúpida sonrisa dibujada en mi rostro, pues él me miraba de forma extraña, como preguntándose qué me tenia así, yo lo sabia muy bien, casi que seria decircelo en su cara, pero no lo hice, siempre guarde silencio.

Pasaron los días, pasaron meses y no supe nada más de ella, siempre la tuve presente, y en el fondo sé que mi padre también, creo que nos volvimos dos hombres amargados y aburridos. No hubo noche que no pensara en ella, mi casa se hizo un retrato viviente de esos preciosos momentos, aun la imagino en esa ventana, fumando desnuda, la imagino en la ducha y en mi cama, casi que la escucho en la habitación de mi padre.

Recuerdo muy bien el día en que por fin me atreví a preguntarle a mi padre por ella, me lanzo una mirada inquisitiva y desconcertada, pero no dijo mucho, tenia dos cervezas encima y solo me dijo como novedad que la había visto con un amigo de él; no encontré la forma de preguntarle si tenia su teléfono, así que solo espere a que se durmiera y buscaría en su celular, tal vez si me ponía en contacto con ella, me recordaría y podríamos de nuevo pasar una noche de placer. Pero cuando busque en sus contactos no encontré ninguna información de ella.

La vi una ultima años después, creo que queda bastante claro que ella fue desde el inicio una obsesión para mi, y cuando cumplí 19 o 20, -no lo recuerdo bien- se me ocurrió una idea, de la cual no me atrevo a atribuirle un calificativo; recordé que mi padre me dijo alguna vez que ella estudiaba en la Universidad Los Libertadores, por lo que me pareció sencillo ir un día a esperarla, y tal vez saludarla, me aferre de ese modo al único dato que podía acercarme a ella. Pase así toda una tarde y una noche en la puerta, esperando sentado viendo como las personas -estudiantes y profesores- entraban y salían, vi mujeres muy lindas y hombres muy viejos, escuche conversaciones de amigos, y quejas de las notas, pero de ella no tuve novedad.

Creo que eran pasadas las 9:00pm cuando por fin pude verla, salio de la universidad con sus jeans y una chaqueta blanca; quede inmóvil, a pesar que mentalmente había imaginado mil veces cómo me acercaría, simplemente en el momento no pude, ella mientras tanto entro a un carro que vino por ella y se fue.

Nunca regrese, me sentí tan mal que la idea de esperarla de nuevo resulto ser desesperante, de modo que ahora en mi mente la escena mental del encuentro siempre terminaba con un "no te recuerdo".

El año pasado mi corazón se acelero como esa noche cuando encontré su blog, he leído cada una de sus historias, la contacte y le conté mi historia. Fue vergonzoso, pero liberador.

FIN

https://pensamientoslibidinosos.blogspot.com.co/

agave

Soy mujer heterosexual

visitas: 1135
Categoria: Sexo con maduras
Fecha de Publicación: 2017-01-11 21:55:00
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1 Comentario

pesimo

2017-01-15 07:03:08