Hace ya un tiempo practique el BDSM en todas sus facetas, AMA, SUMISA, 24/7....

Dentro de esas experiencias me encontré con una gran amiga de años atrás que era loca con el tema, y tenía su sumiso, solito para ella, yo tenía mi pareja y era mi sumiso, igual lo intercambiaba....

Una noche, aprovechando que él no estaba, acorde con mi amiga "jugar" con su sumiso, como buen sumiso, nos complació en todo....

Todo inicio con el cocinando para las dos, vino.... y entre vino y vino, empezamos, jugamos con él un buen rato.....

Lo azotamos, una cosa de locos, sentía como toda mi vagina palpitaba, como se humedecía de solo ver su cara de dolor, mezclada de placer, ella mi amiga me miraba y sospechaba para como terminaría todo, pero me concentre en mi placer y darle placer a él a través del dolor, luego de unos buenos azotes, pasamos a la cera, caliente, llevándonos más al éxtasis, mientras mi amiga, nos observa y se masturbaba, escuchaba sus gemidos y eso hacía que mi piel se erizara….

Poco a poco ella llego a nuestro juego y como buena ama, tomo el control de su sumiso, sus azotes eran más fuertes, la intensidad de mordiscos, rasguños, más calientes, mientras mi morbo aumentaba…..

Sin pensarlo, ya éramos tres, besos van, el con solo mirarlos obedeció, hacerme sexo oral, una locura, era momento de sentir placer, sabía dónde y con qué intensidad tocar, para sus dedos por todo mi cuerpo, usando hielo, que con el calor de mi piel, se sentía delicioso…

Derramo vino sobre mi cuerpo y ella lo lamio, lento, delicioso, perfecto, pasando por mis pezones, que sin saber cómo, la esperaban, el seguía, haciéndome arquear con cada lamida, ella, con la dulzura y ternura de mujer, recorrió cada centímetro de mi cuerpo, y entre los dos hicieron que llegara a mi primer orgasmos en un trio, BDSM y Vainilla a la vez, una mezcla, excitante, placentera, deliciosa…..

Ella poco a poco fue bajando hasta cambiar de lugar con nuestro sumiso, mientras el observaba, que es una forma que él se daba placer, ella con sus suaves dedos, y cálida lengua, hicieron explotar en mi segundo orgasmo, una cosa loca, que se sentía húmeda toda la suave sabana y la cara de ella, que en sus ojos se notaba las ganas de más y de recibir.

Cambiamos de lugares, y sentir como su clítoris crecía cada que pasaba mi lengua, hacía que mi calor aumentara, así que la rocié con vino y chocolate, que antes nos sirvieron para mordisquear al sumiso, sentí como sus líquidos, llegaron a mi boca, algo nunca experimentado por mí, mi primera vez de sexo oral a otra nena y fue una locura….

Asi estuvimos un buen rato, estábamos los tres en las mismas sabanas, disfrutando del cuerpo, mirabas, placer, gemidos, derroche de líquidos, no sabíamos dónde terminada, ni donde empezaban los del otro, solo que eran de lo lujuriosos y excitados que estábamos….