Reina del universo

—Disfrutar del placer máximo con una pareja a ojo cerrado—

— Cierras tus ojos, estás vestida pero unas manos extrañas comienzan a palpar tu ropa, a recorrerla lentamente, a despojarte de ella, se mueven en derredor y tú no quieres evitarlo

— te dejan solamente la ropa interior

— y sientes que unos ojos te observan, no los ves, pero los sientes, sientes con excitación que ellos se deleitan apreciando tu belleza...

— después de algunos minutos sientes que te tocan de nuevo, te acarician con ternura, sientes que hay varias manos, las cuentas y son cuatro

— sabes que dos de esas manos son femeninas, notas la diferencia y eso te excita enormemente, dejas que vuele tu imaginación, sabes que algo más va a suceder y deseas con ardor que suceda ya

— percibes un aroma suave

— pero esperas pacientemente, pues eso agrega un inmenso placer a todo eso que ya estás sintiendo...

— siguen acariciándote con dulzura y cada vez te convences más que hay un hombre y una mujer contigo, pero no quieres abrir tus ojos pues no deseas romper el encanto de estar en esa situación frente a dos desconocidos

— finalmente sientes que una de las manos masculinas te aprieta en algunas zonas, recorren tus hermosas curvas...

— ahhhh, lo esperabas, lo deseabas, supiste ser paciente y esto ha hecho que tu nivel de excitación sea más grande...

— luego, solo caricias suaves a lo largo de todo tu cuerpo de nuevo...

— minutos más tarde sientes algo húmedo recorrer tus muslos... ahhh, ¡qué delicia!

— pasan algunos minutos y sientes que también hay unos labios...

— puedes sentir el contacto de una nariz

— es una nariz pequeña...

— ooohhhh, ¡cómo lo disfrutas!

— esos labios y esa lengua están subiendo...

— por la parte interna de tus muslos ... y llegan hasta aquella zona en donde tus muslos se encuentran y dejan de ser muslos...

— esa lengua se queda jugueteando allí por varios minutos y tú te sientes como una princesa...

— sientes que te van a dar todo lo que quieras y ni siquiera tendrás que pedirlo...

— sientes que también unas manos fuertes aprietan tus nalgas y eso te encanta

— sientes unos dedos masculinos recorriendo tu espalda

— y al frente tuyo, sí, allá abajo, todavía hay una lengua dedicada a proporcionarte placer...

— las manos masculinas comienzan a masajear con vigor tus hombros...

— definitivamente es un hombre, sientes su pene contra tus nalgas, notas que él también está sumamente excitado, es la primera vez que sientes su pene, lo tiene sumamente duro, no hay duda, debe tener una erección única y definitivamente no puede ser él quien tiene su lengua en tu zona íntima...

— ohhh, sientes que esa lengua femenina sigue recorriéndote de abajo hacia arriba, hasta llegar a tu ombligo...

— y luego se devuelve... hacia abajo, en línea recta

— ohhh, qué delicia

— ohhh, quieres más y más y más, pero no lo pides, porque sabes que de todos modos vas a obtenerlo... ohhh

— esas cuatro manos te dejan completamente desnuda, te han despojado de tus aretes, de tu reloj… sientes que dejan todo en la mesita… estás tal como llegaste al mundo, desnuda, frente a dos desconocidos, un hombre y una mujer que poco a poco se adueñan de un modo muy delicado de tu cuerpo...

— pasan los minutos, la delicia de ser recorrida suavemente, de pies a cabeza, por unos dedos que quieren conocer cada centímetro de tu piel, es indescriptible

— no hay sitio de tu cuerpo que alternativamente esas manos femeninas y aquellas masculinas no hayan vulnerado...

— y ahora ya no sólo es una lengua, ahora son dos...

— ohhh... él está detrás tuyo nuevamente, sientes su pecho caliente en tu espalda y esas manos masculinas apretando tus preciosos senos

— su lengua y labios están recorriendo tu cuello, tus orejas, ahhhh

— allá abajo el placer sigue en aumento, ella se ocupa de tus labios mayores con su lengua...

— allí arriba él recorre tu cara con sus dedos, los pasa lentamente sobre tus labios y tú con suavidad abres la boca y comienzas a succionarlos, te gusta como huelen, es tu primera acción, ya no puedes contenerte más...

— disfrutas su olor y no quieres dejar de besarlo

— has comenzado a romper tu pasividad...

— allá abajo el placer sigue en aumento, ahora son tus labios menores los que reciben atención

— y un dedo femenino se introduce en tu vagina...

— luego, te parece, son dos dedos...

— y enseguida sientes como ella con su lengua acaricia tu clítoris...

— ahhhh ¡qué delicia!

— comienzas a suspirar de placer

— él aprieta tus senos...

— volteas tu cara suavemente, quieres olerlo, quieres invitarlo a besarte, lames tus labios, pero él no los toca con los suyos

— gimes de placer...

— sientes la lengua femenina recorrer en círculos tu clítoris...

— él finalmente acaricia tus labios con los suyos, te besa suavemente

— tu respondes con pasión

— él lame tus labios con su lengua

— tu lengua busca la de él

— te entregas con desenfreno...

— ella sube suavemente hasta alcanzar tus senos...

— te los acaricia

— te los aprieta

— te los besa

— te los succiona

— él se encarga ahora de tus muslos

— de tu vagina, de tu clítoris,

— ohhh, ¡qué delicia!

— no sabes por cuánto tiempo más vas a poder resistir, son ya múltiples los orgasmos que has experimentado...

— ahora ella te besa también el cuello

— y la boca...

— ohh, es delicioso, no habías experimentado tanto placer antes... la abrazas fuertemente

— gimes de placer al tiempo que él se encarga maravillosamente de tu clítoris

— él te arranca un gritico de placer...

— ella, te susurra «estás bien?»

— ... es la primera frase que escuchas esa tarde...

— suavemente dices «sí»

— tú sabes que mejor no podrías estar

— y él te arranca otro gritico de placer

— en este momento ya no puedes creer que haya algo mejor de lo que has estado experimentando, lo tomas a él de su cabello, y recorres su cara con tus dedos...

— ella se aparta por un momento

— él te levanta

— y luego te acuesta suavemente, de un modo calculado...

— tú, instintivamente separas tus muslos un poco

— él te penetra

— te está haciendo suya

— ella se acerca a ti de nuevo, te acaricia, te besa...

— tú comienzas a darle a ella tanto placer como te es posible...

— la rodeas con tus brazos, quieres darle tanto placer como ella te dio...

— pasan los minutos

— él sigue penetrándote...

— y acariciándote

— y besándote

— te aprieta fuertemente

— te hace suya más que nunca

— luego, se separa suavemente

— y te da libertad para que puedas satisfacerla a ella

— las dos son ahora un solo cuerpo y él las acaricia suavemente

— él vuelve a penetrarte... ella mientras tanto vuelve a encargarse de tu clítoris con su lengua

— y tú, al tiempo, con la tuya te encargas de su clítoris...

— él se detiene una vez más...

— y se encarga de tus labios mayores y menores con su lengua

— ahora tienes dos lenguas en tus genitales...

— ¡esto es maravilloso!

— ¡ABRES TUS OJOS!

— quieres ver quiénes son éstos que te han hecho reina del universo

— ellos sonríen

— tú también

— ellos te gustan

— y por lo que te han hecho, no hay duda que tú les gustas

— él te penetra una vez más

— gritas de placer

— esta vez no se detendrá

— lo sabes porque ahora lo hace con mucho más vigor

— sus movimientos son cada vez más rápidos

— oooooohhh

— ¡qué delicia!

— tú sólo atinas a decir «sí, sí, sí, sííí...»

— finalmente él también grita de placer

— y ella ahora está alcanzando orgasmo tras orgasmo porque tú estás de nuevo ocupada en sus genitales

— ohhh, ¡qué maravilla!

— él grita de placer

— y tú observas su cara por un momento, quieres ver su expresión

— su cara te lo ha dicho todo, no necesitas hacer preguntas

— no necesitas agradecer

— ellos tampoco

— todos saben que han tenido una tarde magnífica...

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