Una vez más tu marido ha salido de viaje y me envías un audio por whatsapp.

Solo lo puedo escuchar cuando termino una reunión y por el tono de tu voz, sé que tu marido no te comió antes de irse y voy a poder disfrutar al máximo de la perra que llevas dentro.

Paso por mi casa para darme un baño rápido y pensar en ti hace que mi verga se ponga muy grande y dura, me quiero pajear pero voy a guardar toda mi carga para ti.

De camino a tu casa paso por una botella de vino, de ese que te calienta tanto, llego a tu edificio y el vigilante con su mirada picara, sabe que se va a pajear esta noche con los gemidos que retumban por los pasillos cada vez que voy de visita.

Me anuncian y me haces pasar, empujo la puerta de tu apartamento y ahí estás, desnuda, en 4, con las muñecas mal atadas y tu delicioso culo parado frente a mí.

Dejo la botella a un lado, me quito el cinturón y te lo ajusto en el cuello, además aprieto las ataduras de tus muñecas. Jalo el cinturón para que te pongas en la postura correcta y empiezo a besar tu cuello, tu espalda, dando mordidas y nalgueándote ¡Eres un bello espécimen femenino!

Te paseo por la sala de tu apartamento y se me pone cada vez mas dura la verga, con tan solo verte, así como te tengo siento como me humedezco y sé que estás gozándolo como la perra en celo permanente que eres.

Ha llegado el momento de castigarte por haberte masturbado hoy, lo noto en tus ojos, entonces empiezo a nalguearte con mis granes manos, lo alterno con el uso de la correa que tienes en tu cuello, hasta que veo que van apareciendo algunas vetas de sangre y paro para lamértelas.

Ahora pongo mi verga frente a ti para que me lo chupes como la profesional en sexo oral que eres, te metes absolutamente todos mi 19cm de placer hasta que das arcadas, pero te controlas. Lo que me encanta de cómo lo haces es que no se sienten tus dientes y que cuando lo tienes adentro me miras con la cara de perra que te caracteriza. Te encanta que te diga que eres una perra ¡Mi perra! y cada vez que lo hago, te lo metes con más entusiasmo hasta el fondo. Te encantaría que me viniera, pero aún no lo haré. Entonces lo saco y de la correa te llevo a la cama fría donde llevan a lo máximo un día sin comerte, porque necesitas verga diaria.

Te hago la seña para que te subas a la cama y te pongas en 4, dejando tu perfecto culo cerca al borde, mi verga está muy dura y lo acerco a tu húmedo coño, juego con en la entrada de tu vagina que ya brilla cuando el reflejo de la luz se encuentra a tus líquidos, lo saco y abro bien tus piernas para empezar a masturbarte, un dedo entre y sale con facilidad, dos dedos entrando y haciéndote vibrar, tres dedos y ya parece una verga, 4 dedos y todo se empieza a poner más estrecho, los cinco y con dificultad entra pero eso te encanta e intento meter toda mi mano, casi! Ya estamos cerca de logarlo cada vez te la voy abriendo más, te mojas como una vela ardiendo que deja correr su parafina por mi mano y me encanta esa sensación. Eso me da una idea, voy a tu cocina para traer una vela y fuego, paso mi lengua por tu espalda nuevamente, te la lamo, y enciendo la vela, mientras dejo caer parafina en tu espalda y haces pequeños gemidos cada vez que cae una gotera. Del closet tomo una corbata de tu marido para vendarte, vuelvo a tu clítoris mientras sigues en 4 y meto mi cara entre tus piernas y te hago sexo oral… Me encanta tu clítoris, me encantan tus sabores y olores, eres la perrita perfecta para mí. Baño toda mi cara con tus líquidos y lo disfruto mucho, saco mi cara y te lo meto suavecito en tu hermoso coño, para ir ganando cada vez más fuerza, mientras con mi pulgar te empiezo a masajear ese ano rico, te lo escupo de pronto de lo saco y te lo meto en el culo de una sola y gimes fuerte, pero te encanta que te lo meta así en seco y te sigo dando por ese culo perfecto. Me gusta que seas multiorgásmica y siento como tu cuerpo vibra mientras estás en un orgasmo teniéndome en tu culito, durante tu orgasmo aprieto más fuerte la correa para que te falta el aire y lo sientas magnificado.

Una vez el orgasmo pasa, lo saco, te desato y quito la corbata, me acuesto y te doy la señal para que me cabalgues, te pido que traigas una toalla grande, la pongo debajo de mi culo. Y me empiezas a cabalgar, me gusta verte desde aquí, la manera en que tus tetas se mueven, como aceleras y desaceleras y diferentes sentidos, tus dientes mordiendo tus labios de chupona. Te tomo de la cara para que te detengas y te digo: Orina con mi verga adentro, es la primera vez que te lo pido, sonríes y empiezas a mearte, una vez terminas te digo: Sigo yo. Me orino dentro de ti y empiezas a gemir fuerte, no sé si es un orgasmo, es algo diferente que te excita mucho, de nuevo aprieto la correa para que te falta el aire, al haber llegado, retomas la cabalgada, te mueves como una máquina.

Te detengo y me siento para quedar en una pose que me gusta mucho, sentados uno sobre el otro, besándonos, con tus tetas a mi disposición, me recuesto hacia tu mesa de noche y alcanzo dos pinzas, una para cada pezón y seguimos en esta pose.

Nos detenemos y nos ponemos en el misionero, luego pongo tus piernas sobre mis hombros y gimes cada vez más fuerte, tu comportamiento cambia y miras seguido detrás de mí, hacia la puerta, yo puedo intuir lo que sucede y no quiero mirar, te doy con más y más fuerza y tu gimes cada vez más fuerte. Yo te miro a los ojos y con un gesto pregunto si él está atrás y asientes con la cabeza. Y me dices: Dame más duro, y lo hago. Ella le dice a él: Tú siéntate, él deja su maleta de viaje en el piso y se sienta junto a la cama mientras te doy con más fuerza. Entonces volvemos al misionero y me dices algo al oído.

Te pongo en 4 de nuevo y busco tu consolador de la misma mesa de noche dónde estaban las pinzas, y me encuentro con que ahora tienes dos, los lleno de saliva, los escupo y te los meto en tu vagina, aunque ya tuviste un hijo antes de tu actual marido, se ve muy lindo tu coño. Yo meto de nuevo mi verga en tu ano tan rico.

Lo saco y voy por el vino, traigo 3 copas, le pido a tu marido que nos sirva. Él lo hace mientras yo me reintegro a darte. Él se acerca para darme la copa, yo la tomo y brindo con él, me tomo todo el trago de vino y le pido que me sirva más para que se acabe la botella. Así lo hace y se acaba la botella. Entonces le pido que le ponga un condón a la botella, que lo saque de mi pantalón, él lo hace.

Siento que ya estoy próximo a venirme entonces tomo la corbata y te la pongo en la boca como un freno, de una mano tomo la correa y de la otra la corbata, te saco los consoladores, te meto la botella en el culo y te meto mi verga en tu templo de venus y digo en voz alta: “A ver si aprende como es que se embaraza una mujer, y si queda embarazada, usted lo tiene que criar como si fuera suyo”.

Explotas mojándote como no lo había visto antes y yo me vengo mucho dentro de ti.

Quedo extasiado y ahora le indico a tu marido que te haga sexo oral y que se trague los líquidos que te salen, tu leche mezclada con la mía.

Yo le pregunto a tu marido: ¿Le gustó? Él asiente con la cabeza mientras se tumba al lado tuyo.

Yo le digo él: Límpiele el sudor a ella con la lengua. Y lo hace.

Termino diciéndole que la bañe con agua caliente.

Ellos pasan a la ducha y en ese momento me visto y me voy.

Para Esyad