Este es mi primer relato y espero que no sea el primero... creo que hay todo un mundo por descubrir y del cual había tenido algunos chispazos.

Había notado que en mis encuentros sexuales, cuando alguien trataba de "dominarme", dar me ordenes o dirigirme de manera fuerte, mi reacción no era la esperada por ellos; asumir una posición o actitud sumisa nunca fue una respuesta de mi parte, por el contrario, aunque no me consideraba una persona con esos rasgos, sus acciones ejercían el efecto contrario, sacaban a la luz otra parte de mí, que definitivamente no le gusta ser dominada y se rebelada ante esas instrucciones, de hecho cuando habían juegos de tetillas con algo de dolor, me volvía más tolerante al mismo y siempre terminaba aguantando más, era como si mi mente entrara en otra frecuencia, una que competía por ser quien dirigía el "juego".

Así han pasado años, con esos episodios intermitentes... no todo el mundo siempre tiene esa actitud, sin embargo este año tuve una experiencia diferente y me brindo alguien de aquí en guía, un hombre bisexual casado (mi fetiche favorito), quien de la nada abrió la puerta a un juego de roles, donde con comodidad asumí el rol de amo y el sumiso, un juego consentido que nunca creí disfrutar tanto, pero que, sin lugar a dudas, ha sido toda una sorpresa para mí.

Sentir la satisfacción, el gusto, al dar órdenes, imponer tareas que deben ser cumplidas  y permitir que se dice y hace, empieza a generar un placer que era desconocido; cada capricho cumplido por mi sumiso, cada foto que recibo con la evidencia de que mi orden se ejecutó, cada aceptación de mis deseos sin cuestionamiento, es un placer consumado.

Sin duda hay mucho por experimentar y descubrir; quizás en un segundo relato les amplié lo que pude experimentar con un hombre, casado, bisexual, que siente fetiche por vestir la ropa interior de su esposa; pero lo que si les puedo decir es que tengo una tremenda curiosidad y deseo de adentrarme en este nuevo mundo de placeres, que a veces parecen lejanos y solo alcanzables a través de películas eróticas con cierta temática.

Veremos qué pasa en el futuro; así que si eres un hombre bisexual casado, ojala velludo y maduro (la trilogía de lo que constituye mis mayores fetiches); con ganas de experimentar y ser mi sumiso, aquí hay un amo que está deseo de iniciar un camino de exploración conjunta; por supuesto con mucha reserva, discreción y comportamientos sexuales seguros.

Un abrazo para todos y que en este 2021 se permitan vivir la sexualidad que los hace vibrar, sin daños a terceros, aunque por supuesto implique vivirla en secreto.