Antes de relatar este capítulo de mi vida, 100 % real como debería ser cada relato, sin eufemismos, sin omisiones y sin ningún tapujo ni vergüenza ya que la sexualidad deberia  ser siempre  libre y espontánea, 

TE RECOMIENDO LEER LOS RELATOS ANTERIORES DE: MI MUJER Y YO JUGANDO CON FUEGO (1) Y (2), PARA QUE ENTIENDAS EL CONTEXTO Y ASÍ  EVITAR  DESCRIBIR Y  PRESENTAR DE NUEVO  LOS PERSONAJES QUE INTERVIENEN EN ESTA TRAMA. 

También  te pido el favor como en los relatos anteriores, dar un LIKE (corazóncito) y  un breve COMENTARIO de lo que te ha parecido mi relato, no te cuesta nada y para MI VALE MUCHO. 

A continuación relataré la tercera de las cuatro entregas de la saga: MI MUJER Y YO JUGANDO CON FUEGO, Parte (3).

Era evidente que todo esto estaba tomando otros matices, si...en verdad estábamos jugando con fuego y  lo peor es que a ella y a mi, nos estaba absorbiendo, nos estaba gustando  y nos excitaba cada vez más, pero  nuestro juego,  se tornaba también más peligroso.

Todos tenemos alguna vez, este tipo de fantasías, para ponerle morbo, placer, excitación a la sexualidad en pareja, pero a veces no dimensionamos los riesgos, porque siempre  es difícil calcular hasta donde  se puede  llegar, cual es el límite y a donde desemboca.

Más cuando esta en riesgo una linda relación de pareja, con un ingrediente adicional  y tentador para cualquier incauto que desee probar las mieles de lo prohibido: 

una fiel, joven y hermosa mujer comprometida.

Esa noche  de sábado, que ya no era sábado sino domingo puesto  que ya rayaban las dos (2:00) am, esa noche que nos reunimos todos  en mi apartamento: mi mujer "Erika" y yo y  los  funcionarios de la rapitienda: "Miguel" y "Adriana", esa misma  noche en donde se destaparon las cartas, ya que vi a mi mujer más decidida que nunca, a seguir más allá en algo que era un simple e  inocente  juego de ambos.

"Erika" se despidió de mí y se fue con "Miguel" rumbo a la 'discoteca' (como no) y ahí estaba yo, solo, esperando, analizando lo que estaba pasando, no sabía si masturbarme o intentar dormir y revisando la próxima jugada que haríamos o mejor dicho la jugada que yo haría, ya que mi mujer hace rato había decidido por los dos.

Se fueron a las dos pasadas, dos y veinte (2:20) AM tal vez, a esas alturas y con todo lo que había pasado, no podía conciliar el sueño, ya era imposible e insoportable la danza de las horas, miré la tele y a las tres (3:00 AM) decidí timbrarle a ella, a mi hermosa mujer, sabía que la interrumpiria e incluso pensé que no me contestaría.

Timbró su celular,  dos... tres... cuatro... Cinco veces y nada.

Esperé cinco minutos y volví a timbrar.

De nuevo timbré una... Dos... Tres y ¡eureka! , me contestó:

"Hola amor, co, como ah estás?" 

- "Bien" , le contesté, "¿cómo la estás pasando?" 

"Bien amor, aquí en ahh, la 

disco, estamos ba, ah, bailando, ahh hay mucha gente". 

Obvio entendí lo que estaba pasando y le dije suavecito:

"Amor, ¿estas culiando con el verdad?"  

"Ss siii amor, ss siiii obvio" - me contestó. 

Le contrapregunté: "¿en que pose te tiene dimelo?" 

"Ahh,  pues, ahh, pedimos tres o ¡CUATRO, CUATRO! cervezas" 

Inmediatamente mi pene reaccionó, se me puso duro, rígido, parecía un palo. 

“¿Te gusta estar así en cuatro con El? , diloo“ le dije. 

Me replicó:

-Ssiii sii a "Migue" le encanta...la bachata... Amor te dejo, mas rato, bfff, te timbro..."

Y luego escuché antes de  colgar la llamada, que ella murmuró a alguien: 

"amor, ¿porque me dabas tan duro si estaba  hablando con..."  luego, "click" ... Fin de  la llamada. 

Me excité y si, me masturbé al oír todo eso, mi mujer con otro "culiando", pasándola de lo lindo y yo el cornudo, en mi cama, "matandome" a "pajazos". 

El sueño y el agotamiento lograron lo suyo: me dormí. 

A LAS  6:30 A.M me despertó el ruido de la puerta de mi piesa, era ella: "Hola amor, ya volví, no he dormido casi nada, me voy a acostar" 

-"¿Cómo la pasaste?" le dije. 

"Bien amor" me contestó, "mañana te cuento si? ahora quiero dormir" 

Entonces le dije:

-"Mmm pues no, también tengo derecho, este fin de semana no hemos cogido y tú con "Miguel" sii. 

Acto seguido, ella acostada en la cama vestida pero sin sus  tacones,  primero  empecé algo contrariado, casi que con furia y con muchas ganas a desvestir su hermoso cuerpo, mientras mi mujer musitaba entre labios:

 "Amor ahora no, estoy agotada". 

Incluso tratando  de evitar que la desnudara.

Pero mi fuerza y determinación eran mayores y la desnudé completamente, le quité sus shores cuando me detuve y  advertí que no tenía sus brasileras, me sorprendí, era obvio que  las había  dejado donde "Miguel", mínimo El se las había pedido, robado o guardado como un TROFEO. 

Su voz me sacó de mis pensamientos:

"Amor entiende, acabo de venir de..." 

-"De culiar, lo sé"  le dije. 

-"Quiero verte recién culiada tengo muchas ganas! “

Entonces me dijo:

“NO, mejor mañana porfa, no te va a gustar lo que vas a ver" 

Entonces observé su desnudez, más despacio y detenidamente... 

Ella tendida, con sus ojos cerrados y su cabeza en la almohada tratando de dormir

Y su  hermoso cuerpo, boca arriba, con las piernas semiabiertas, tenía marcas de dientes, chupones en sus muslos, en sus senos, y aunque acostada boca arriba  le alcance a ver en la laderas de sus grandes  nalgas, marcas coloradas, se observaban las sendas nalgadas que seguro "Miguel" le había propinado. 

Mi "Erika", mi mujer, estaba vuelta "nada".

Advertí que hacía varios días que no teníamos sexo, unos ocho días. 

Y ahora tenía una pequeña mata de pelos sobre su clitoris, otros rodeando un poco sus labios, ella que siempre se rasuraba ya que es de mi gusto, ahora lucía velluda su vagina. Después me confesó que ese era el fetiche de "Miguel": las vaginas peludas y ella quería complacerlo. 

Su cuerpo tenía un olor diferente, olía a  sudor, a  saliva de otro, su vagina aún colorada,  irritada y húmeda con rastros lechosos de otro hombre, mi mujer era la hembra de otro macho, pero quería saber hasta que nivel.

No quise proseguir, la vi realmente yaciente  y agotada.

Observé en la semioscuridad de nuestra alcoba su teléfono móvil, que  iluminó su pantalla por  unos segundos, eran un par de mensajes nuevos, lo revisé   y estaba sin clave, sin seguro de acceso.

Entonces entendí todo:

Ese RITUAL de venir sin calzones, para  dejarselos a su hombre y darle la clave de acceso del celular a su macho, era el MISMO RITUAL que ella utilizó conmigo cuando tuvimos sexo por primera vez y empezábamos  a tenernos confianza, a querernos y a enamorarnos.

Ese RITUAL consistió en decirme aquella vez en el pasado, los dos desnudos en la cama  y después de yo insistirle por esa preciada prenda interior: "mira amor, esta bien, te entrego mis calzones para que te hagas unas" pajitas" en mi nombre y mira la clave de  acceso a mi celular en señal de que no tengo nada que ocultarte".  

Ahora era "Miguel" quien tenía total  acceso y las puertas abiertas a la intimidad  de mi mujer.

Acto seguido empecé a leer y a revisar su celular mientras ella dormía profundamente. 

No había mucho, una mujer en su celular no es tanto de videos o fotos  pornográficas, pero sí habían muchas charlas de whatsapp, con sus amigas, con su mamá, con sus primas.

Yo quería encontrar  una en especial: la charla de ella con "Miguel".

Y así fue, encontré algunas charlas, era evidente que muchas habían sido borradas, es fácil saberlo por el hilo conductor de los dialogos, fechas, etc

Pero también habían varias charlas donde se contaban intimidades, "Miguel" siempre tendencioso y buscando morbo con "Erika" Mi mujer, en algunas ocasiones la convenció de que le enviara fotos o videos donde ella estaba aún en la cama,  vistiendose o bañándose y el expresando con todo el morbo lo hermosa que es ella y las ganas inmensas que tenía de poseerla, mientras ella alimentaba  ese deseo con más fotos en poses sugestivas y escasa ropa, brasileras, etc.

Y en varios whatsapp El le dice de manera soez y sin tapujos:

 "Qué ricas tetas tienes, ese culote tan rico y ni que decir de tu chocha" (junto con emojis de diablito morado) 

Y ella rematando al expresar:

-"No te puedes quejar porque todo eso ha sido tuyo amor"(con emojis de caritas de sonrisa y pena).

Dejé las cosas así,  esa mañana de domingo, hablamos normal, como un pacto de silencio, simplemente no tocamos el tema de la noche anterior con "Miguel".

Esa semana transcurrió normal, mucho trabajo, las ventas en la rapitienda, cartera, cuentas por pagar, etc. Todo eso junto con nuestros funcionarios "Adriana" y "Miguel";  llegó el viernes y me llamó Pedro, el propietario de la rapitienda para que nos  reuniéramos  en algún sitio a celebrar su cumpleaños, recién se separaba de su ex mujer hacia unos meses, eso y el estar sin hijos, la melancolía hacia mella en aquel amigo nuestro de tantos años atrás. 

Aquel hombre tosco, ordinario, algo barrigon, grosero al hablar y mujeriego, se hacía trizas en su soledad.

Convenimos en que nos reuniéramos en mi casa, está vez preferimos invitar una amiga mutua de todos conocida también de Pedro para que todos entablaramos una  charla amistosa y de confianza, más en la situación de Pedro.

Esa noche, un viernes para ser exactos, estábamos los cuatro departiendo, con abundante licor y pasabocas, reíamos, hacíamos bromas y soportabamos las impertinencias de Pedro al hablar, al hacer chistes o al pararles bolas a las mujeres presentes, incluyendo a mi mujer, sin importar el que yo estuviera presente, pues finalmente durante años lo conocía y "Erika" y yo sabiamos como tolerarlo, máxime que finalmente era nuestro jefe y quien nos había dado la oportunidad de trabajar en su negocio, la rapitienda.

Bailabamos animadamente y queríamos darle una celebracion digna de sus 47 años cumplidos.

"Erika" como siempre,  con su sensual caminar, su forma de vestir, está vez en una escueta minifalda negra y blusa de tono pastel y de tiras de hombros descubiertos, con prominente escote y tacones, era el punto de atencion  que robaba  las miradas de todos, sobre todo las de Pedro que siempre le  coqueteaba y  había intentado descaramente llevársela a la cama.

Ya tarde, cerca de  las dos (2:00) AM nuestra amiga en común a quien no nombré ni describí, porque es poco lo que interviene en esta historia.

El hecho es que ya todos alicorados decidimos acostarnos a dormir, Pedro decidió quedarse en el sofá y nosotros en nuestra alcohoba, al rato tal vez por los tragos quise meterle un poco de "picante" a la situación aprovechando que  Pedro yacía en el sofa y que "Erika" estaba algo 'prendida' por los tragos.

Asi pues que le dije esgrimiendo un arma que ella no podía negarse. 

Le dije:

"demuestrame que los juegos que  tenemos  con "Miguel" no es porque estés enamorada de Él, de muéstrame que con Pedro también podemos jugar"

Me dijo: "No, con Pedro no, ese señor me da asco yo con El ni un beso".

Yo le dije: "nadie te dijo de darle besos ni tener contacto con El,  es solo provocarlo, vas así en tangas y le llevas una  cobija, solo quiero que te vea así y provocarlo aprovechando las ganas que te tiene".

Se negó varias veces, hasta que accedió.

-"Esta bien, pero solo lo despierto, le entrego la cobija y  me devuelvo".

Le dije: "si,  solamente eso, solo quiero matarlo de ganas".

Y así fue, ella cogió unas sábanas una almohada y se dirigió hacia Pedro mientras yo miraba por la cortina de nuestra ventana que daba a la sala.

Sus grandes nalgotas se contoneaban con unas  tangas rosadas metidas entre esos dos cachetotes, arriba la cubría una ombliguera azulada, de veras "Erika" lucía apetitosa.

Llegó mi mujer a ese sofá donde estaba Pedro y se sentó en un mínimo espacio que había  entre el cuerpo acostado de El y algo de sofá y con los brazos lo despierta y le dice:

"Pedro, te traje unas sábanas y una almohada"

Mientras que Pedro con sus ojos desorbitados de ver semejante mujeron sentada en paños menores a su lado, sólo atinó a decir: " uyy gracias mami"

A continuación le dijo: "ven siéntate un rato conmigo, aun no me había dormido, ¿ya se durmió tu esposo?"

Y ella mirando hacia la ventana donde yo estaba  le respondió: 

"sii El esta profundo por los tragos". 

De nuevo Pedro le dijo:

"tomemonos algo, así sea un jugo ya no me entra mas trago, te ves muy linda así".

-"Gracias Pedro", le respondió ella, "espera traigo limonada fría que tengo en la nevera" 

Y se puso de pie a caminar hacia la cocina contoneandose mucho más sensualmente,   sabiendo que Pedro estaría repasando cada curva de sus exuberantes nalgas. 

Y así fue, Pedro se irguió y la siguió a la cocina, algo que ella misma no se esperaba, ni yo tampoco, pero era obvio, ir a la cocina estando sola, era algo que El  no  podía desaprovechar. 

Por supuesto los perdí de vista y sólo esperaba que ella rápido se devolviera a la sala y volver a ver todo. 

Pero ella (mi mujer), quería darme una lección. 

Cuando "Erika" así en sus tangas se paró frente a la nevera  Pedro la abrazó por detrás para sentir sus nalgas, asustandola al abrazarla de sorpresa, entonces le dijo:

-"Oye Pedro que haces? Mi esposo está en la piesa" 

"Pero tu marido esta dormido  me dijiste y además te  ves riquísima con ese culote casi veringa."

-"Pedro sueltame  porfa, vamos a la sala y alla charlamos si?"

Entonces la soltó y se fueron al sofá, en ese momento mi excitación se transformó en alivio.

Obvio se sentaron y Pedro inició de una el abrazo y el toqueteo como un pulpo por todas partes  mientras "Erika" se dejaba acariciar y manosear para excitarlo a El y a mi, dejándose tocar sus senos, sus piernas y propinandole pequeños besitos en el cuello y mejillas, algo que la enciende y El lo sabía.

"Pedro, no más porfa, Pedro ya ahh" 

Hasta que El volteo su rostro y le estampó un flamante beso francés que ella correspondió mientra trataba de mirar hacia mí ventana donde impávido yo observaba todo. 

De repente el sintiéndose más seguro, empezó a acariciar la entrepierna de mi "Erika" metiendo su mano entre sus calzones rosados, mientras le musitaba entre labios y en los oídos de ella:

"Que rico amor, ¿te gusta?" entonces ya Erika antes de excitarse y que las cosas pasaran  a mayores, intentó safarse como pudo.

Hasta que en un momento dado "Erika" se irguió y le dijo:

"Pedro yo creo que se despertó "Andrés" y aprovechó para "volarse" de las garras de Pedro, quien no tuvo más remedio que resignarse a quedarse de nuevo juicioso en el sofá.

Se vino a nuestra alcoba y me abrazó, "ya no más" me dijo ella, "ya fué suficiente con que le di  "caldo de ojo"  y me dejé manosear.

Esa noche nos acostamos a hacer el amor, y ella gemia y gritaba muy excitada mientras dejamos encendida la luz de la alcoba para que Pedro pudiera ver en la trasparencia de la cortina y se deleitara viendo  a mi mujer moverse  como una zorra al verse espiada por nuestro amigo e invitado voyeurista, ella desnuda me hacía sexo oral de cuclillas y a espaldas de la ventana donde estaba Pedro para que El  pudiera deleitarse con sus turgentes caderas y  su culote abierto. 

Casi podíamos verlo a  El, como movía la cortina observando a nuestro hermoso motivo de suspiros y arrecheras: "Erika".

Al amanecer Pedro se fue y mi mujer y yo tuvimos una larga conversación de todos los temas, incluso de su vínculo con "Miguel" y lo que ella sentía por El, así como nuestro futuro con esa "relación erotica" que mi mujer y El habían forjado. 

También me contó de la insospechada homosexualidad de "Adriana" nuestra funcionaria de la rapitienda, algo que yo ignoraba pero que la misma  Adriana le había confesado.

Fin de la 3 parte. 

Me excuso por no mostrar la foto de mi mujer, pero no supe en realidad como hacerlo, al parecer tiene que ser si escribo este relato desde world pero no lo he descargado, prometo para la cuarta entrega mostrarla, de nuevo mil disculpas. 

No olvides por favor dar un like (corazóncito) si te gustó mi relato y si puedes hacer un comentario seria mucho mejor al saber tu opinión, mil gracias. 

O (4)