Esa mirada y esa sonrisa me atormentaba todo el tiempo, yo sabía que lo que sentía no podía ser ya que no iba a volver a verlo, por más que insisti en que las cosas se dieran para volver a encontrarnos la actitud de el decía lo contrario, no podía evitar sentirme mal ya que el deseo sexual que sentía era demasiado profundo, tenía la necesidad de probar unos labios suaves que me hicieran mojar todita, unas manos que recorrieran suavemente mi cuerpo, pero no tenía como ni dónde encontrar una persona que me hiciera sentir deseada, mi forma de buscar personas para citas y encuentros era por medio de una plataforma web por la cual me comunicaba con hombres que decían querer tener sexo conmigo pero nunca se daban las cosas.

Puedo decir abiertamente que tuve una época complicada sin un hombre que me tocara, tuve que recurrir muchas veces a explorar mi cuerpo por mí misma y pasar momentos deliciosos a solas los cuales se convertían en largas temporadas sin tener contacto con un hombre hasta que por fin pude contactar personas de dicha plataforma para por fin tener sexo y acabar con mi verano, así, tuve muchas citas donde únicamente me acostaba en la cama y me hacían lo que ellos quisieran sin que yo les dijera una palabra, cuando terminaban ni siquiera se tomaban la molestia de dirigirme la palabra solo se bañaban, se alistaban y me agradecían por el rato.

Las personas que conocí en ese momento son personas de las que nunca volví a saber, muy pocas veces querían repetir, solo me sentí como una prostituta que no cobraba, no sé cómo llamarle a eso pero mi desesperación por saciar mi hambre de sexo era lo único que me importaba, ni siquiera el hecho de querer establecer una relación con alguno de ellos, ya que mis ojos estaban puestos sobre aquel hombre que me dejó totalmente embobada, siempre creyendo en la posibilidad de volverme más interesante para el pero nunca se lograba y cada vez se alejaba mas de mi y no lo culpo estaba casi que obsesionada con el, tanto así que guardaba sus fotos en mi celular y stalkeaba su Facebook todos los días.

Estaba fuera de control, no llegué a fijarme en nadie como me fijé en el, aunque estuviera acostándome con muchos hombres me sentía vacía, ninguno lograba llenarme además por que no logré dar con un buen polvo, el tiempo pasó y claro que conocí personas con las que logré establecer una bonita amistad, el sexo casual se volvió algo que hacía parte de mi, ya no me importaba hacer amigos o coger por coger, solo iba a lo mío y ya mi corazón poco a poco se fue endureciendo tanto que cuando me mencionaban relaciones o algo serio yo prefería me alejaba, mis prioridades solo eran estudiar, salir adelante y no tener que pensar en amor que me hacía vomitar cada que me hablaban de eso.

Finalmente encontré una manera muy chévere de encontrar personas con sentimientos afuera, solo pensaban en sexo y ya, fue por medio de Facebook, me contactaban personas para saciar su hambre de sexo, en ese juego conocí una persona conocida de una amiga la cual también era de este mundo sexual y liberado, mi amiga me lo presento y desde ese momento que lo ví sentí exactamente lo mismo que por el chico que me había ignorado hacia un tiempo atrás, me dio mucho miedo así que me negué rotundamente a pretender sentir algo por el, y no permiti que mis sentimientos me dominaran está vez, sin lograrlo ya que unos meses después finalmente acepté una de sus invitaciones a salir pero eso ya es otra historia…