Me presento; 48 años, bisexual divorciado, profesional, simpático (eso dicen), algo velludo.  Mi gusto por los hombres y por el nudismo se remonta a mi infancia, pero por mi vida social y mi temprano matrimonio nunca pude explorarla com hubiese querido,  y por ello siempre quise encontrar un grupo que me permitiera estar relajado de manera privada y darle rienda suelta a mis gustos.

Navegando un dia en twitter, encontré un anuncio que me llamó la atención; decia algo así como "paseo de hombres serios y reservados" justo lo que siempre habia estado buscando!!, así que tímidamente me animé a escribirle a la persona del anuncio.  Debo confesar que al comienzo me causó cierta desconfianza por la manera en que se manejaba el tema (lo que a la larga entendí que se hacia así como parte de esa privacidad que ofrecen); me entregaron la información, aclararon algunas dudas que tenía y.... no reservé!. El temor a poner en juego mi privacidad me hizo dudar, pero sin embargo continué siguiendo esa cuenta y tratando de averiguar de una u otra manera más acerca de lo que ofrecian y de la seriedad del mismo.

Por cosas que no vienen al caso, conocí a otro hombre en mi misma situacion (bisexual de closet, profesional, con un alto cargo en una multinacional) que habia tenido la oportunidad de asistir a uno de esos paseos y me habló maravillas de su experiencia, lo que me animó finalmente a registrarme como asistente al siguiente paseo programado.qu

Llegué a la ciudad destino el día acordado, con mucha ansiedad de enfrentarme a algo nuevo y desconocido, aunque me daban tranqulidad la información que me habia dado el amigo que ya habia vivido esa experiencia, la comunicación clara que habia tenido con el organizador, y la forma seria, precisa y transparente con que habia podido hacer mi reserva a través de una agencia que claramente tenía todo bajo control sin conocer el transfondo del paseo (para ellos éramos un grupo de amigos que habiamos reservado un plan de actividades varias, sin saber lo qe pasaría a puerta cerrada en el hospedaje).   

Al llegar al punto de encuentro (un hospedaje cómodo, agradable, que claramente no es un sitio gay, sino un hospedaje familiar, pero que habia sido reservado de manera exclusiva para el grupo) me recibió un hombre muy agradable, caluroso en su forma de ser y además bastante exitante a la vista (sin ser un adonis, muy normal como todos los asistentes), que al momento supe que era la persona con quien habia estado charlando todo el tiempo en twitter.

Me  fue dado a escoger el cuarto que compartiria con otros asistentes y se me invitó a ponerme comodo, a lo que entendí que era hora de liberarme de mi ropa y comenzar a interactuar con los demás hombres que habian arrivado primero que yo: varoniles, agradables, sin un prototipo físico en especial, pero se notaba que todos sabiamos a qué íbamos y que esperábamos.

Entrada la noche, luego de cenar y tomarnos unos tragos, todos desnudos comenzamos a charlar, bromear, jugar cartas y el ambiente se fue calentando más hasta que comenzaron los roses, el morbo, la mirada pícara y ya entrados en confianza comenzamos el roce entre dos o tres o 4 (el grupo era realemnte reducido, no más de 10 hombres, lo que me agradó aún mas por la privacidad que eso significaba), siguiendo una deliciosa noche de placer entre masturbaciones, sexo oral y penetraciones, como siempre la habia deseado.

Ya a la madugada, todos exhaustos fuimos a descansar para iniciar en la mañana las actividades "externas" del paseo las cuales disfrutamos mucho, y al regresar al hospedaje volvimos a desinhibirnos de modo tal como si fueramos viejos amigos que comparten sus más íntimos deseos de hombres. Así fue la dinámica durante 3 días del paseo, que además de todo nos dejó un grupo de amigos reales en difetnetes ciudades y que cada vez que hay oportunidad de encontrarlos por los viajes de trabajo que hago, recordamos ese primer encuentro y de alguna u otra forma lo traemos al presente disfrutando nuestra sexualidad sin tapuos, pero de manera reserva.

Se que no hago mucha mención de la ciudad del paseo ni mayores detalles de las actividades realizadas, por respeto a los muchos hombres que han asistido a lo largo de los varios años que se llevan oganizando esos viajes, pero les garantizo que una cosa es contarlo y otra cosa es vivirlo.