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Culiando con Rosita la del aseo

Hola tengo 50 años y vivo solo con mi esposa. Tenemos una casa bastante amplia por lo que mi esposa, que trabaja lejos tuvo que contratar a una sirvienta, se llamaba Rosa. Una mujer joven yno muy bonita, de 27 años.

Rosa era una muchacha de pueblo, pero tenía un cuerpo increíble. Era morena, sus tetas eran de tamaño bastante considerable (a veces cuando salía de paseo usaba escotes y se le veían increíbles) y un culo bastante formadito por sus jornadas de trabajo.

Un día estaba en mi habitación trabajando en mi computador, cuando entró Rosa a hacer limpieza. Rosa traía un legginspegaditos que dejaban ver su culo casi al desnudo y una blusa detrabajo.

Cuando se puso a tender mi cama pude ver por el reflejo del computador que lo hacía de una manera muy sensual, me puso a mil y no pude evitar una erección. Empinaba su culito cada que se subía a la cama para sacudirla, casi quedaba acostada boca abajo, parando el culo como si quisiera que la viera. Me asuste y decidí no voltearme a verla o decirle algo.

Otro día, yo me quedé solo viendo la televisión en la sala, para esto, Rosa se había puesto de nuevo sus leggins negros y una blusita muy escotada con botones en el escote, y mientras sacudía los muebles la vi de reojo y se le habían soltado dos botones, dejando ver sus ricas tetas.

Ella sacudía y sacudía, y en una de esas al inclinarse demasiado, alcancé a ver sus pezones, sus tetas colgaban de una manera hipnotizarte mientras limpiaba la mesita de centro y yo sentía que lo hacía para provocarme. No pude evitarlo de nuevo y tuve otra erección. Decidí apagar el televisor y subir a mi habitación para hacerme una paja y calmarme.

Entré al cuarto, me desabroché el pantalón y saqué mi verga erecta para empezar una paja, cuando me puse a pensar que si ella quería de veras dármelo, ella me estaba provocando con ese par de tetas y con ese culo de campeonato.

Me quedé en bóxer y baje a la cocina donde ahora ella estaba lavando la loza del desayuno. Me asomé para verla y ahí estaba ese culo listo para ser penetrado por mí, ya urgido y erecto, pene.

Me le acerqué hasta que la tomé de la cintura y pegué su culo contra mi verga, apretándole mi verga. Rosa se alarmó al principio pero cedió muy fácilmente y comenzamos a jadear los dos

-Ay don Mauro, quédese quieto, que tal venga la Doctora y nos pille

- Ayyyyy rosita, déjese que eso no duele, usted me trae así desde el primer día, no sea malita, no vamos a contarle a nadie si?

Comencé a moverme con un vaivén como si me estuviera haciendo una paja con su culo, sin penetrarla

Me baje el bóxer y le bajé el leggins, la lleve al sofá de la sala y la puse en cuatro con el culo bien parado. Tenía su ano virgen y no olía feo como pensé que iba a oler, así que le metí mi lengua, girándola en círculos dentro de su culito apretado.

-Ay! Señor por ahí no, ay!! Ayyyyy que rico se siente

-¿Te gusta?

-Me encanta, pero por favor no quiero que me lo meta por ahí señor, noooo, hágame lo que quiera pero por adelante si ?

Dejé de besar su ano y baje a suchochita mediopeladita y que estaba bien mojada.

Abriendo sus piernas me atrajo hacia ella, haciendo que nuestros cuerpos se juntaran. Quedé muy cerca de su rostro y comencé a besarla, su lengua comenzó a hacer movimientos increíbles. Coloqué mi verga sobre su ano pero me detuvo.

-No señor, mejor por ahí otro día sí?

-Si mi amor, entonces te la meto por tu cuquita nada más vale?

Metí mi verga en su húmeda vagina sin ningún trabajo y comencé a bombear mientras le sacaba las tetas de su blusa, dejándosela puesta.

-Ay señorchúpeme las tetas... asiiii, siiii, rico.

-Ahora quiero su leche señor, la quiero toda adentro, por favor

Al decirme así , comencé a bombear con más fuerza, cuando de repente Rosita comenzó a tener espasmos, su espalda se arqueó completamente y su vagina comenzó a estrangular mi verga dentro de ella , sentía como si me estuvieran ordeñando y ya no pude más, eyaculé llenándola de mi leche.

-Ay que rico se siente, me lleno toda, gracias señor Mauro

Nos quedamos pegados un rato y cuando se me bajó la erección mi verga, se salió solita dejando escapar mi blanco semen de su vagina.

-Quiero que me siga culiandoDon Mauro

-Está bien, cada que podamos lo haremos, pero cuidado alguien se entera

Sonó mi celular y era mi esposa que no podía venir a almorzar, que almorzara solo o con rosita si todavía estaba en la casa, colgué y le propuse a Rosa bañarnos juntos, ella dijo que sí y nos metimos a la ducha. La besé mientras bañaba su cuerpo y ella el mío. No pude evitar tener otra erección y ella sonriente se arrodillo y me la chupó.

Eyaculé de nuevo ytodo fue a dar a su boca -Trágatelo, así mi niña, le decía mientras su garganta disfrutaba del sabor de mi leche tibia

Tragó mi semen y luego me dioun besito en la punta de mi pene.

Terminamos de bañarnos, yo me fui a mi habitación a cambiar y ella se vistió y se fue, después de ese día todo cambió, ahora tenía una mujer en mi casa que hacía todas mis fantasías realidad. Por supuesto que seguimos culiando y probando otras cosas nuevas.

ConejoCaliente_45

Soy hombre heterosexual

visitas: 1200
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2018-06-19 11:49:27
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1 Comentario

Uy que riko viejo Mauro ese relato con las empleadas del servicio esas viejas son muy perras cualquier cosa me deja el número de su empleada para darle buena verga

2018-07-07 00:03:01