Llevaba más de tres años trabajando con un excelente grupo de personas, todos éramos muy unido y recochabamos demasiado. Tanto que había uno que nos miraba mucho cuando estábamos en el vestier cuando nos cambiamos, en particular me miraba más a mi, hasta que otro nos molestaba que César ( el que me miraba), quería tener algo conmigo. Pasaron muchos días y siempre era la misma broma, hasta que me dio por mirarlo a él también y vi esas caderas grandes y apretadas. Me quedé con esa imagen una semana hasta que un sábado caluroso se me acerco y bromeando me dijo que sería rico tomar algo para el sol que estaba haciendo. No pasó mucho tiempo para que yo en el vestier le diera una respuesta positiva, me le acerqué y le dije que bueno pero él y yo sin más compañeros. Al salir él incrédulo todavía me dijo que no lo dejara arreglado y alborotado. Bueno al final nos vimos en un negocio cerca a la casa de él, empezamos hablando de trabajo mientras nos tomábamos unas cervezas, pero como el clima cambia de un momento a otro se oscureció y decidimos a cambiar a tomar ron. Ya los dos entonados con los tragos la conversación dio un giro y él me confesó que me tenía ganas pero que me respetaba mucho, no se pero en ese momento se me paro y me lo imaginé a él chupandemelo. Me fui para el baño con mi pene duro y al pararme lo notó. Estaba en el orinal y cuando volteó él estaba al lado y miraba mi pene duro, me subí el cierre y me senté de nuevo en la mesa. Ya en ese momento estaba lloviendo muy duro y él llegó con otra botella de ron, con ese frío que estaba haciendo y yo prendo le insinué que me diera posada en la casa de él, y claro el tema más candente hasta que cerraron el negocio. Todavía teníamos un poco de ron y la lluvia no cesaba, al contrario, empezó a llover más duro. Nos miramos y decidimos irnos así, para llegar a la casa de él teníamos que subir un camino de por lo menos diez minutos. A mitad de camino hicimos una parada para orinar y por supuesto me quedo mirando, a lo que yo le alcancé la mano y se lo puse en mi pene, él sin pensarlo dos veces se agachó y me lo empezó a mamar con unas ganas que de sólo pensarlo de nuevo se me para. Yo le cogí el pene duro y le empecé a dar una paja. La lluvia caía a nosotros y eso me excitaba mucho más. Tuvimos que parar al sentir más personas subiendo por el mismo lugar. Por fin llegamos a la casa de él y desafortunadamente tenía visita, pero eso no importó por que llegamos a la habitación para cambiar la ropa mojada. Mientras él buscaba una pantaloneta para prestarme yo me quedé sólo y me quité toda la ropa y todavía mi pene duro, me puse una toalla pero igual se notaba mi bulto. Al llegar lo primero que hice fue dejar caer la toalla con la puerta abierta al que corrió a cerrarla por que estábamos muy nerviosos pero al cogerle el pene se excitó y nos empezamos a masturbar hasta que me bajo y me lo chupaba muy rico, se lo metía con unas ganas como que llevara tiempo de esperar ese momento, seguía y seguía hasta que me hizo explotar y me vine en la boca, muy muy excitante, me encantó como lo hizo, terminamos y los dos nos dimos las últimas caricias antes de irme a la habitación contigua dónde me iba a quedar yo. En la madrugada como a las cinco me desperté y tenía un Guayabo puntudo, me quedé despierto pero mi pene seguía duro y con ganas de una mamada, hasta que sentí que él había ido al baño y esperé que llegara a la habitación para ir a tocarle la puerta. Él se asustó y muy despacito cerramos la puerta, fue otra mamada de ensueño, de nuevo me vine en su boca, tanto que por un momento pensé que se iba a ahogar, se lo tragó todito. Así quedamos ese día, al poco tiempo yo cambié de empresa pero espero repetirla y llegar más allá de lo que hicimos.Gracias