Un día mas de trabajo, habían sido días largos, pasaba uno detrás del otro los pacientes a mi consultorio. Al salir a la hora del almuerzo fui a la cafetería y me senté un momento para tomarme un café, escuché los tacones de alguien entrando ese escondido recinto al final del pasillo. Cuando la vi entrar vi unos tacones negros fui subiendo la mirada, sus pantalones aunque elegantes apretados a unas piernas largas gruesas, camino hasta el tanque del agua quedo de espaldas a mi vi su culo respingado paradito, unas caderas que hacían juego, se dio la vuelta cuando lo hizo sus ojos se encontraron con los míos y nos saludamos.

Intenté disimular y levanté la tasa pasar un sorbo de café tenia la boca hecha agua, ella saludo cortes, seguro que se había dado cuenta de lo que había generado en mi, vi en sus ojos la mirada de complicidad como quien tiene algo para decir pero lo deja pasar para no complicar las cosas. Fue políticamente correcta hablando de cosas de la rutina y se sentó en la mesa del lado. Yo aún sentía la respiración agitada y como ver semejante mujer con su largo cabello negro intenso, esos labios enormes y esos ojos grandes que hacían juego con ese lindo trasero, grandes tetas y todo ese morbo que me parecía respiraba. Fueron un par de segundos, empezó a llegar más gente, cruzamos un par de miradas y las cosas quedaron así.

Al otro día que la volvía a ver esta vez estaba yo almorzando en esa cafetería, las mesas estaban llenas solo había un puesto en mi mesa vacío cuando ella llego así que no le quedo mas remedio que sentarse junto a mi, nos saludamos ella rosó su rodilla como mi pierna y sentí que hubo electricidad y ahora no solo mi respiración se agitaba sino que además sentí como mi pene se hacia mas grande, voltee la mirada y encontré sus ojos ella me sonrió y se disculpó, en sus ojos vi picardía, yo moví mi pierna para devolverle la caricia y sentí que su respiración se detuvo eso me dio gasolina, había gente por todos lados y yo sentía mi pene presionando mi ropa interior. No hablamos durante el almuerzo.

Al siguiente día pasé por su puesto para evitar comentarios y tener un poco mas de privacidad la invite a almorzar fuera, fuimos a una frutería cerca al trabajo que tenia un segundo piso, en ese sitio le conté como me había sentido el día anterior, se notaba en ella la curiosidad, le dije que sentirla cerca y rosar su piel volvía a generar esa sensación en mi, me dijo que no me creía le dije si quieres puedes comprobarlo, tenia una sonrisa nerviosa pero sus manos mostraban decisión así que vi como se acercaron a mi pantalón desde la rodilla fueron subiendo y encontró mi bulto algo tenso con mi respiración agitada. Lo acarició primero con la yema de los dedos luego lo agarró con toda la mano y lo apretó un poco, me dijo quiero verlo el salón del segundo piso estaba solo, no lo pensé mucho y desate el complicado juego de botones de mi pantalón ella me ayudo deslizando el cierre. Y vi como lo sacaba de entre mis pantaloncillos. Escuchamos un ruido y cada uno intento disimular, yo me acerque a la mesa y puse el delantal de la mesa sobre mi, vimos como el poco apoco aparecía la mesera con la fruta y el helado.

Lo que pasó después de que la mesera bajo las escaleras fue probar el helado, ella se llevo una cucharadita de helado a la boca, sus ojos brillaban sus labios se veían llenitos de un color rojo continuó con su sonrisa picante. Me dijo que ella quería probar a que sabia el helado en mi pene erecto ella coloco su mano en mi pecho para poner al descubierto mi pene y vi como puso helado en la punta que ya esta con algo de liquido pre seminal, sentí que me quemo el frio al principio pero esta sensación se alivio pronto cuando sentí sus labios carnosos y calientes besar suavemente la punta de mi verga.