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no se aguantó...

Fernando me escribe al whatssap sobre un concierto al que fui hace un par de noches; realmente ponía cualquier tema para que terminemos charlando sobre las fantasías cuckold que mi negrita y yo tenemos y de las cuales él y yo hemos venido hablando bastante; siempre se ha mostrado muy amable y ha sabido ir hasta donde yo le he ido permitiendo, dando una buena confianza; hace ya bastantes meses lo conocimos en un bar con mi esposa, pero ella no quedó muy motivada con él. Nos invita a tomar algo, pero yo le digo que la negrita está un poco ocupada y que no creo tenga mucho tiempo, pero se me ocurre decirle que venga a nuestra casa para que entre él y yo nos tomemos unas cervezas y pues tratemos de tentar a la negrita.

Bibi, hermosa negrita de piel reluciente y delicada, todo su cuerpo emana placer, desde el primer día en que la conocí – hace 8 años – quise gozar cada centímetro de su cuerpo y ella sabiéndose divina me daba todo el gusto que fuera haciéndome adicto a su ser. Todo fluyó hermosamente, la comprensión ha sido muy bonita y la confianza creció de forma incondicional; pronto me confesó que creía ser bisexual y de algunas aventurillas que tuvo con una amiguita del colegio; las fantasías se iban haciendo realidad e iban surgiendo otras, conocimos el mundo swinger y nos fascinó. Ella tuvo la oportunidad de experimentar su lado bis y es lo que más le gusta de todo lo que hacemos; yo desperté gustos nunca esperados por mí, ver a mi esposa con otra chika, totalmente ida de placer fue único de excitación; sin embargo me daba cuenta que algo me generaba mucho goce y lo experimenté desde la primera vez que otra persona entró en nuestra vida sexual: me ha encantado ver a mi negrita gozada, verla gozando, especialmente con hombres, ver el momento en que la verga le entra y la expresión de ella cerrando los ojos y dando un gemido, luego el balanceo, la cara de loco-placer del hombre metiendo y sacando su virilidad…

Es de estas aventuras de las que quiero relatar esta noche… lo estoy relatando en tiempo real, en este momento acaba de llegar mi esposa, que estaba con una amiga de compras y aprovechando para tomar unas cervezas, ya le había escrito sobre Fernando y no parecía muy interesada, sólo me dijo que lo recibiera y charlara con él. Me acaba de decir que esperaba encontrarlo a él cuando llegara, y la forma en que lo dice quiere decir que la idea no le ha disgustado del todo. Le escribí a él que ya está la negrita en casa y pues en este momento me encuentro esperando que llegue…

La negrita se ve divina con su jean apretadito que le hace resaltar sus lindas piernas y paraditas nalgas que dan ganas de agarrar. Le digo que se ve muy linda y que la blusa blanca le resalta su belleza, su cabellera crespa está suelta y le da un toque de sensualidad y erotismo. Sonríe cuando la alago, le encanta sentirse admirada y deseada, es un poco exhibicionista y eso me encanta de ella.

Aquí paro por un momento la escritura, me voy a la cama con mi negrita, buscaré imágenes eróticas y se las mostraré, hablaremos de algunas cositas para ir entrando en calor, mientras llega nuestro invitado.

Minutos después llega el tan esperado… mi negrita parece desinteresada y no sale de la habitación; hago pasar al invitado que trae unas cervezas y nos sentamos en la sala. Pregunta por Bibi, pero rápidamente pasamos a otros temas, entre risas y burlas. Por whatsapp le pregunto a la negrita si quiere una cerveza, a lo que responde afirmativamente, pero pide que se la lleve nuestro invitado para saludarlo. Cuando vuelve de la habitación noto que tiene el pantalón abultado en muestra de que tiene la verga parada. Me dice que se ve muy rica en pijama y por su relato me doy cuenta que se ha cambiado para parecerle más sexy y tentarlo. Mi perversa mujer lo recibió con un tanto de frialdad, mostrándole su hermoso cuerpo y no permitiéndole hacerle nada. Sólo se saludaron, él la halagó y le expresó otras tantas cosas.

Ya en nuestros temas, seguimos dándole a la cerveza hasta cuando nos vemos interrumpidos. Mi negra sale de la habitación, se ha puesto una hermosa lencería purpura que resalta su cuerpo. La muy coqueta se me sienta en mis piernas y me da un sensual beso y luego al oído me dice que está un poco caliente, que se va a portar mal y que yo me quede quieto. Se le acerca al invitado y le pregunta si se le puede sentar en las piernas. Sin esperar respuesta se va acercando y se pone cómoda sobre las piernas de Fernando, en seguida le coge el rostro y lo hala para darle un rico beso. El invitado aprovecha para acariciarle las piernas y poco a poco sube hasta los senos, que son una delicia. Se los saca del brasier, se los manosea y los chupa con calidez. A ella eso la excita mucho y se pone más caliente, también alarga su mano y le saca la verga del pantalón para acariciarla con delicadeza. Después de unos minutos en esa gozadera y Fernando ya dándole dedo a la negrita, ella me mira con esa cara de putica complacida, me manda un beso, se pone de pie dándome la espalda y empinando el culo para que yo se lo aprecie mejor, pero a medida que levanta más el culo, baja más su cabeza y me doy cuenta que lo que busca es meterse la verga de Fernando a la boca. Moviendo el culo para que yo la vea, me imagino la mamada que se está dando, porque él tiene una cara que no le puede de la arrechera. Ella busca comodidad y se arrodilla; en esta posición me mira en varias ocasiones con una cara de perversa, como diciéndome que soy un gran cornudo y ella una gran puta. Yo no me puedo aguantar más y saco mi verga para acariciármela mientras los veo gozar.

Después de esa rica mamada, Fernando la agarra suavemente por el pelo y se ponen de pie. Sin soltarla del pelo la recuesta sobre el sofá de tal forma que su culo quede libre para penetrarla; se hace a un lado, me hace señas para que me acerque y cuando estoy junto a ellos me dice que tengo una mujer muy rica y que le toque esa vagina tan mojada que tiene, porque en seguida la va a penetrar. Yo siento esa cuquita llenita de fluidos, ella se retuerce de placer, me agacho y le doy un par de lengüetazos. Me hago a un lado esperando para ver cómo es penetrada. Siento cómo se acerca esa verga grande y dura, le soba la cabeza en la entrada de la vagina y ella no hace más que retorcerse. La verga le entra y ella da un ligero gemido, le hace suave y yo me alejo, siento que el ritmo aumenta y los gemidos se hacen más fuertes. Miro y ya se nota que me han olvidado, porque se mueven precipitadamente. En un rincón me pajeo viendo cómo se follan a mi esposa, los pensamientos de placer, perversión, algo de celos raros me excitan muchísimo.

La tiene cogida del pelo y le da duro, ella sólo gime como putica; de un momento a otro le saca la verga y ella aprovecha para voltear bruscamente y besar a Fernando de una forma muy caliente, lo voltea y lo tira contra el sofá, en seguida se sienta sobre él, con una mano coge la verga y le baja para metérsela otra vez. Se la traga toda en esa vagina y sigue cabalgando; como toda negrita es una locura verla cabalgando, se mueve muy rico, puedo ver ese culito meneándose de lo lindo y el ruido de los golpes al caer sobre el cuerpo de él. Es difícil aguantar ese ritmo y nuestro invitado se viene rápidamente. Ya cuando lo siente descargado y sin alientos, se pone de pie, le quita el condón y le pega una buena mamada de verga. Luego se me acerca y me dice al oído: “qué rico amor…”

Se va al baño y luego pasa a la habitación, pero cuando pasa por el frente de nosotros se acerca a Fernando y le dice al oído que tenga una buena noche.

parcuck

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visitas: 1280
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2018-09-27 22:28:21
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1 Comentario

Waooo delicioso relato ... Me tranaporto a las aventuras que tengo como hot wife...

2018-10-01 00:40:07

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