Desde la semana pasada me decidí a irme en la sección de hombres a la hora pico para que algún caballero se me pegara al trasero. No todos los días he tenido el mismo éxito pero algún roce sí he tenido y eso me excita.El primer día que lo hice iba muy nerviosa pero decidida. Cuando llegó el tren voltee a todos lados a ver si había alguien a quien pegarme pero al parecer no había nadie, quedé muy cerca de la puerta y junto a mí un viejito que no daba señales de querer nada, ya me había resignado cuando comencé a sentir que rozaban mi pierna, pensé que era por el movimiento del tren pero como no me despegué siguieron haciéndolo, yo no había volteado pero asumí que era un hombre mayor, cuando llegó a la siguiente estación vi que era un chico el que se me pegaba y al ver la oportunidad se pasó atrás de mí, se me pegaba, me agarraba de la cintura y me hacía hacia él. Al principio yo sólo le paraba el culo pero después lo empecé a mover el se calentó más y me pellizcó una nalga, la otra la masajeaba o metía el dedo entre mis muslos y nalgas como si quisiera penetrarme el ano. Yo más me movía y el pasaba su mano a mi concha que ya estaba mojadita así nos fuimos como cinco estaicones hasta que el metro se desocupó, él se fue hacia atrás y yo quedé adelante, luego me moví a donde él estaba y volvió a hacer lo mismo. Cuando se bajó me dio una nalgada y yo me quedé hirviendo. Fue inevitable que al llegar a mi destino corriera a un baño a terminar lo que había comenzado.En otra ocasión iba pegada a un señor que no daba indicios de querer pegárseme por lo que igual ya estaba resignada. En la siguiente estación se subió un viejito que no se atrevía a nada hasta que se me fue pegando más y bajó su mano disimuladamente acariciando mi conchita por encima del pantalón. Yo sólo abría las piernas y el señor sobaba y sobaba hasta que ambos bajamos.Ahora igual, el señor que iba atrás de mi llevaba una mochila a la altura del pene por lo que mi espalda solo tocaba con su panza y eso me gustó, me movía y el señor no se quitaba pero tampoco hacía nada, después subió un tipo con pinta de albañil y que apestaba a alcohol. Yo no le di importancia pero comencé a sentir roces en la entrepierna dejé que siguiera hasta que sentí que había bajado el cierre de mis jeans, y comenzó a tocar mi concha encima del calzón que si hubiera querido, podría haber movido y tocar mi cuquita con pocos pelos pues los acabo de recortar. Si no hubiera apestado a alcohol y hubiera habido más gente para que no vieran los que iban sentados igual y lo dejaba seguir pero me sentí incomoda así que tomé su mano y la tomé de los dedos quitándomelo de encima pero cual fue mi sorpresa que descubrí que sus dedos estaban empapados con mis jugos y según yo no me había mojado. Mientras escribo esto tengo una mano dandome placer entre mis tetas y luego baja a mi clítoris. Estoy caliente y necesito un arrimón con toque de concha y nalgasDiario llego a A. Serdan a eso de 6:30 a 6:45Tengo 20 años y soy gorda pero me gustan los toques