Me llamo Juan y mi novia se llama Luisa.

Para el tiempo en que sucedió esto, llevaba saliendo dos años con ella. Nuestra relación era ya estable y estábamos muy enamorados. Debo reconocer que soy un poco celoso. En esa época lo era más pero no tanto como con anteriores relaciones. Con el tiempo he madurado y he dejado de ser tan controlador y desconfiado.

Sin embargo, meses atrás habíamos tenido una discusión por una conversación que encontré en su celular. Se trataba de un tipo coqueteandole y ella un poco siguiendo la cuerda. Pero lo que me molestó es que ella escribió querer salir con él a tomar algo ymencionó que el ron la hacía perder los estribos y luego no recordar nada.

Eso me sugirió que ella podría serme infiel y me hizo ponerme a la defensiva un poco en la relación. Cuando lo discutimos ella se mostró muy sincera y me reconoció llorando que lo hizo a manera de juego por sentirse deseada pero que no se hubiera atrevido a serme infiel.

Eso me hizo caer en cuenta que posiblemente yo estaba descuidando un poco la relación, las salidas eran menos frecuentes, el sexo también. Allí empecé a comprender que mi novia, así como todas las mujeres, están ávidas de atención sexual. De su pareja en primera instancia pero disfrutan que otros hombres las deseen.

¿Cómo llegué a espiar en su computador? Varias semanas después mi computador se dañó y como lo necesitaba con urgencia para terminar trabajos de la universidad, ella se ofreció a visitarme y a llevarlo para prestarmelo durante el fin de semana. Así fue como un viernes llegó a mi casa para quedarse y como desde la pelea no teníamos relaciones esa noche estuvo más caliente de lo habitual. No sé si se sentía en deuda conmigo pero me hizo una de las mejores mamadas de mi vida; principalmente porque me dejó llegar en su boca y era la primera vez que lo hacía.

El sábado, Luisa se marchó temprano para pasar el día con su familia y yo estuve haciendo mis deberes universitarios. Cuando iba por la mitad, me llegó una idea que me hizo detenertodo lo que estaba haciendo.

Tenía su computador, con su permiso, así que me dieron muchas ganas de husmear y ver si encontraba algo, sobre todo por nuestra reciente pelea. Intenté abrir sus redes sociales pero no tuve éxito. Eso me desilusionó, hubiera querido ver sus conversaciones.

Sin embargo, no me dí por vencido. Busqué en sus carpetas y sus fotos por un largo rato y no encontré nada inusual. Bueno, casi por azar entré aquí y allá y había un álbum de fotos llamada 'me'. Abrí la carpeta y encontré fotos suyas un tanto sugestivas; en ropa interior, sacando el culo, juntando los senos. No eran obscenas ni vulgares pero sí muy eróticas y sensuales.

Mis ideas celosas volvieron a capturarme. Tal vez se las envía a alguien más? Yo recuerdo que algunas fotos me las había enviado pero aquí había muchas y de tantos distintos días que parecían una sesión de modelaje. Pero, todas eran selfies para mi tranquilidad.

En este punto, es sensato describirles a Luisa. Ella es una mujer joven de estatura mediana, su color de piel es trigueño y tiene un rostro delgado y fino. Sus senos son medianos pero hermosamente redondos y su cola, su mayor atractivo, está muy bien contorneada y firme. Ahora entenderán un poco el porqué de mis celos. Es una mujer deseable por muchos hombres. Sin embargo, su personalidad es tranquila. Ah, y tiene un notable parecido a una actriz para adultos.

Volviendo al PC, luego se me ocurrió buscar su historial de internet para ver qué páginas frecuentaba. Descubrí que veía mucho el facebook de sus amigas, leía artículos de todo tipo, páginas de mascotas y demás cosas normales.

Bueno, eso pensaba yo hasta que busqué un poco más y descubrí su historial de porno. Las fotos me habían dejado excitado pero al ver sus búsquedas el pene se me paró de inmediato.

A qué sabe el semen, fue la más reciente, y recordé esa mamada de la noche anterior. Había muchas búsquedas de Esperanza Gómez, penes grandes, hombres papasitos, sexo público y exbibicionismo.

Sus búsquedas de penes grandes y hombres papasitos me hicieron inquietar un poco. A este punto, debo hablarles de mí. Soy un hombre joven de estatura mediana, contextura delgada, hago ejercicio pero no demasiado. Mi rostro es agradable y es una de las cosas que más me dice Luisa que le gustan de mí, junto con mi pene

Reviví sus búsquedas de penes grandes y esas cosas monstruosas en verdad eran grandes. Mi pene, se encuentra en un punto intermedio, no es pequeño (menor de 10 cm) ni enorme (más de 20 cm). Sus 16.3 me han servido para complacer a mis novias hasta la fecha. A pesar de mis celos entendí que así como a mí me encanta ver tetas grandes de rubias ella fantasea con su equivalente y a su manera (vergas grandes de hombres guapos).

Dentro del historial también encontré visitas a varios sitios porno. Ví de nuevo eso videos, un trio de dos hombres y una mujer, esperanza gomez comiéndose a un negro, esperanza gomez en un trio, esperanza gomez compilado mamando vergas, lesbianas, sexo en la playa.... ¡WOW! Mi novia es una pequeña pervertida. En mi caso soy un poco más sucio en mi catálogo de gustos. Yo además veo gangbangs, gloryholes, swingers, cuckold.

En este punto, yo había ya eyaculado por la tremenda paja que me hice. Estaba sobreestimulado. Me había encantado descubrir esta faceta oculta de Luisa pero a la vez me daba miedo que no fueran simples fantasías sino que quisiera experimentar esas cosas.

Luego se hizo evidente su parecido con Esperanza Gómez, por eso tantas busquedas eran con ella. Eso me hizo pensar que son esas fantasías ocultas que tenemos todos y al verlas en pantalla podría sentirse como si fuera ella. En cuanto al parecido, de 1 a 10 ella se parece un 7. Sus tetas son un poco más pequeñas porque son naturales, su culo es igual o un poco más grande y su rostro es muy parecido. Mientras analizaba esto, no pude evitarlo y terminé masturbándome por segunda vez.

El lunes siguiente le devolví su PC. Pero algo en mí cambió ese día. Una sensación de experimentar y de morbosidad que iría impregnando nuestra relación.