Habíamos quedado en ser solo amigas, celebraba su cumpleaños y en la mañana siguiente me acerque a su alcoba, le abracé, mi corazón latia a mil. No aguanté, y le dije.. no te puedo olvidar, tomó mi mano para que le acariciara, besé su espalda, sus senos, su ombligo, toqué su vajina, me detuve a preguntarle por qué lo hacíamos, me contestó nos queremos... Chupe su clitoris, saborié su delicioso néctar, le metí mi dedos, y mi lengua en su vajina excitada, besé su nalgas le toque su culto, nos acariciamos hasta nuestro orgasmo. Todo fue muy rápido aunque había cerrado la puerta, temíamos que llegara su esposo, su madre, su hija ó mi esposo. Quedamos con ganas. Nose cuando se volverá a repetir.
Relatos & Experiencias
Sólo amigas... No aguanté.
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