Hola a todos, después de pensar un poco me animé y voy a contarles mi segundo relato, quiero dejar claridad de que lo que aquí escribo es una historia real, obviamente resumida porque me sería muy difícil dar todos los detalles, pero trataré de narrarles de la mejor forma posible.

Ocurrió cuando tenía 18 años, por motivos de realizar estudios universitarios tuve que viajar de aquel pueblo pequeño y migrar a vivir a la ciudad, debo contarles que fue un cambio muy brusco y fue realmente difícil al inicio, pero pasado un tiempo las cosas se normalizaron y pude ubicarme laboralmente en la ciudad. Llevaba cerca de 6 meses en Bogotá y sentía la libertad de esta gran ciudad, vivía en casa de un familiar por parte de papá. Llevaba mi vida con tranquilidad, pero siempre con el deseo que se me había despertado al inicio de mi adolescencia, el deseo de vivir mi feminidad. A mis 18 años tenía una novia con la que me veía ocasionalmente y tenía sexo. Debo decir que pasaba muchos días sin verla por motivos de mi trabajo, me absorbía mucho tiempo, esos momentos de soledad eran suplidos con momentos de fantasía en los cuales imaginaba tantas cosas, veía videos sensuales y terminaba en pajitas deliciosas que suplían la ausencia de mi novia. Debo confesar que mi deseo por compartir mi feminidad con alguien iba creciendo cada día más, buscabas cosas en internet y me documentaba, siempre estuve con mucha curiosidad, pensaba qué se sentiría ser cortejada por un hombre, me imaginaba y me ponía muy nerviosa de pensar en una situación así.

Fueron muchos días de soñar y soñar, y dejar volar la imaginación, les cuento que me daba temor insinuármele a un chico o tan si quiera pensar que pudiera ser rechazada o insultada por mi condición. Era una mezcla entre deseo y altos niveles de miedo por el riesgo de contarle a alguien mi gusto, después de mirar que hacer me decidí, creo que era el momento, cierto día me subí a un bus del transporte público y me fui a andar por la ciudad, me había puesto mis jeans de hombre, tenis y una camisa tipo polo, pero debajo llevaba puesto mi atuendo de chica, medias veladas color negro un hilito de encaje que a decir verdad me encantaba sentirlo en medio de mis nalgas. Era una sensación indescriptible, saber que iba como una nena en el transporte público, en el recorrido se sentaron varios chicos a mi lado y yo fantaseaba con ellos, de verdad que era emocionante ese viaje. Pero no me atreví a decirles nada, en un momento en el que el bus se quedó medio vacío opté por escribir un mensaje en el espaldar de la silla, el mensaje decía “soy chica tv de closet, me gusta el transformismo, soy muy caliente mi número cel XXXXXXXXX” dejé el mensaje y me bajé para buscar otro bus y regresarme a casa.

Estuve muy emocionada por el primer paso y me imaginaba si alguien llamaría. Pasó creo que un mes aproximadamente cuando el teléfono sonó…….era el momento esperado.

Dije aló y al otro lado un hombre me saluda muy amablemente, me dice hola: llamo por el mensaje que dejaste en el bus……fue algo muy emocionante y a la vez me dio un poquito de temor, sólo atiné a decir: sí, dime?, el hombre un tipo muy culto, se presentó me dijo que tenía 50 años y me preguntó que si había algún problema con su edad, le dije que no, hoy en día sé que todos preguntan lo mismo jejejejeje….. me indicó que tenía mucho interés en conocerme, estuvimos conversando por un largo tiempo y acordamos una cita para vernos, lo que ocurrió después, será motivo de mi siguiente relato……

Un abrazo a todos. Dennis.