Son las 7 am. La alarma comienza a sonar en mi celular y obligo a mi cuerpo a salir de la cama. Arrastro mis pies por el frío piso de mi apartamento de camino a la ducha. Dejo que el agua caliente recorra mi cuerpo, mis senos, mis caderas, mi clítoris de chico, mi cola, mis piernas. 

Salgo de la ducha y envuelvo mi cuerpo en una toalla, voy a la cocina a preparar una taza de café y mientras está, voy a vestirme. Estoy comenzado a usar jaulas para mi clítoris de chica, pero hoy no la quiero usar, quiero irme con una falda en cuerina nueva que compre hace unos días.

Me pongo el cachetero más apretado que tengo, es de color negro en encaje, casi no me gusta usarlo porque me aprieta y lastima mucho mi clítoris de chica, mis testículos, mi ano y suelo terminar muy quemada de mi colita, pero al no llevar mi jaula, necesito esconder bien mi pequeño secreto. Obligo a mi clítoris de chico a esconderse para atrás y el cachetero hace lo suyo, al tiempo que siento como mis nalgas quedan abiertas y mi ano apretado. No puedo negar que ese ardor que comienzo a sentir me excita, así que me obligo a pensar en otras cosas para no tener una erección.

La falda en cuerina es negra, con cremallera de subir atrás también de color negro tipo invisible. Me llega casi hasta la mitad de las piernas y es bastante ceñida por lo que, si me pongo la jaula, se va a notar mi pequeño secreto de sissy. Uso unas botas negras junto con unas medias de nylon también de color negro, un bralette negro con un blazer rojo de forma que realzaba mis senos y quedaba tipo escote. Me delinee los ojos de color negro, me aplique rímel y un labial rojo junto con un brillo para que se me vieran mas carnosos los labios. Me apliqué unas sombras cafés, aliste mi bolso con unas cosas de maquillaje por si tenia que retocarme y lo deje en el sofá.

Antes de salir de casa, entré al baño rápido y sobre el lavabo había dejado un plug anal metálico con una joya roja en forma de corazón. Me quede mirándola por unos segundos, hasta que instintivamente tome un lubricante que estaba al lado, lo apliqué en mi ano, introduje lentamente el plug mientras me mordía los labios al sentir un pequeño ardor cuando la parte mas ancha se abría paso entre mi ano apretado. Me incliné para poderme ver en un espejo de cuerpo entero que tengo en el baño para ver que la joya quedaba bien puesta. Me incorporé, acomodé mi clítoris de chico entre mis piernas, acomodé mi cachetero, mis medias y mi falda, tomé mi bolso en mi hombre y salí de casa.

El trayecto desde mi casa hasta el transporte publico de mi ciudad (Transmilenio), queda a unos 10 minutos caminando. Era la primera vez que salía a la calle con algo en mi cola y, aunque sabia que no se notaba, me era inevitable sentir las miradas como si todo el mundo supiera que llevaba el plug. Tengo que pasar por una zona muy comercial de mi ciudad y era consiente que la falda que llevaba era bastante llamativa, no solo por el material, sino también por el largo, ya que al caminar se me iba subiendo y tenia que acomodarla de nuevo contantemente. Notaba como varios hombres se quedaban mirándome, como centraban sus ojos en mis nalgas redondas envueltas en esa cuerina apretada. Cada paso que daba, hacia que el plug se moviera más y más adentro de mí; sentía unas leves ganas de ir al baño, pero combinado con las miradas, se convertía en placer sexual.

Llegué a la estación, pagué mi pasaje y me dispuse a hacer la fila para esperar el bus que me correspondía. La estación estaba completamente llena y más personas iban haciéndose detrás de mí. Iban llegando los buses y se iba desocupando la estación, pero al momento volvía a estar llena de gente. Después de unos 5 minutos de espera, sentí que alguien se acercó demasiado a mí rozando mi cola. Un escalofrió me recorrido la espalda he instintivamente cogí mi bolso fuerte contra mi abdomen. <>, la voz de un señor a mi espalda. Volteé a ver, era un poco más alto que yo (y eso que mis botas tenían 12 cm de alto con plataforma), acuerpado, atlético, de ojos cafés y un cabello corto con bastantes canas ya, un traje formal gris con corbata negra y un portafolios café. Era bastante atractivo la verdad y fue inevitable devolverle un <> con una sonrisa. Me di vuelta y pasado un minuto llego mi transporte. Para mi decepción, estaba muy lleno y no quería subirme, pero no tenia opción, tenia un compromiso en 1 hora y no tenia tiempo que perder.

Mientras pensaba si subirme o no, vi que el señor se subió primero. El bus estaba a punto de cerrar las puertas así que me lancé sin caer en cuenta que no solo caí en los brazos del señor, si no que lo alcancé a pisar con los tacones. << ¡Perdón! ¡Fue sin querer! ¿Estas bien? >>, <>. Su comentario me causo gracias y le devolví un no con la cabeza y una sonrisa enorme. Agaché mi cara apenada y me trate de apartar como pude, pero las puertas al cerrarse impedían que me pudiera mover mucho. En la siguiente estación, las puertas se abrieron de nuevo, varias personas se bajaron quedando un poco mas libre. No quise entrar más hacia el centro porque seguía lleno allá, así que me quedé en la puerta con el señor.

De nuevo se cerraron las puertas y esta vez me quede mirando por el cristal de esta a la calle. El señor se quedó allí también tomándose de una de las barandas de la parte de arriba. En un instante, el conductor del bus frenó bruscamente haciendo que me fuera hacia adelante con fuerza y el señor que estaba atrás mío aterrizó sobre mi con gran fuerza. El peso del resto de la gente que estaba detrás y que también cayeron sobre el señor, hacían que me apretara con gran fuerza, tanto que era inevitable sentir su entrepierna apretando mi cola. No me podía mover, mis senos estaban totalmente apretados contra el cristal y hacia toda la fuerza con mis manos para hacerme aun lado. El señor, con sus manos, me ayudo a hacer fuerza para que la gente se apartara y me pudieran liberar. El bus se detuvo allí y mientras la gente se levantaba para observar por las ventanas que había sucedido, yo miraba al señor sobre mi hombro izquierdo. El señor me sostenía la mirada mientras seguía con mi cola apretando su pelvis. Mi pecho subía y abajaba muy rápido, sin poder controlar mi respiración. No sabia si era por lo atrapada que estaba o por sentir si miembro contra mi cola.

Mis caderas, instintivamente, comenzaron moverse. Chocaba mis caderas contra su pelvis y lo alternaba con un movimiento circular, muy sutil y lento para que nadie se diera cuenta. Sentía como su pene comenzaba a crecer entre su pantalón y eso solo hacia que me excitara más. Yo disimulaba poniéndome en puntas para mirar sobre la gente y ver qué había pasado, pero solo intentaba que mi cola quedara a su altura para que no se tuviera que agachar. Mi falda comenzaba a subirse con cada movimiento mientras el señor con su cuerpo tapaba lo más posible para que nadie se diera cuenta. Sentí como su mano izquierda me tomó por la cadera haciendo presión hacia él. Mi culo estaba totalmente apretado y sentía como el plug se metía mas adentro. Agachaba mi cabeza y mordía mis labios mientras intentaba tapar mi rostro con mi cabello. Pasé una de mis manos sobre uno de mis senos y entonces vi que una señora volteó hacia mí. Di un brinco separé mi cola del señor mientras, con la ayuda de la otra mano, acomodaba el blazer como si se hubiera desacomodado por el estrujón. Planche mi ropa con las manos y baje la falda hasta su altura normal.

La señora se nos queda mirando por unos instantes hasta que se da la vuelta de nuevo. El bus se pone de nuevo en movimiento mientras veo como el señor baja sus brazos e intenta cubrirse con su portafolios. Ya en la siguiente parada, al ver que se van a subir más personas, intento ingresar un poco más al centro, pero el señor extiende sus brazos impidiéndolo. De nuevo siento como quedamos apretados, pero de nuevo, frente a frente. Su mirada se clava en mí y no lo pienso dos veces para bajar mi mano hacia su pene. Aun esta duro y lo comienzo a estimular. Mi mano sube y baja sobre su pantalón lo más despacio y torturante que puedo. En la siguiente estación, sube más personas para ahora si quedar totalmente pegados el uno al otro, así que aprovecho la oportunidad para bajar su cremallera y meter mi mano. Sus ojos se abren de par en par y su mirada de terror lo dice todo. Pero no me importa, estoy excitada y decidida a que lo quiero hacer venir.

Bajo una parte de su ropa interior y comienzo a sentir lo venoso que lo tiene. Eso me prende más no dudo en masturbarlo. Aún sobre la ropa, podía sentir lo mojado que estaba, lo masturbaba lo mejor que podía mientras con mi mirada hacia un barrido de las personas que iban adentro del bus para ver si alguien se estaba dando cuenta. Pasaron unos minutos hasta que sentí como su leche caliente llenaba mis manos adentro de su pantalón. Mire hacia arriba, a sus ojos y veía como los apretaba al igual que lo hacia con sus labios para ahogar un gemido. Su pecho subía y bajaba rápido mientras yo le sonreía con cara de picardía. Un fuerte olor a semen se comenzó a sentir y fue inevitable que las personas comenzaran a mirar para todo lado. Sequé lo mejor que pude mi mano con la ropa interior del señor mientras disimulaba mirando para lado y lado, haciendo cara de <>, mientras observaba como abrían las ventanas. Le subí la cremallera mientras el se cubría lo más rápido que podía con el maletín.

Sus ojos cafés no dejaban de mirarme la boca y sentía el deseo que tenia de hacerme suya. Sus ojos ardían mientras la mano la mano que tenia libre la usaba para sujetarse y de vez en cuando tomarme por la cadera. Yo no dejaba de sonreírle, pero solo me limitaba a esto. Una vez en la siguiente estación, las puertas se abrieron y se bajaron varias personas. Me separé del señor y antes de que se cerraran las puertas, di un brinco y me bajé. Me quede observándolo mientras el bus lentamente avanzaba. Puso sus manos sobre el cristal mientras yo me daba vuelta y comenzaba a caminar. Mi mano aún seguía con semen y no mi resistí a las ganas de probarlo. Me di la vuelta y sin que nadie lo notara, di un lengüetazo a mi mano. Estaba un poco salado y sentía como bajaba por mi garganta. Abrí mi bolso y saqué unas toallas húmedas para limpiarme. También saqué mi celular para ver que mi cita ya la había perdido. Comencé a caminar con el pensamiento en la cabeza de que lo mejor era devolverme para mi apartamento. Al instante, sentí que algo me escurría por las piernas. Me había venido y mi semen corría por mis piernas.

Me baje de la estación a buscar un baño. Trataba de caminar lo más rápido que podía sin separar mucho mis piernas para que nadie se diera cuenta. El frio de la calle subía por mis piernas y era inevitable sentir como mi semen se enfriaba. Entré a una tienda y le pedí al encargado el baño. Amablemente me indicó donde quedaba así que salí corriendo, me aseguré que no hubiera nadie adentro y cerré con seguro. Subí mi falda y bajé las medias. Mi semen comenzaba a secarse sobre estas. Con una toalla húmeda las limpié lo mejor que pude y después bajé mi cachetero. Este estaba aun más mojado y no lo pensé dos veces y recogí lo que pude con mi mano para comérmelo. Mi clítoris de chico aún escurría y eso me prendió tanto que comencé a masturbarme. Abrí mis piernas estando de pie y me tocaba recordando el pene del señor apretando mi cola. Metía mis manos entre el bralette, tocaba mis pezones y luego bajé mi mano para estimular mi ano con el plug. Lo metía y sacaba lo más rápido que podía y en solo unos minutos me vine. Mordia mis labios duro para ahogar mis gemidos mientras mi cuerpo se estremecía. Puse mi mano para recoger todo el semen que pudiera para luego comérmelo. Deje mi mano totalmente limpia con mi lengua, después me limpie mi clítoris y mi cachetero con una toalla húmeda, reacomode todo mi vestuario, baje la cisterna para hacer algo de ruido.

Me paré en frente al lavabo, me miré al espejo para ver si tenia rastros de semen en mi boca, retoqué mi maquillaje y salí de nuevo rumbo a mi casa, esta vez en taxi para no desviarme por culpa de otro señor guapo.