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Amante del casado # 2 El parqueadero que toco pagar.

Hola, ¿Cómo están? vengo nuevamente con otro relato en esta serie del amante del casado, si es la primera vez que me leen, les comento, esta es la historia que me llevo a destaparme, a salir del closet, básicamente; una historia un poco tabú que me toco ir partiendo en pedacitos, ya que no es muy corta que digamos, aparte de eso, me llamo Carlos, creo que tengo un buen cuerpo, ya que siempre lo he cultivado, desde joven. Ha, para aquellos que quieren saber sobre mi primera vez, les comento, si veo que en los comentarios hay bastantes pidiendo esa experiencia, la subiré acá. 

Bueno, evidentemente nuestra relación indecente entre Paulo y yo siguió. Y en vacaciones, después de la "muestra de amor", Paulo se volvió muy insistente en vernos, ya casi no chateabamos o enviábamos mensajes, yo me iba a "jugar futbol" y lo que hacia era subirme al taxi a pasar las tardes con él, Si, el se mataba en las noches en su taxi, dormía en las mañanas, y salía por las tardes a pasar conmigo; además se volvió muy cachón, me gastaba de todo; si, me tocaba esconder sus regalos, me daba ropa y mecato a montón, y claro, teníamos muchísimos roces eróticos. El salió muy mamador, así es; a cada rato me daba tremendas chupadas en su taxi mientras se pajeaba. Pero claro, teníamos que seguir culeando también, y su dinero no alcanzaba para todo, estaba el taxi. Hoy en día, se que eso era más bien ordinario, pero en ese momento, no me importaba eso, ni lo pensaba, así que obviamente, accedí a hacerlo en el taxi.

Ya teníamos más práctica para volarnos juntos; esta vez fui a hacer una vueltas al centro para mis padres, claro, Paulo ya tenía las vueltas listas, era un miércoles, a eso de la 1 de la tarde, mas o menos; nuevamente me asee, me depile para el despeluque, apenas me subí al taxi, Paulo triunfante me mostro que iba super equipado; lubricante, unas esposas, dados eróticos, y hasta una tanga roja que quería que yo me la pusiera; obviamente la tanga era de mujer, y decía "eat me"; además, llegó con un pequeño plug anal, fue la primera vez que vi un juguete sexual (aparte de los típicos vibradores), era muy pequeño, - póntelo amor, en el ano, no se meterá del todo, y te ira cuadrando para mas tarde-. Me dijo, y pues, yo me lo coloque, era muy pequeño, me sentí cómodo, entonces el arrancó.   

Dimos vueltas por ahí una hora o mas, fuimos a lugares supuestamente solos, y apenas empezábamos con el manoseo, tan, gente pasaba o así. Nada que dábamos con algún sitio, hasta que al fin; Paulo termino llevándome a un parqueadero de un conocido de él, que era muy poco transitado. 

El parqueadero era cerca del cerro volador; si no estoy mal, el barrio se llama la iguana, o algo así; los conocedores me ilustraran mas; ya iban a ser las 4, y ambos con esa arrechera tan berraca ya. Entramos, Paulo saludo al vigilante del parqueadero, era un man flaco y feo el carajo ese; al parecer se conocían ya de antes, entramos y efectivamente, el parqueadero estaba muy solo, los perros de la entrada estaban recostados sobre la puerta, ni nos miraron; Paulo estaciono el taxi debajo de un techo de esos de metal, a la sombra, el solazo que hacia y el calor era insoportable, al final nos estaciones, yo dije - bueno, al fin, un lugar- , - si amor, al fin-. Nos miramos.

Nos abalanzamos el uno al otro, mas que besarnos, nos chupábamos las lenguas a turnos, con desesperación, jale fuerte su camisa y dañe varios botones, quedando su pecho descubierto, empecé a lamerle el pecho, cuando el me detuvo - no amor, esta muy rico, pero yo quiero es volver a estar dentro de ti, desnúdate-, yo me quite la ropa; me toque el ano para dilatármelo un poco con los dedos, y toque el dildo, verdad; recordé; sonreí malévolamente sacándomelo, se sentía rico; y me tenia el culo como lo quería en ese momento, preparado para la acción. Mientras, Paulo se bajo del puesto de conductor, se desabrocho el blue jean, y se subió a la parte de atrás del taxi, se sentó como en la mitad del auto, bajándose el jean y el bóxer como hasta las rodillas, - pásame el lubricante- yo lo hice, se baño se verga ya totalmente erecta en lubricante, me lo devolvió, yo me bañe el ano en lubricante, aunque ya estaba todo dilatado. Y entonces, me pase incómodamente por el hueco entre las sillas delanteras.  quede de frente a él, sentado en sus piernas, nos dimos un super beso calientísimo, fue la primera vez que violaron mi boca con una lengua, al final la saco y tosí un poco, - bueno amor mío, te quiero preñar hoy, tendrás que llegar a tu casa al baño jejeje- me dijo, - ¿Cómo me pongo?, pregunte, - Bueno, en tu primera vez, yo fui quien te penetro, no quiero decir que esta vez lo hagas tú, bueno, si quieres después, sino que hoy amor, te toca a ti, mira; debes voltearte y sentarte en mi pene, suavecito, tu serás el de la acción hoy-.

Bueno, me gire hasta quedar de espaldas, y lentamente me fui sentando, el fue colocando la cabeza de su verga en la entrada de mi ano, y yo fui bajando despacito, la iba sintiendo entrar, delicioso; fantástico, claro, me puse Re durísimo, ese placer nuevamente me embriagaba, cuando termine de sentarme, la sentí hasta el fondo; toda esa verga para mi; Paulo me abrazo pegándome a él con fuerza, casi ni me dejaba mover; me arrecho aún mas; - que rico amor, otra vez estamos unidos, ahora; debes darme sentones, como quieras amor, suavecitos para que no te duela mucho- me dijo al oído mientras me besaba el cuello; obvio, no me dolía, estaba hirviendo de arrecherra; el calor era demasiado, apenas lograba medio moverme, así que empecé con los sentones, duros, a lo bestia; - Haaaaaaaaaaa, así de suave papi mío, mi Paulito- le gritaba, el auto obviamente empezó a moverse fuerte - hay si amor, grita para mi, hazme sentir tu dueño bello mío, amor, se que te duele, te tiene que doler; pero me gusta, sigue, te voy a preñar- me respondía; Yo seguí con los sentones; no me vine, estaba Re durísimo, y sentí como se vino Paulo; otra vez en mi ano, en mi culo; llenándome de leche. Pare un momento del cansancio, estuvimos ambos jadeando durante un instante, él aún seguía adentro de mi, después de botarse; pero seguía erecto, siempre fue un hombre de al menos dos polvos, era la primera vez que lo hacia venir antes que yo, me sentí realizado, - hay amor, bello mío, me encanta tu estreches, es como si te volviera a desvirgar- , gire un poco la cabeza y lo bese, sentí que se estaba empezando a colocar flácido, - pero te debe estar doliendo mucho, siempre son 17 centímetros de mi que están en tu interior-, me dijo con un pequeño guiño de morbo; quise experimentar algo en ese momento, así que le respondí mintiéndole descaradamente: - Me duele mucho, pero me gusta a la vez; tu verga es tan gruesa y larga que me lastima papi mío- , sentí como recuperó su erección adentro de mi casi instantáneamente, entonces le hice cara de dolor, - Hay, jueputa; me duele- añadí, - levántate amor, ya fue rico, pero no quiero que te duela- , Obvio no me levante, empecé otra vez con los sentones, pero esta vez, disfrutándolos aún mas, rico, bamboleándome un poco, hacia adelante y hacia atrás, - me duele, me duele, hay, que ricoooooo- decía con muchísimo morbo, entonces vi que el agarró mi verga, empezó a pajearme, - te preño, te preño amor- grito durísimo Paulo, y por primera vez me jaloneo el pelo, delicioso, no creo haberme venido a la misma vez, pero que botada me di. - Tendrás que lavar el auto- le dije mientras me bajaba a sentarme a su lado, nos besamos, pero eso no acababa ahí.     

- Ven este marica comiéndose a un pelao, ni paga motel este hijueputa- dijo el vigilante del parqueadero desde afuera de la ventana, obviamente nos había estado viendo desde hacia quien sabe cuanto, - con razón tanto escandalo, vos casao-. Me puse blanco, Paulo se enrojeció y bajo a alegar con él, discutieron un montón de rato, él amenazaba con delatarnos, y le pedía dinero  a Paulo, mucho, obvio que él no lo tenia, yo desnudo dentro del carro abrí la puerta del pasajero y los veía alegar, en medio del alegato vi que él feo vigilante estaba parolo, claro, había visto nuestra faena. Un poco desesperado, y aún con algo de arrechera, medio flácido, se me ocurrió una idea loca, entonces llame a Paulo y le dije bajito, - Paulo, y si le proponemos otra forma, no se, tal vez tenga condones- , - en serio amor, ha, pero; no se, y si se ofende más, pero toca-, al ver el desespero de Paulo, y el mio también, tome la iniciativa y le dije al vigilante: -señor, vea, no se, de pronto no hay otra forma de solucionar esto- y salí del auto desnudo, aún no me había vestido.

Funciono inmediatamente mi loca idea, el vigilante inmediatamente fue por condones, llegó, quería darnos a los dos, y venirse en nosotros el aprovechado, Paulo apenas me comentaba cosas apenado y así, yo hacia caso omiso; - Paulo, mejor yo le pongo primero; yo ya estoy dilatado, y super lubricado, con tu lechita; mientras tu te vas poniendo lubricante-. - Bueno- me respondió.

Bueno, mientras yo estaba desnudo, en la parte de atrás del taxi, colocando mis manos sobre el maletero, respirando profundo, Paulo se había desnudado del todo, el vigilante nos quería desnudos a los dos, y se estaba tratando de dilatar, con lubricante y el dildo que yo había usado antes. Llego el vigilante, - bueno par de maricas, que bien; el pelao, que rico, mira como me lo cuelo a este mal paridito Paulo, mira; después vas tu, pero primero quiero que veas como le doy como a rata-, dijo el vigilante mientras se colocaba un condón marca love. me fue organizando, era mas bien bajo; me empecé a excitar al ver la cara de rabia de Paulo, y de pronto, zas; su vega de un solo tirón hasta el fondo, fue delicioso y doloroso a la vez, - juepuuuuutaaaaaa- grite cayendo sobre el capo del taxi, el vigilante me agarro y severa muenda me dio mientras me daba rápido; muy rápido y sin piedad, me vine; vi que Paulo se volvió a poner duro mientras me daba, - pero no le des así, que el es muy estrecho, bobo hijueputa- , le dijo Paulo acercándose, yo seguía jadeando mientras me culeaba el vigilante, extasiado, sin responderle a Paulo, - por eso mismo guevon, bien estrecho, después de esa culeada que le diste y sigue estrecho; hay que darle, dale un besito marica, dense besito- ,Paulo, me acaricio la cabeza; - tranquilo amor, ya va a acabar- dijo y me beso. el vigilante  gimió, se acaba de botar el vernos besar.

Se quitó el condón, todo chorreado, inmediatamente se puso otró, y vi como se intento culear a Paulo, pero no fue capas, yo lo había dejado ya demasiado flácido; entonces lo hizo arrodillar, y se saco el condón, se masturbo y termino llegándole en la cara a Paulo. 

Obviamente, nos dejo asearnos en los baños del parqueadero, Paulo quedo como marcado desde ese día, entonces, yo mas lleno de curiosidad que de otra cosa, aproveche - amor, quiero ser yo el que te penetre- le dije. Y nos fuimos.

Bueno, obviamente la historia sigue; como siempre, me gusta que dejen sus comentarios, a ver que tal les pareció, claro, nunca volvimos juntos a ese parqueadero; hasta otro relato, o quien sabe, si me escriben por inbox, tal vez, hasta pronto, que estén bien.

Relator69

Soy hombre homosexual

visitas: 1698
Categoria: Gay
Fecha de Publicación: 2021-02-28 04:01:11
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2 Comentarios

Me encantan tus relatos, espero el próximo, también el de la primera vez.

2021-03-03 19:43:08

uff esta si me puso re parolo,

2021-03-01 18:22:40

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