De regreso de la oficina aquel dia, mi esposa me esperaba en la sala, sus amplias nalgas y sus torneadas piernas, lucían un bello baby doll. La invitación era clara, quería tener sexo. Rápido me despojé del pantalón y la camisa quedándome solo en bóxer y un pene abultado a esa altura, y así estando sentada, mi mujer se inclinó hacia mí y sacó mi verga bien dura y ya babeando líquido pre seminal. Comenzó a darme una rica mamada, sus nalgas se movían suaves en el sofá

Deslice mi dedo por su espalda hasta rozar sus nalgasy delicadamente Le hice a un lado su tanguita y le fui acariciando las nalgas separando ese par de ricos cachetes poco a poco, yo podía ver todo perfectamente desde arribaysintiendo un fuerte apretón con sus dientes que me lastimaron un poco el miembro. Mi dedito le estaba penetrando su culito lubricándolo a la vez, “mi vida que rico mamas” le mencioné, “te lo mereces por ponerme caliente” me contestó.

Con la mano izquierda hice a un lado la tanguita de mi mujer y con la derecha le penetré suave su culito, no supe si fue un dedo o dos, pero volví a sentir ese rico apretón de su boquita, me chupaba la verga con intensidad. Mi mano izquierda en la vagina y con la derecha continuaba frotando su culo por dentro.

Sentí la rigidez del cuerpo de mi mujer, sabía lo que pasaba, estaba teniendo un orgasmo yo hice lo propio y derrame mi semen en su boquita fue espectacular.

Baje la mirada, había una gran mancha en su tanguita, había tenido un gran orgasmo. Ahora la sala olía a sexo muy fuerte. Nos servimos unas bebidas para refrescarnos, teníamos una sonrisa los dos y esto apenas empezaba.

Pasados unos 20 minutos y con mi mujer semi desnuda, solo había ido al baño a asearse un poco,la mancha de sus propios jugos seguía ahí al frente de su ropa interior. Nuestros miembros ya pedían acción era hora de reventarle el culo a mi esposa suponiendo que estaría un poco dilatado porque habían sido dos dedos en su chiquito. Empecéa acariciar su cuerpo por delante desabrochando su brasier y besando sus pezones que estaban durísimos y besando su cuello y bajando su tanguita, le sugerí acostarnos sobre la alfombra para poder romperle el ano, “como le guste a mi amorcito”, me dijomirándome excitada

Se recostó suavemente sobre mí y poco a poco se fue introduciendo la verga, estaba excitada y por lo mismo, su culito bien lubricado lo que facilito la entrada de mi verga, que se fue desapareciendo dentro de esa hermosa cavidad cerrada. Una vez que se lo comió todo pidió un momento para adaptarse a mi pene, ya bien caliente.

-que hermosa verga tienes -me decía. Empecé a bombear y ella a recibir pene con fuerza,"¿te gusta puta?" le grite, ella… solo atinó a decir, -cállate y dame más verga rica.

Cuando nos calmamos un poco, aún sin haber terminado, era mi momento, coloque mi miembro entre sus nalgas y lo dirigí de nuevo a su hermoso culito que estaba a mi disposición y cuando sintió que la cabeza estaba gorda e inflamada en su interior, dijo

-ya lo tengo todo dentro - así lo quería hoy, por mi chiquito… por fin lo logré el placer infinito sentir mi verga entre su apretado culito, era lo máximo. cuando a mí esposa se le pasó el dolor empezó a moverse torpemente , una vez acoplados todo fue grandioso uno, dos, tres no sé cuántas veces se vino mi mujer , sentía sus descargas con grandes espasmos y luego yo terminé, sentí que su culito me ordeño como nunca, y quedé tirado a un lado de mi esposa y ellasolojugueteaba con mi miembro aún semi erecto y lleno de esperma,empezó abesármelo, pero ya no llegué y ella se quedó dormida casi al instante.

Pasaron un par de días, hasta que la mañana del sábado estábamos solos en casa sin nuestros hijos, se habían ido de excursión,nosaventamosun rico mañanero me preguntó “¿querrías disfrutar mi chiquito de nuevo?...siempre estará preparado para ti. Yo solo empecé a quitarme mi bóxer…la faena apenas empezaba