La conocí en guía y luego supe que vivimos cerca, fuera de Bogotá.  Ella casada, yo casado, que más podíamos pedir. Pues si, la sorpresa es que ella  es swinger. Una madura deliciosa con la que un día coincidimos en el bus, y como había mucha gente, dejamos la cita para despues. Acordamos que al encontrarnos en el bus, nos iriamos al asiento de atrás y nos besaríamos, luego dejaríamos que las ganas hicieran su labor.

Y así fue, otro día coincidimos en un intermunicipal, subimos al bus, fuimos al penultimo asiento, ella junto a la ventana y yo sobre el pasillo. De ahí comenzamos a besarnos. Luego, ella pidió que me quitara la chaqueta y la pusiera sobre mi regazo. Luego abrió mi pantalon y comenzó a acariciar mi pene. Yo miraba a todo lado, y ella subitamente bajó a chupar mi pene deliciosamente. Mis manos, mientras tanto, intentaban tocar sus senos, pero la posición era incomoda, así que se fueron a su vagina, pero por delante fue muy dificil. Así que, opte por meter mi mano por su cola y llegar a su vagina, hasta tocar su clitoris humedo. 

Oh, sensación deliciosa. Lamentablemente, tuvimos que parar cuando el bus empezó a llenarse. 

Pero aún esperamos continuar con una faena así, riesgosa y deliciosa, o mejor la recojo en mi carro y nos comemos solitos, con calma pero mucha efusividad