Hace un tiempo, antes de comenzar mi relación actual había tenido una aventura con un muchacho llamado Diego que me había parecido guapo y que me había gustado mucho. A él no lo había vuelto a ver desde que comencé la relación con mi novio, e igualmente Diego también había comenzado una relación. Después de la vez que nos vimos Diego y yo, no había vuelto a pensar en él ni en lo que había pasado, hasta que un día él se volvió a comunicar conmigo, me envió un mensaje diciéndome "hola linda, no he dejado de pensar en ti" yo al ver su foto de perfil y darme cuenta de que era él me puse un poco nerviosa, más que todo por la forma en la que me saludó. Me comenzaron a pasar muchas cosas por la cabeza, y no sabía si contestarle o no, pero por las ganas que le seguía teniendo no pude contenerme y también lo saludé.

Comenzamos a hablar y él comenzó a hacerme preguntas sobre cómo iba mi vida y que había de nuevo. Yo le respondí que todo iba muy bien, y cuando me preguntó por mi relación no le oculté nada, igualmente no pensaba que llegara a pasar algo entre él y yo. Él se mostró muy respetuoso en cuanto a mi relación al principio, e igualmente me contó que tenía una relación en ese momento con una hermosa chica. En ese momento recordé lo que me dijo en su saludo y me pareció extraño, entonces le pregunté respecto a eso, que qué fue lo que lo llevó a decirme esas palabras tan reveladoras, y él se puso bastante sincero y me dijo que a pesar de su relación había algo que siempre lo llevaba a pensar en mí, en la vez que estuvimos juntos y lo mucho que le gustaría repetirlo, que llegó hasta el punto de imaginarme mientras que tenía relaciones con su pareja.

Yo tuve muchos sentimientos encontrados, me sentía mal porque no estaba respetando a mi pareja pero no puedo negar que me excitaba mucho el hecho de que él me estuviera deseando de esa forma, y no me pude contener de recordar y fantasear con el día que estuvimos juntos. Los dos seguimos hablando y él cada vez me coqueteaba más, me decía cuánto me deseaba y qué cosas me haría si nos volviéramos a ver. Yo comencé a pensar qué posibilidades tenía, en un momento pensé en contarle a mi novio y proponerle un trío con él, y eso fue lo que hice.

Cuando le comenté a mi novio me sentía segura ya que habíamos hablado antes de esos temas y él no se había cerrado a la idea, entonces en ese momento le conté la travesura que quería realizar, él se notó un poco pensativo pero después de un momento me dijo que sí le gustaría hacerlo. En el momento que mi novio me dijo que sí, me sentí bastante excitada de pensar lo que podíamos llegar a hacer, y le di un beso muy apasionado de agradecimiento. No hace falta decir que a partir de este momento mi novio estaba pendiente de nuestras conversaciones y que a veces me calentaba mucho coqueteando con Diego y le pedía a mi novio que me comenzara a hacer un oral mientras hablaba con él, muchas de estas veces todo terminaba en sexo salvaje.

No puedo negar que en nuestras conversaciones yo también era coqueta y me ponía muy caliente con las cosas que me decía, y cada vez mi mente se volvía más pervertida. Ya habían pasado varios días hablando y yo ya había tenido muchas fantasías estando con él, hasta que un día me llamó y me dijo que tenía muchas ganas de verme y que al día siguiente iba a salir de viaje a estudiar, que si no nos veíamos ese mismo día no quedaban muchas posibilidades de volver a vernos y cumplir todo lo que habíamos hablado esos días. En ese momento yo llamé a mi novio y le comenté todo lo que Diego me había dicho, a lo que mi novio me contestó que no iba a poder ese mismo día ya que se tenía que quedar en el trabajo hasta tarde.

Igualmente, mi novio me dijo que no quería que yo dejara pasar la oportunidad de estar con Diego, así que me dio su aprobación para entrar a Diego discretamente a su casa y que me lo pudiera coger duro en su cuarto. No teníamos mucho tiempo ya que la casa no estaba sola. Le dije a Diego que nos encontráramos en un centro comercial que quedaba cerca a la casa de mi novio.

Así fue, nos encontramos y nos dirigimos a la casa de mi novio, por cierto iba a ser un poco díficil ya que su mamá estaba ahí, entonces nos tocaba ser muy sigilosos e inteligentes, ya que él tenía que entrar sin que ella se diera cuenta. Cuando yo toqué el timbre ella me tiró las llaves por el balcón, así que yo abrí e hice que él también entrara, luego dejé la puerta de su casa abierta un momento para que él pudiera entrar cuando ella volviera a la cocina. Él pudo entrar y se quedo esperando a que yo le diera la señal para entrar hasta el cuarto de mi novio.

Intenté distraer un rato a mi suegra hablando con ella y haciéndole conversación, y así poco a poco Diego se fue adentrando en la casa, pero estaba siendo imposible hacer que pasara por la cocina, hasta que llegó un momento en el que mi suegra se fue a dar una ducha y ahí fue cuando lo hice entrar al cuarto de mi novio. Cuando entramos sentí toda la adrenalina del momento, estaba en el cuarto de mi novio con un hombre que no era él, y además me lo iba a comer ahí, donde tantas veces lo hice con mi novio.

Todo fue bastante acelerado, estábamos muy excitados y teníamos poco tiempo, entonces lo comenzamos a hacer justo en ese momento, él me comenzó a tocar todo el cuerpo de una forma muy sexy, me besaba por todas partes y yo me sentía muy caliente. Después, sentí muchas ganas de hacerle un oral, así que me arrodillé y se lo comencé a chupar con muchas ganas, cada vez que me lo metía más profundo en mi garganta él se retorcía de placer y eso me calentaba mucho más.

Llegó el momento en el que no aguantabamos más y él me puso en cuatro cómo su perra, me cogió muy duro y me comenzó a penetrar, se sentía demasiado rico con la fuerza que me lo hacía, primero comenzó a hacerlo duro, con muchísima fuerza, y luego lo hacía lento, yo tuve la iniciativa y me monté encima y me comencé a mover muy rico, él me cogía las nalgas muy duro y me decía que brincaba muy rico encima de él. Tenía el pene muy rico, largo y grueso me hizo llegar al orgasmo yo estando encima de él, en ese momento se me escapó un gemido a lo que él me tapó la boca para que no hiciera mucho ruido.

La adrenalina que teníamos los dos era indescriptible y yo sentía mucho miedo de que nos hubieran escuchado ya que no nos podíamos contener, el placer nos hacía gritar. Hubo un momento en el que me di cuenta de que él ya no podía contener más el placer, ya se iba a venir, así que me arrodilló  y  sacó toda su leche encima de mi cara, cayó por todos lados y comencé a chuparselo para quitarle el semen de su pene y probar a qué sabía, se sintió demasiado rico.

Nos vestimos y yo me aseguré de si mi suegra aún estaba en la casa, y me di cuenta de que había salido. Le hice señas a Diego de que podía salir tranquilamente, le di un beso de despedida y él me dijo que había quedado encantado con este nuevo encuentro, a lo que yo le respondí que me encantó mucho en la forma que lo hicimos y le dije a Diego que no se le olvidara de lo que teníamos pendiente con mi novio, a lo que él respondió que espera con ansias ese día para poderme penetrar por detrás.

Después de todo lo que pasó mi novio llegó de trabajar, no dudé en comenzar a contarle con todos los detalles todo lo que había pasado esa tarde con Diego, mi novio se calentó muchísimo escuchándolo y yo contándole las cosas que habían pasado un rato antes de él llegar. Comenzamos a hacerlo mientras yo le contaba cómo me cogió Diego en ese mismo cuarto, el cual ya tenía el sudor de otro hombre.