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LOS TRIOS... LO MEJOR DE LO MEJOR

La mayor fantasía sexual de todo hombre es tener un trio mujer, hombre, mujer, ¿pero alguna vez se han puesto a pensar si su pareja realmente está convencida de quererlo hacer? ¿O tal vez lo haga por darle gusto? Solo si y solo si la respuesta es afirmativa aventúrese en la realización de uno, de lo contrario podrá pasar del placer al dolor en un minuto.

En aquella época era normal que los servicios que realizaba se centraran a atender hombres, muy de vez en cuando alguien me llamaba o escribía a preguntar si atendía parejas para realizar tríos, pero la verdad casi todos lo hacían más en busca de tener sexting conmigo.

No sé por qué la mayoría de los hombres piensan que ser prepago es como ser una maquina dispensadora de sexo, o que estamos tan necesitadas de sexo que a la primera palabra caliente nos mojamos, no señores, ser prepago es un estilo de vida que muchos no entienden ni comparten y que todo el mundo critica sin ver más allá.

Dicho esto, recuerdo que ese día un fulano me contacto para hacer un trio, el tipo era bastante preciso hacia lo que quería, lo que hizo que automáticamente entendiera que él sabía lo que buscaba y se notaba que tenía experiencia en el tema, así que acordamos las condiciones del encuentro y quedamos en vernos esa noche en el apartamento de él.

Al llegar me abrió la puerta un tipo alto, maduro, acuerpado, de voz bastante agradable, me invito a seguir. En la sala estaba sentada de espaldas a la puerta una mujer de cabello negro largo, que al escuchar mi voz y sin darse vuelta para verme dijo:

-sigue Andrea, te estábamos esperando.

Me pareció gracioso la forma en que lo dijo porque se asemejaba a una de las escenas del padrino.

Al sentarme en la sala, me di cuenta que era una mujer tal vez de unos 40 años, bastante bonita, muy bien arreglada y que tomaba vino en una copa grande la cual manejaba con mucha simpleza, pero con mucho estilo.

De su escote dejaba ver unas bonitas tetas, que a primera vista parecían operadas, estuvimos hablando un rato para romper el hielo, pero con esta pareja era distinto, la charla era tan amena y sin presiones para que lo atendiera que muy pronto estábamos los tres tomando vino como si se tratara de viejos amigos en una noche bohemia.

Ellos son pareja swinger de muchos años, asisten a varios clubes de la ciudad, pero en ocasiones les gusta hacer tríos en la casa y contratar prepagos, lo que hacía que me sintiera más a gusto porque ya tienen claro que es lo que buscan y cuáles son los limites.

Nos habíamos tomado tal vez dos botellas de vino y me dieron ganas de un cigarrillo, les pregunte si fumaban y me pasaron una cajetilla, al destaparlos note que estaban mojados y al olerlos dije:

-esto huele a pura “yerba”

Al escucharme decir esto, se miraron y se echaron a reír.

-tu consumes? Me pregunto el tipo.

-si lo hago. Respondí

-traes algo contigo?

-si, en mi bolso tengo.

-que bien, porque a nosotros solo nos queda un poco, que tal si te preparas unas rayas mientras busco otra botella de vino.

Saqué de mi bolso la roca que tenía y en el vidrio de la mesa de centro empecé a arreglarla mientras ella me decía que ya se empezaba a sentir morbosa, que el vino estaba haciendo su parte.

Volteé a verla y se había abierto la blusa mientras tocaba sus senos, ahí me di cuenta que no eran de silicona, esa mujer tenía unas tetas muy bonitas, eran tal vez talla 34 B con unos pezones color crema bastante lindos, al verla así me contagio de su morbo y sentí el impulso de besarlos, en ese momento llego el esposo y al verla dijo:

-ey, no vayan a empezar sin mí.

-tu sabes cómo me pongo cundo me empieza a coger el vino. Contesto ella

Habían tres líneas arregladas sobre la mesa, la primera se la olio el, la segunda ella y la tercera yo, seguimos tomando vino y poco a poco la ropa fue cayendo al suelo, él tenía la verga medio parada y se le veía rica, así que no me aguante e hice el comentario si la podía probar:

-tan bobita, dale con confianza. Contesto ella

El se acomodó en el sofá, me arrodillé y al meterla en mi boca pude sentir su verga caliente que con cada mamada se ponía más dura.

Cuando la tuvo bien parada, la esposa se acercó y sentí como empezó a frotarme sus tetas en la espalda al tiempo que me besaba el cuello, no tardo mucho haciendo eso y paso directamente a la verga de su marido. En ese momento le estábamos dando una gran mamada los dos a este tipo, lo que hacía que nos acariciara el cabello a las dos mientras veíamos como su abdomen daba pequeños saltos de placer.

En la mesa de centro aún quedaba perico, una de mis fantasías era mamar una verga untada de perico, así que aproveché la oportunidad y me di ese placer. Tome un poco y se lo puse en la cabeza de la verga, los dos se quedaron algo sorprendidos, pero me animaron a que lo siguiera haciéndolo mientras me decían:

-ponle un poco mas

Al terminar de empericarle la verga, empecé a manárselo muy lentamente, era delicioso el sabor a verga con perico, y tal era mi cara de placer que la esposa poco a poco me fue retirando, hasta que ella termino por chuparla toda hasta que el tipo no pudo aguantarse más y se vino en la boca.

Seguimos tomando vino y la noche cada vez era más morbosa, pasamos a la habitación y empezamos a interactuar las dos, ella me pidió que me acostara que me quería dar lengua… juemadre! Que delicia, esa mujer me daba lengua como nunca antes alguien lo había hecho, me tenía putamete excitada, sentía que me iba a venir, sentía ganas de orinar, mi cuerpo se estremecía, mis pezones estaban muy duros y parados y solamente yo atinaba a pellizcarlos muy fuerte, mientras tanto él estaba masturbándose mientras no veía, hasta que le pidió a ella que se pusiera en cuatro para clavarla.

Fue algo hermoso ese cuadro, si antes estaba arrecha con el tren de lengua que me estaban dando, al penetrarla hizo que ella empezara a gemir, pero no dejaba de lamerme y de masturbarme con su dedo.

Cambiamos de pose, yo permanecía acostada, pero era el momento de devolver los servicios, así que ella se sentó sobre mi cara y con sus manos abrió sus labios para que le diera lengua, tenía una cuquita bonita y bastante suave, era rico sentir como se iba mojando mientras le iba dando lengua, mientras lo hacia, sentí que el subió mis piernas y empezó a penetrarme, lo hacía duro, pero sin lastimarme, y ella lo anima diciéndole:

-dale mi amor acabala, somos tus perritas!

Duramos en esa pose tal vez unos diez minutos, la arrechera de los tres era evidente, estábamos muy coordinados morbosiandonos, dándonos lengua y penetrando. El vino y el perico no faltaban, ya habían pasado unas tres horas desde que empezamos la faena y personalmente estaba fascinada con este par.

Seguimos cambiando de pose, él se había venido unas tres veces, ella era multiorgasmica y yo… la verdad me estaba echando hasta el momento el mejor polvo de mi vida.

Nos pidió que os acostarnos una encima de la otra cara a cara, dejando las piernas abiertas, así lo hicimos y empezamos a besarnos, el solo os veía y se aplicaba lubricante en el preservativo hasta que empezó a penetrarnos a las dos simultáneamente, se lo metía cinco veces a ella y cinco a mí, cada vez lo hacía más rápido y profundo, hasta que nos dijo que se iba a venir, que nos preparáramos y ella le dijo:

-dale amor, no te preocupes que yo le explico

Se acercó a mi oreja y en medio de gemidos me dijo que antes que él se viniera nos teníamos que levantar para que él nos acabara en las tetas.

Siguió penetrándonos hasta que dijo:

-me vengo, me vengo

En ese momento nos levantamos y nos pusimos de rodillas frente a la verga de él, mientras él se masturbaba. No paso mucho hasta que el chorro se seme caliente nos cayó en medio de las tetas, y antes que el terminara de venirse ella lo termino de culear chupándosela y limpiándole con la lengua la última gota de semen.

Me baje de la cama y me senté en un sillón que había en la habitación, cogí mi copa vino y me quede viéndolos como seguían morboseandose, el tiempo de servicio estaba ya había finalizado hacía rato, pero el tiempo ya no importaba.

Después que terminaron, nos relajamos los tres en una pequeña bañera que había en el baño, quedábamos estrechos pero la verdad eso poco importaba, ahí terminamos la botella de vino y las últimas líneas de perico.

Antes de irme me dijeron que habían sentido un feeling muy bacano conmigo, que era el primer trio e que se entregaban tan rico con alguien, les agradecí por sus palabras, les deje un beso en la boca de despedida a cada uno y me fui con mi cara de ponqué para mi casa.

fernando4040

Soy hombre heterosexual

visitas: 2165
Categoria: Tríos
Fecha de Publicación: 2018-11-08 14:13:35
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