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La primera vez en medio de la cuarentena

Soy una mujer, de 29 años, soltera, profesional y sin hijos. Desde hace más un año salí de una relación estable y muy larga, de esas que te cambian, y de las que no fue fácil salir del todo (tóxico nivel: Dios). Por allá a finales de febrero, me decidí a abrir Tinder. No sabía lo que estaba buscando, sólo estaba con la mente abierta para ver qué podía pasar. Dentro del montón de hombres que se notaba que no eran nada interesantes, o que sólo querían sexo pero iban mostrando sus intenciones de una (y eso iba anulando automáticamente cualquier cosa de parte mía), me encontré con alguien que me llamó la atención. Su nombre era Max. 

Él no tenía una belleza obvia. De hecho, prefiero los hombres así. La mayoría del tiempo, si se consideran súper bonitos y sexys, se mantienen con el ego por las nubes, y es muy raro el que es fiel (ellos creen que por lindos, tienen el derecho de comérselas a todas, falta ver si tienen con qué hacerlo). Max me parecía refrescantemente distinto, buena descripción de hobbies, fotos interesantes y: ¡ta tan! Tienes un nuevo match.

Él tomó la iniciativa para empezar a hablar, e hicimos clic de una. Hablamos de diversidad de temas con una facilidad increíble. Él tenía 36, pero la diferencia de edad sólo lo hizo más interesante. Todo marchaba bien hasta que llegó el coronavirus al país. De un momento a otro, decretaron cuarentena nacional y no alcanzamos a tener la primera cita. Pero seguimos hablando, y las conversaciones cada vez tenían más indirectas sexuales (además de infinidad de memes y otros temas más profundos). Me despertaba muchos malos pensamientos. Por cómo era físicamente, y por todos los temas que habíamos hablado. Me sorprendieron las ganas que tenía de cogérmelo. 

Una noche, por fin surgió el tema. Él empezó con las preguntas que yo hacía mucho tiempo que me moría por hacerle, pero el pudor no me dejaba: ¿Cuál ha sido la experiencia más loca que has hecho en el sexo? ¿Has estado desnuda en algún sitio público? ¿No te has quitado la blusa y el brasier mientras vas en un carro? ¿Qué opinión tienes sobre el sexo anal?

Fue demasiado excitante ir respondiendo cada una de sus preguntas. A medida que le iba contando todo, podía sentir cómo mi respiración se iba agitando, y cómo se iba mojando y dilatando mi vagina. Fue la primera vez que me excitó así otro hombre (estuve sólo con una persona durante demasiado tiempo), y se sintió genial. Antes me había masturbado imaginándome como besaría, como tendría la verga y cómo se movería dentro de mí; pero esa noche fue diferente, porque fue directamente con él. Al día siguiente empezaron las fotos sexys, luego los packs, y me quedé demasiado sorprendida cuando me mandó la foto de su pene erecto. Eso sí que fue una muy grande y grata sorpresa. Ahí caí en cuenta de que pasé más de diez años comiéndome un honguito, cuando pude haber disfrutado berenjenas mucho más grandes.

Un sábado cualquiera, le mandé una foto sexy (como ya se había vuelto costumbre). Tenía un body de rayas blancas y grises de tela muy delgadita, en el que se me podían ver los pezones, y tenía un short cortico de jean color amarillo, de esos que te dejan ver la punta de la nalga. Yo estoy buena. No soy delgada ni con el abdomen plano (no soy una modelo), pero tengo buenas tetas, nalgas, piernas, cintura y caderas. En mi forma personal, soy bonita y despierto malos pensamientos. En la foto que le mandé me veía demasiado buena, y yo lo sabía, y quería volverlo loco. Y resultó que Max ese sábado tenía pico y cédula, y estaba justo camino a mi edificio.

Me tocó rogarle al portero para que lo dejara subir. En momentos de pandemia, es cuando más hay que tener a los porteros en el bolsillo. Estaba ansiosa. Tenía la puerta de mi apartamento abierta, esperando que llegara el ascensor. Cuando por fin se abrieron las puertas y lo vi, sentí cómo se me aceleró la respiración. Se veía muchísimo mejor que en las fotos y los videos. Era muy alto (medía 1.84), le quedaba sorprendentemente bien la barba y el corte (Hay hombres que definitivamente se ven bien con el pelo bajito). Le sonreí y le dije: ¡Por fin! Él me sonrió también y me dijo: mujer, casi que no. Le ofrecí alcohol y gel antibacterial, para cumplir el protocolo de desinfección antes de entrar. Le pregunté si quería tomar algo, o escuchar música, pero su respuesta fue una caricia en mi rostro y un beso apasionado. Pude sentir su sabor, se notaba que hacía muy poco se había cepillado los dientes. Me impresionó cómo se me erizó la piel del cuerpo entero. Cómo disfrutaba cada caricia de su lengua con la mía, cómo de un momento a otro nos fuimos pegando cada vez más, hasta que pude sentir su verga dura en mi cadera. Sus manos iban recorriendo mi cuerpo, me agarró las nalgas: primero suave, como acariciándolas, y luego fuerte, como haciéndolas suyas. Le pedí que fuésemos a mi cuarto, y me dijo que sí.

Una vez entramos, seguimos con los besos, pero esta vez eran aún más apasionados. Sentí sus manos agarrándome las tetas, acariciándome los pezones por encima del body, y cómo mi vagina se iba mojando con cada beso y con cada caricia. Luego, fue bajando por mi cuello, disfrutando el olor de mi piel, como disfrutando el hecho de acelerarme la respiración, de ponerme la piel de gallina… Me bajó las tiras del top, y me dejó las tetas libres. Empezó a chuparlas. ¡Dios, que sensación! Intercalaba besos, chupones, apretones entre los dientes del pezón, mientras con la otra mano me agarraba y masajeaba el otro seno y el pezón. Ufffff. Me estaba haciendo perder la cabeza. Cuando me di cuenta, me estaba quitando el short y el body, y sólo me dejó el hilo que traía. Me dijo en el oído suavecito lo mucho que le encantaba. Y que me iba a comer toda, que yo era una delicia que lo tenía antojado hacía demasiado tiempo. Y eso sólo me hizo mojar mucho más.

Y tomé la iniciativa. Y empecé a besarlo, mientras le iba quitando la camiseta y el jean que traía. Cuando lo vi en bóxer, no me resistí, y se lo quité y lo llevé de pie a una pared, y me arrodillé para chupársela. Primero empecé a acariciarla con mi mano, y luego me la llevé a mi boca. Empecé pasándole mi lengua. Saboreándola,  disfrutándola. Luego empecé a chupar la punta. Y luego, fue metiéndomela y chupándola toda. Sintiendo su sabor. Sintiendo todos sus fluidos, cómo se excitaba cada vez más. Que verga tan rica. No sé si eran los meses de verano que tenía, pero su sabor me estaba volviendo loca. Era grande. Tan grande, que no me cabía completa en la boca. Mientras se la chupaba, venía su cara de placer, y me mojaba saber que por fin me estaba comiendo esa verga, y que me agarraba el pelo como puta.

Luego, me hizo parar, y me dijo que quería probarme mi vagina. Me acostó en el borde de la cama, boca arriba, me quitó el hilo, separó mis piernas, y las acomodó un poco hacia arriba. Empezó a besarme un muslo, como subiendo, y luego pasó al otro. Empezó a saborearme toda, de abajo hacia arriba, y luego me chupó el clítoris. Me dijo que me mojaba muy rico, que nunca había estado con una mujer que se mojara tanto. Siguió chupándome, y se decidió por mi culo. Empezó a besarlo, y acariciarlo con la yema de los dedos. Y yo entre el medio del pudor, no podía creer lo mucho que me excitaba pensar en que me quería coger por el culo. Se me dilató enseguida. Me dijo que quería confirmar si era verdad que cogía cómo puta, y sí quería ser su puta. Le dije que sí.

Me puso en cuatro en el mismo borde de la cama, y con mi mano, agarré su rica verga, y empecé a jugar con ella en mi culo. Suavecito, sólo con la puntica, para que se terminara de dilatar. No podía creer que me lo iba a coger, y por el culo. Le echamos un poquito de aceite de almendras, para que fuese entrando más suavecito. Yo tenía en control. Me iba moviendo en círculos, suavecito, para que se dilatara el culo. Apenas entró, me fue seguí moviendo suavecito, metiéndolo y sacándolo, y en círculos, hasta que por fin entró todo. Y Max me agarró por los brazos, para levantarme un poquito el torso, y empezó a moverse él. Que rico se sentía. Me hacía gemir demasiado rico de placer. Lo sentía grande, duro, adentro de mí. Yo procuraba moverme den círculos, y mi culo cada vez se dilataba más. Cada vez me entraba mejor su verga, completica. Y Max sí que lo estaba disfrutando. Se movía cada vez más duro y más profundo, y yo cada vez me volvía más loca. Me decía que tenía un culo delicioso. Mi vagina estaba loca de placer. Me bajaban chorros por entre las piernas. Hacerlo anal me mojaba demasiado. Max aprovechó para decirme que cogía como puta en el oído, y para agarrarme las tetas y las nalgas mientras me la metía toda por el culo. Yo jugué con mi clítoris, y le pedí que me dejara el culo lleno de leche. Me lo cumplió. Logramos venirnos casi al tiempo. Y fue demasiado delicioso. Cuando terminamos, sentí como se escurría todo el semen desde mi culo por entre mis piernas. Me sentía el culo bien abierto, y la vagina me palpitaba. Y le dije: No creas que esto es todo, todavía falta lo mejor. Max me miró con cara de sorpresa, y me sonrío con cara maliciosa.

Continuará…

Diablita-Pervertida?

Soy mujer heterosexual

visitas: 5575
Categoria: Sexo anal
Fecha de Publicación: 2020-05-31 00:48:49
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12 Comentarios

Que rica cogida 😈😈😈

2023-11-20 21:37:07

Entonces No amabas a tu anterior pareja. Porque solo querias comer PENES

2021-04-25 17:09:22

Ufff qué relato tan genial , yo soy de las que me puedo venir solo con un beso apasionado , incluso puedo hacer squirt , pq hay hombres que despiertan en uno ciertas cosas que con otros no ? química sexual supongo, yo estoy por hacer mi primer sexo anal con un single , y quiero que sea similar a tu historia

2020-08-28 23:44:23

Le yendo tu relato me iso acordar de muchos momentos inolvidables qué tuve, la dicha de vivir momentos así y créame que es lo máximo

2020-06-30 05:57:42

Oye que rico, hasta yo me antoje de eese año hermoso y asesado, que rico relato

2020-06-21 19:25:29

que buena historia y que bueno que eres de mente habierta y no tienes tabues por el sexo anal. a mi me gusta mucho no tengo nigun tabu el sexo anal hace parte de mi menu sexual.

2020-06-14 05:03:36

Que arrecha jaja

2020-06-09 15:27:33

Simplemente un muy buen relato, Congratulations

2020-06-02 19:15:10

Uufff super está tu relato, pues me hiciste trasladar a ese momento de sexo y pasión cuando te estaba penetrando por tu cola y te agarraba el cabello como toda una puta deseosa de pene sabes unas de mis travesuras es acarrarles el cabello y halarla hacia atrás con cada embestida uuf me fascina. Queda pendiente la otra parte de la historia

2020-05-31 16:50:12

Delicioso relato, Diablita

2020-05-31 15:27:06

Hola!! Que buen relato!!! Felicitaciones... esperemos la segunda parte.

2020-05-31 12:32:44

Wao que relato tan rico, lo disfruté imaginándome penetrandote por detras

2020-05-31 01:17:09

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