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La primera vez que me la comí a ella

La contacté por guía y fue una conexión única inmediata. Excelente charla, completamente abierta y sincera, cero guachadas y pretensiones extrañas, ortografía perfecta y se veía bien en las fotos ... Tenía que conocerla !!! Me recibió cerca a su oficina a los pocos días de contactarnos y me invitó a tomarnos algo. Gran momento al tenerla cerca por primera vez. Era mucho más encantadora en persona, me hacía reír todo el tiempo, muy interesante en sus cosas y sobre todo muy inteligente en como lleva su vida. Me gustó demasiado y le di un gran beso en esa primera despedida, a lo cual ella respondió mordisqueando mis labios. Los siguientes días fueron de intercambio de experiencias sexuales pasadas hasta llegar al punto de compartir fotos íntimas, lo que noté que fue de mutuo interés. Ella era delicadamente bella, estaba súper deliciosa y se ponía muy caliente cuando le mostraba mi pene erecto. Cuando la vi por segunda vez cerca a su oficina, me aseguré que los besos estuvieran acompañados de deseo, por lo que puse una de sus manos para que sintiera mi erección sobre el pantalón. Luego de eso ... Esa mujer ya fue mía y era inevitable que me la comiera. A los pocos días nos citamos en la estación Ayurá y de ahí cogimos un taxi para La Estrella. De camino, ella no se soltó de mi pene que masajeaba y sentía con fuerza, hasta que llegamos al motel Los Dos. Aunque teníamos planeado hacer un montón de cosas, la verdad es que allí dentro simplemente me dejé llevar por mi deseo por ella sin prejuicios ni juegos previos: teníamos demasiadas ganas que necesitaban satisfacerse. Cómo me lo imaginaba, lo primero que hizo fue desabrocharme el jean sin dejar de besarme, hasta que tuvo mi pene en sus manos. Yo hice lo mismo con ella metiendo mi mano bajo su panty y casi me enloquezco al sentir su vagina toda húmeda. Me llevó a la cama, se sentó en ells y me dejo de pié para tener mi pene cerca a su boca. Me hizo un sexo oral con un deseo en que se notaba que lo estaba disfrutando y me hizo venir de una forma increíble en su boca. Que sensación tan encoñante. Con la agilidad que la caracteriza, se quitó la ropa con facilidad y se acostó en la cama y yo hacía todo lo posible por ser igual de rápido a pesar de mi torpeza al ser más grande. Al desnudarme, me acosté sobre ella y, abriendo las piernas, nos dimos un beso muy romántico como ante sala a lo que nos esperaba de manera irremediable. Me reincorporé un poco para poner la punta de mi pene en la entrada de su vagina y sentía como mi pene se desplazaba sin entrar por tanta humedad sobre ella, pero no sé aguantó y logró que mi pene entrara, momento en el que ella tomó una bocanada de aire al tenerlo por fin entrando en ella, momento que me encanta disfrutar y como negarme con una chica tan caliente. Hice lo posible porque esa primera penetración fuera lenta para que sintiera toda mi erección y descubriera todo lo que hay para ella. Pero cuando llegué al fondo fue un nuevo comienzo para mi: yo era suyo y ella era mía. Con mi pene dentro sentí un deseo profundo por comérmela con brusquedad a lo que ella respondió con un gemido que me pedía más intensidad en mis embestidas. Con la relativa incomodidad del misionero, me arrodillé frente a ella sin dejar de penetrarla, la tomé de la cintura para levantarla de la cama y la penetré más profundamente. Al principio al ritmo de mis brazos levantándola para mis embestidas fuertes y luego levantando sus piernas sobre mis hombros para que sintiera mi pene mas plenamente dentro de ella y efectivamente reaccionaba pidiéndome más y más. Con una chica tan insaciable, tenía que probar una penetración más profunda y sabía que podía lograrlo. Con tanto sexo ella ya estaba bajo mi dominio total, entonces la acosté de lado y me quedé arrodillado, logrando una penetración con las piernas entrecruzadas a lo que ella respondió abriendo los ojos y mirándome sabiendo que estábamos viviendo una experiencia única que se seguiría repitiendo. A mi esa pose me saca de mi cordura y mis embestidas son mas fuertes y ágiles que nunca. Le tiraba super duro contra la tabla de la cama pero ella me decía que no parara a pesar de mi preocupación porque le doliera. Así seguimos hasta que me vine delicioso en un orgasmo simultáneo con ella. Aunque nos quedamos conversando un poco luego de la acción, quería probar muchas cosas con ese cuerpo tan delicioso pero acordamos terminar sobre la silla del amor del motel. Me senté en esta silla y luego ella se sentó sobre mi pene. Así logramos otra penetración profunda, teniendo sus senos al alcance de mi lengua estando yo sometido a su total control, o sea que fue una locura lo que vivimos en esa despedida con esa mujer desprendida y desquiciada de tanta arrechera. Ella se movía increíble sobre mi gozando al maxino de la sexualidad conmigo y nos vinimos super rico, momento que sellamos con un beso tan romántico como el de nuestra primera penetración. Quería decirle que la amaba, que era la mejor primera experiencia que alguien puede soñar y que quería seguir repitiendo toda mi vida con ella ... Pero eso lo dejé para momento después.después.

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visitas: 1418
Categoria: Hetero: General
Fecha de Publicación: 2021-04-13 19:06:36
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