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Finca Con Final Inesperado

La siguiente es la historia de cómo un deseo reprimido de dos amigos y sin solución alguna por fin se pudo realizar, cambiando la percepción sexual de la vida de los dos sin saberlo en ese momento.

Me llamo Andres, tengo 35 años, estatura media 1,75, complexión entre atlética y gruesa, me gusta hacer ejercicio varias veces por semana, la verdad no le encuentro mucha gracia a salir cada fin de semana, prefiero planes más tranquilos, aunque mis pensamientos y mis deseos internos tengan un contexto de un nivel completamente distinto. Me considero una persona con un nivel de libido por encima del promedio (o eso es lo que me he dado cuenta en conversaciones grupales) mi interés se enfoca más en el placer, experiencia, deseo y lujuria. Pero no más de mí, esta historia es compartida, aquí es donde entra Paula, una amiga de hace mucho tiempo, 31 años, bajita pero lo que tiene en bajita lo compensa en autoestima, pelo castaño completamente liso a la altura de las tetas, tez blanca aunque le encanta el sol y de ahí su color canela de sueño, de tetas operadas, redondas con la caída perfecta, pezones rosados del tamaño ideal, ni muy grandes ni tan pequeños que no se puedan saborear, y una pequita en el pezón que más que provocar es descarada a la hora de estar desnuda. Delgada, con una nalga que provoca desde que entra en cualquier habitación, completamente sexy y elegante a la hora de vestirse, la perfecta princesa de realeza en la calle y una mujer que sabe muy bien lo que quiere a la hora del sexo. Tiene un fetiche por la lencería que hace muy difícil verle la misma ropa interior dos veces, pero cada una es más sexy y espectacular que la anterior, un amor puro por los tacones que le quedan de infarto en sus piernas de bailarina torneadas y cortas (la mezcla perfecta).

Nos conocimos en un trabajo hace ya varios años, y la verdad tuvimos un clic desde que nos conocimos, no sé, la manera de ver la vida de los dos es muy similar, después de hablar nos empezamos a dar cuenta que nos encantábamos, que cada uno tenían un complemento que le hacía falta al otro. No sé de esas relaciones cósmicas que no se espera encontrar nunca en la vida, y si a esto le sumamos el sexo…..No había nada más que pedir.  

En otros relatos les contare que paso entre nosotros en todos esos años, pero esta es una historia que se concentra en un momento especifico de nuestras vidas y deseos, el momento donde todo valía y nada se ocultaba.

Estamos en una finca del Sur a nuestra ciudad, una zona muy cálida cercana al nivel del mar, decidimos de última hora ir a la finca de unos conocidos para pasar el fin de semana, la verdad hace tiempo no habíamos podido vernos por motivos de trabajo y demás, fuera de eso estábamos con muchas ganas acumuladas de poder disfrutar un tiempo para nosotros.

El viaje a la finca fue “normal” ella estaba de vestida vaporoso azul rey de tiritas que le llegaba a los tobillos y una chanclitas bajitas, normal para nosotros, eso incluye mucho morbo en el camino, una paja escondida por los vidrios polarizados del carro y una mamada deliciosa aunque peligrosa. 

El hecho es que llegamos a la finca más que calientes, pero no podíamos encerrarnos a comernos inmediatamente porque las habitaciones eran compartidas y todavía faltaba gente por llegar.

Llego el momento que la finca estuvo completa y las habitaciones repartidas, la tarde estaba perfecta para piscina y cervezas, entonces nos dedicamos a descansar y disfrutar del sol, ella acostada marcando más su línea de bronceado y yo en la piscina sin perderle una sola mirada a ese culo delicioso.

Llego la noche y con ella los tragos y la fiesta, pero nosotros estábamos más interesados en poder disfrutarnos que en la fiesta que acontecía.

Mientras estábamos en la comida no desaprovechábamos cada momento para morbosearnos, cada vez que nos cruzábamos nos agarrábamos alguna parte del cuerpo para poder demostrar que las ganas no se bajan en ningún momento.

En una de esas cruzadas no me aguante más y la lleve de sorpresa a la habitación que nos habían dado, la bese con unas ganas imposibles de medir, su boca se me quedaba cortica para las cosas que quería hacerle, la quería comer a besos literalmente. Ella no se queda atrás, es experta en demostrar ese deseo con esa boca pequeña pero deliciosa, labios delgados pero la lengua es completamente adictiva. Lo que más disfruto de este momento es desnudarla, es un placer que lleva su tiempo, besarla por encima de la ropa interior, olerla, sentir como su cuerpo se prepara para demostrar el deseo que tiene guardado para mí. Yo en ese momento ya estaba listo, mi pantalón muestra mucho mas de lo que debería, y Paula disfruta siempre verme asi y saber que solo es ella quien me pone a mil. 

La acosté boca arriba en la cama después todavía con la ropa interior puesta, le bese las tetas y fui bajando hasta su ombligo, al lado de esta delicia de abdomen esta un tatuaje de un lirio que la hace más sexy todavía.

Le baje las tangas negras de encaje que tanto le gustan y quedo a mi disposición esa cuquita depilada, de color rosado con los labios delicados listos para disfrutar, la más suave y perfecta de todas esperando a ser besada. Me acerco despacio y la huelo, es lo que más me gusta, apretó mi cara y mi boca, ella se tensa de anticipación, esperando el momento en donde por fin le pasare la lengua de abajo a arriba hasta terminar en su clítoris delicado y empezando a crecer. El sabor es indescriptible pero completamente adictivo, no es posible llevar cuenta del tiempo que me dedico a bajarle, es mi placer perfecto. En el momento que le estoy bajando le tomo las piernas desde atrás de las rosillas y las llevo a su pecho, exponiendo ese culito delicioso que me mata y no me deja dormir, me acerco y le paso la lengua, el sabor es ella, a su olor, su sudor, es ella la que me vuelve loco, le estoy pasando la lengua en su culito y metiendo la puntica gradualmente disfrutando como se pone y como se tensa cada vez que lo hago. Cambio nuevamente a su cuquita en extremo mojada y la hago venir de la manera más deliciosa posible sacándole un grito de placer que fácilmente nos habría delatado si no es por la fiesta que está afuera.

Paula me dice que ya es su turno, u me hace parar en frente de su cara, ella sentada en la cama desnuda y mi pipi a reventar. Me quita la correa y ve que tengo liquido preseminal en la punta, goteando de la excitación, ella lo toma con la lengua mirándome con esa sonrisa de picar que la caracteriza, le encanta comerse mi semen y que me le venga encima, y en especial el sabor de esas lubricadas inesperadas cuando me lo esta mamando. Me quita la ropa y queda al frente de su cara mi pipi de 22cm grueso, palpitante y expectante. Paula lo toma y se lo mete a la boca con una malicia y paciencia que atormentan, pero hace que todo valga la pena, me ha hecho las mejores mamadas que he tenido.

Intenta metérselo todo a la boca pero solamente es capaz con una parte, el resto de pipi lo agarra con las dos manos para ayudar a la mamada monumental que esta a punto de hacerme.

Me hace acostar boca arriba, le encanta que la mire como disfruta de mí, le encanta torturarme con esa boca y esa lengua deliciosa, cuando está en control la cara le cambia, se le transforma la cara en lujuria pura y ella lo sabe, lo disfruta y lo maneja a la perfección. Mientras me está dando la mamada del mundo, me hace exactamente lo que le hice, me toma de las piernas y me las sube para poder chuparme el culo y las guevas, le encanta tenerme en su poder. Me empieza a meter la lengua y me termina de poner al límite. En ese momento estamos los dos completamente bañados en sudor, olor a sexo, anticipación y deseo. Tengo que comerte como te mereces le digo y la pongo boca abajo con las nalgas encima de dos almohadas. Esto me da el punto de vista perfecto para poder aprovechar al máximo todo.

Tengo el pipi a reventar, duro, palpitando, difícil de manejar,  me arrodillo detrás de ella y le juego en  la entrada de su cuquita emparamada y lubricada. Siempre me ha dicho que le encanta mi pipi gigante y que es el más grande que ha visto, ella sabe que me ponen a mil esas palabras y empiezo a entrarlo despacio para acostumbrarla.

El calor y lo lubricada que esta hace que se me pare aún más, no tengo que cogerlo ni agarrarlo con las manos para entrarlo, esta tan pero tan duro que se sostiene solo.

Por fin la espera termina, lo tengo todo adentro, paula ahoga su grito de felicidad en la cama, agarra mis manos fuerte y no me deja mover. La tengo ahí, clavada, excitada y lista para hacerla mía. Me muevo, se viene la primera vez, se agarra de donde puede, grita, se mueve, intenta salirse pero no puede, la tengo para  y no la voy a soltar. El primer orgasmo la deja más arrecha que nunca, me dice que me la coma como a la más perra de todas, que le demuestre las ganas que le tengo y que se lo entre duro y más duro, se viene por segunda vez, no para y yo menos, quiero arrancarle más orgasmos, me los quedo debiendo de la última vez que nos vimos. 

Se ha venido tanto que el olor a sexo inunda la habitación, las almohadas mojadas y mi pipi lleno de sus fluidos, me apoyo en las manos y se lo sigo metiendo a la par con mi deseo, no se sabe que nos puede delatar las fácil, los gritos y gemidos de los dos o el sonido de mi pelvis chocando con ese culo tenso y a punto de venirse una vez mas. En ese momento escuchamos la puerta, alguien trata de entrar, nos quedamos quietos, nos miramos y decimos al mismo tiempo… jueputa la puerta (ninguno había cerrado con llave), nos tapamos con la sabana esperando que nadie nos viera, con la calentura a tope y los orgasmos pendientes

En esas entra clara prendida buscando donde acostarse un rato. Al estar la luz apagada no se percata de nosotros, el sexo llena la habitación y ella sin darse cuenta se acuesta en la cama más cercana a nosotros. Clara es una amiga de hace un tiempo, 28 años pelo negro liso, de piel blanca similar a Paula bronceada del día de sol, pero con una tetas 34 operadas que se le quieren salir del bikini que lleva puesto y una nalga con una brasilera que no cubre para nada, se acuesta a dormir.

Paula y yo no pensamos parar esta arrechera que tenemos en este momento y decidimos seguir comiéndonos con clara medio prenda dormida al lado, no nos importa nada, primero nosotros y el sexo.

Sentimos que Clara se voltea dándonos la espalda y se duerme, aprovechamos y me acuesto boca arriba, sigo másduro que nunca, y paula se me sienta encima, sé que le llego más allá del fondo porque el gemido que se le sale cuando lo tiene adentro es delicioso, se tapa la boca con las dos manos sin lograr tapar el ruido que ya hizo, me mira a los ojos perdida, excitada, desencaja, le agarro la nalga y la fuerzo hacia mí, no puede moverse, me pone las tetas en la cara y mientras se lo empujo durísimo le muerdo los pezones, se viene otra vez, no dejo de morderla y ahora sin soltarle los pezones empiezo a levantarle la nalga y dejarla caer sobre mi pipi más grande y grueso que nunca, nos olvidamos por completo de clara, solo estábamos en nuestro momento, decidimos tomar un poco de aliento y miramos a ver quepasaba con clara, cuando vemos la sorpresa que ya no nos daba la espalda y mucho menos estaba dormida. Estaba mirándonos fijamente con las tetas afuera de su bikini apretándoselas con una mano mientras se estaba masturbando con la otra, nos pide que no paremos que por favor la dejemos ver.

En ese momento se para y cierra la puerta con llave, y se nos sienta en la cama, su cara lo dice todo, esta al extremo de la excitación, y que mejor manera de aumentar el morbo que con una amiga mirándonos.

En ese momento paula y yo cambiamos de posición, la puse boca arriba y le baje otra vez, el sabor del sexo me pone másloco todavía y le paso la lengua, la chupo, la muerdo con más ganas que antes, la dejo lubricada y se lo meto. Ya no había de que escondernos, el gemido fue tan grande que Clara inmediatamente dice, esto lo tengo que ver de cerca, y pone la cara a 15 cm de la cuca de paula para ver como se lo meto, lo saco y se lo pongo cerca a la para para ver que hace…. Piensa y se lo mete a la boca saboreando los orgasmos de Paula que estaba a reventar con los ojos cerrados y no paraba de moverse, ya habíamos perdido la cuenta de cuantas veces se había venido, calculamos que más de 10 mientras clara no paraba de masturbarse y decirnos cosas a los dos. En un momento inesperado miro hacia paula y veo como Clara sin pedir permiso se le sienta en la cara a Paula, nos toma a los dos por sorpresa pero no nos hace parar, Paula la mira, la huele, la siente más mojada, igual que ella, y deja que caer todo su peso sobre su cara, con la cuquita depilada igual que paula le cubre toda la boca,  le empieza a bajar tal cual se lo hago yo, ese momento la excitación se multiplica por mil, Paula se viene inmediatamente siente esa cuca en la cara mientras empieza a bajarle y yo sigo metiéndoselo con fuerza sin perder detalle de lo que pasa, Clara le apreta las tetas, se las acaricia, y con sus manos va buscando su clítoris, y sin pensarlo baja a chuparlo, en un 69 salido de este mundo. Al ver esto paro, es demasiado para mi y no quiero venirme todavía, lo saco y dejo que le chupe la cuquita a Paula. 

Lo que empiezo a ver me pone peor que antes, el 69 se apretan con las manos, se agarran, gimen, Clara se viene la primera vez en la cara de Paula, ahora ella sabe lo que yo siento en ese momento y porque no paro nunca, porque así mismo lo hizo, en el momento que sintió el orgasmo la apretó mas todavía y empezó a tenerle los dedos.

Quiero ver la cara de Paula bajándole a otra mujer, quiero verla con la cara llena del orgasmo que acaba de tener Clara, la veo y más me gusta lo que veo, le está haciendo con la lengua movimientos rápidos en el clítoris mientras Clara del placer tiene que parar de bajarle a paula para poder gritar. Quiero participar, y empiezo a bajarle al mismo tiempo que paula, nuestras lenguas se encuentran en la mitad y nos besamos con el sabor del orgasmo anterior, la dejo en la cuquita de Clara y empiezo a chuparle el culo, los dos la estamos chupando al mismo tiempo y ella no sabe qué hacer se viene a chorros, no se controla, su espasmo es tan grande que la tenemos que agarrar entre los dos para que no se mueva de donde esta, se viene en la cara de los dos dejándonos emparamados, de aquí en adelante nada va a ser lo mismo para ella y lo sabe, la vamos a volver nuestra esclava. 

Clara esta sique en el 69 con paula, ahora es mi turno de participar, se lo meto a Clara y dejo que todos los fluidos caigan en la cara de paula, en esa posición me pasa la lengua desde el culo hasta las guevas, y también le quedan ganas para chuparle el clítoris a Clara, se lo estoy metiendo tan fuerte que Paula la tiene que  apretar para que no se mueva más, siento que me tengo que venir, ya no aguanto mas este momento, cada vez mas siento la cabeza  del pipi mas y masgrande, lo saco y me vengo en la boca de Paula, pareciera que no me había venido en semanas porque la boca le quedo llena de semen, como le gusta, Clara al ver que me vine se voltea inmediatamente y le come la boca a besos a Paula y le dice que le comparta de ese semen tan delicioso, las dos se lo tragan y se siguen besando sin parar abrazadas y con las tetas llenas de semen que quedo por fuera.

Nos dormimos los 3 sin importar a quien dejamos afuera, llenos de sexo, desnudos y con deseos por cumplir.

knibal

Soy hombre heterosexual

visitas: 1773
Categoria: Tríos
Fecha de Publicación: 2018-04-06 05:30:39
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4 Comentarios

Así es como vale la pena leer un relato, perfecta ortografía y muy sensual redacción. Ya somos 4 quienes nos vinimos a chorros con esta experiencia.

2018-06-15 07:52:45

Que buen relato... las fincas son del diablo.... jajajajja, me acordaste mucho como conocimos a MP.

2018-04-07 15:52:42

Excelente relato, realmente me transporto al momento. Que bueno que la pasaron

2018-04-07 06:04:19

Wuuuuaaaas q delicia de relato y super bien contado con la magia del erotismo y la lujuria a todo su esplendor me encanta felicidades y me imagino q falta más de este relato que pasó después y q otros momentos de lujuria tuvieron ...

2018-04-07 03:31:36