Betsabe, una mujer costeña tenia  38 años y pues yo tenía una tienda en el barrio donde vivíamos, pues mi trabajo estaba muy complicado, siempre aprovechaba para decirle cosas, ella  naturalmente me  ignoraba  y no le daba  importancia a mis  comentarios .

-Ay señora Betsabe, que linda es usted, su marido es muy afortunado.

-Ayy don Gus usted tan coqueto siempre, recuerde que soy casada, y usted también.

Esos comentarios se repitieron siempre que ella venía a la tienda, hasta que un día que yo estaba solo en la tienda llego  llorando a pedirme que si le podía dar un consejo porque estaba en problemas con su marido , le dije que si quería pasara a la trastienda, cuando entro me sorprendí de ver su vestido ,largo por encima de las rodillas y ancho dejando ver sus temen ¿das caderas y una nalgas hermosas , se sentó en una sillade las tres que tenía allí y yo corrí la cortina que separaba la tienda del público , y cuandovoltee pude observar entre sus piernas la tanguita que usaba y eso me puso nervioso.

Me conto que su esposo, un señor de 65 años , mayor que ella obviamente , se había peleado con ella y se había ido para su pueblo natal dejándola sola y aburrida , y que ella sabía que no vendría muy pronto pues allá estaban su ex esposa y dos hijas.

Le serví una gaseosa y me senté a escucharla y ella de pronto me abrazo y comenzó a llorar, yo solo miraba seis hermosas piernas y su tanguitabajo el corto vestido. Al rato charlábamos más tranquilos y me lance a decirle cosas pasadas de tono pero muy sutilmente, como: ”su marido es muy bobo, como deja sola una mujer guapa como usted, es un riesgo con tantos hombres que la deben desear

- aaayyy don Guseso quisiera yo pero nadie se metería conmigo y el que me gusta está casado y la mujer vive siempre cuidándolo

Pues muy triste, porque uno con tantas ganas y usted enamorada de otro

- ¿le puedo confesar algo? Es que me da mucha pena

Claro me, ni más faltaba

Es que el que me gusta es usted y su esposa siempre está por allí cuidándolo

Wowwww, gracias, no sabía que era así, de haber sabido ya lo hubiera aprovechado jajaja, le dije en son de broma

Aahhh si? ¿Y eso como?

Ayy doña no me tiente, ¿que tal usted se ofenda?

Ella abrió u poco más sus piernas dejándome ver más al fondo de su vestido y yo puse mi mano en sus piernas, me acerque y le bese en los labios a lo que ella respondió, metí mi lengua en su boca y sentados nos abrazamos en un largo beso

Ella ni corta ni perezosa puso su mano en mi paquete y mirándome a los ojosbajo el cierre del pantalón hasta sentir los bóxer y luego metió la mano y saco mi verga que ya estabaerecta

-¿Te gusta?

Ella como hipnotizada miraba miverga parada ,se acercóy empezó a tocar mi pene con sus manos , rotándola y poniéndola máserecta y dura.

-huuyyy mamacita, tócala, aahhh que rico, ¿te gusta verdad?

-Sí, Don Gus, me encanta, y sin más se la metió en la boca y comenzó a darme una rica mamada

Hasta que lalevante y le dije.

-Ya mamacita, no quiero venirme en tu boquita, te la quiero es meter, bueno si me dejas

-Por favor, don Gus, pero yo grito mucho, nos pueden oír, puede venir alguien y vernos así, mejor otro día, si?

-No mamita, tranquila quea esta hora casi no hay clientes y mi mujer llega hasta la tarde y de aquí no te vas dejándome así de excitado, ¿o sí?

Me acerque y metí mis manos bajo su vestido y bajando su tanguita, ya húmeda, me arrodille delante de ella y separe sus piernas dejando libre su vagina, empuje lentamente mi lengua y pude sentir como se abría paso por los labios de su vulva estirándolos al máximo, seguí empujando mi lengua hasta que toda estuvo dentro de ella y entonces empecé a lamer, ella se sentía morir con cada lametazo ycomenzó a gemir.

-Ay, que rico, por favor, aahhh, que bárbaro, me está matando de ganasaahhh, así, así, métamela toda

Fuera de control por esa chupada de vulva y clítoris se vino una y otra vez en mi lengua y en mi boca.

-sabía que te iba a gustar -

-huy Siiii don Gus, ahora quiero ser suya, aahhh, me respondió como loca

Levantó su vestido hasta la cintura dejando al aire sus bonitas piernas desnudas apoyadas sobre los zapatos de tacón. Le pedí que se montara de espaldas a la silla y masajee con mis dedos su rica vagina, solamente cubierto por una estrecha tira de vello púbico. Le introdujo un dedo y comprobé que manaba abundante flujo vaginal:

- te está gustando, ¿parece que llevabas tiempo sin tener sexo, verdad?

Ahora le introduje otro, y otro. Ella reaccionó cerrando los ojos y suspirando. Comencé a follarla con los dedos y ella tuvo que taparse la boca con las manos para que sus gemidos de placer no nos delataran. Retire los dedos de su vulvay se los metí en la boca.

Le separe sus nalgas y acerque la punta de mi verga a su raja mojada la frote de arriba hasta abajo sintiendo que ella se abría para miy de un golpe de cadera le incruste la verga hasta el fondo.

Betsabe dio un grito a mitad entre el dolor y el placer. Durante un rato bombee mi verga en su interiorllegando a lo más hondo de sus entrañas. Ella estaba totalmente excitada y su respiración entrecortada la delataba. Empecé a aumentar el ritmo de mis embestidas sintiendo como mi pene era succionado en aquella vagina. Podía ver como los pechos de ella se movían a cada empujón coronados por unos pezones erectos de la excitación… gemía, resoplaba, gritaba y se agarraba a mis nalgas hasta que se corrió abundantemente en su interior con un explosivo orgasmo.

Cuando terminamos se vistió y salió de la tienda.

Ese fue el comienzo de una serie de cogidas que le daba cada que queríay que mi esposa no estaba o no iba a la tienda, me dijo que se sentía como mi puta, pero que no le importaba, le gustaba chupar mi verga, que la pusiera sobre la silla y se la metiera hasta venirme, inclusola acostumbre aculear disfrutando suculito, ese que ni siquiera a su marido le había dado, fui su amante por cerca de 4 meses en los que la cogícuantas veces quise. Termino cuando su marido regreso.