Todo empezó hace diez o doce años cuando, ya pensionado, buscaba amigos de mi edad en la Guía Cereza, mas que nada para charlar un rato e intercambiar experiencias. No fue fácil. En la Guía abunda la gente joven, pero son pocos los mayores y menos aún los que solo quieran charlar. No obstante, luego de varias experiencias fallidas, logré encontrar dos o tres amigos que algo duraron. Al poco tiempo quedó solo uno de ellos, mas o menos de mi edad, con quien tengo mucho en común y que acabó por convertirse en mi mejor amigo y confidente. En razón de la edad, ya nuestros encuentros son casi inexistentes, pero nunca hemos dejado de hablar por teléfono con frecuencia casi semanal.
Hace unos años cancelé mi cuenta en la Guía por razones personales, con la pérdida de varios de mis relatos como única consecuencia lamentable (me gusta escribir y no tenía backup). En su mayor parte, aquellos eran recuerdos de juventud, estos de ahora en cambio son mas de los llamados “años dorados”.