Aún después de casi dos años de estar junto me causa una sensación de nervios verlo, siento mariposas en el estómago y todo eso se va en el momento que lo tengo de frente, mirándome, cuando lo tocó todo desaparece y todos esos sentimientos se convierten en una paz total, me siento completa. 

Nos encontramos en Itagüí y desde allí tomamos un taxi para llegar un motel de la estrella. Fue una larga travesía para poder llegaral motel, pues estabamos en plena feria de flores que la ciudad colapsa.

Siempre antes de nuestros encuentros hablamos de que queremos hacer, siempre decimos que nos vamos a controlar, que vamos a jugar un poco, que vamos a usar prendas o juguetes que tenemos, que vamos a hacerlo con calma, pero nunca lo logramos. Cuando nos vemos el deseo que tenemos es desenfrenado, desde el taxi por ejemplo no puedo dejar de tocar su pene, sentir su erección de bajo de su ropa y comenzamos a devorarnos aun sin tocarnos, solo con la mirada, es nuestro juego previo y nuestro máximo nivel de control.

Entramos a la habitación e inmediatamente todo lo que habíamos planeado se fue al carajo, aun con la ropa puesta comenzamos a besarnos y tocarnos a recorrernos sin decir palabra alguna, nuestros cuerpos se necesitan. Me levantó de la cintura, me sujeto con sus brazos mientras yo enredaba mis piernas a su cintura, llevándome así hasta la cama.  

Me recostó y comenzó a desvestirse, me encanta verlo desnudo, lo recorro de arriba de arriba abajo, disfrutando lo que yo me “como”, no puedo evitar morder mis labios mientras me deleito con el panorama. Le dije que me desvistiera, que hiciera conmigo lo que quisiera al ritmo que el quisiera. Aun recostada en la cama me quitó el pantalón, se abalanzo sobre mi dejándome sentir su erección sobre mi vagina ya húmeda por el deseo que este hombre me provoca, rozaba su pene lentamente y yo cada vez mas excitada, hasta que retiro mi panty. Quería que me penetrara de inmediato, nuestros juegos previos no son en ese momento, nuestro juego previo es de días atrás planeado nuestros encuentros, imaginándonos, deseándonos, amándonos, admirándonos, muchas fotos, videos y ganas, para que más… por eso para ese momento los dos estamos a punto de explotar.

Así que comenzó a jugar con su pene ya muy erecto en mi clítoris, mi vagina ya muy mojada lo invitaba a entrar, pero le gusta ponerme a “sufrir”, que la penetración sea lenta, por partes, yo me uno al juego y comienzo a hacer círculos con mi cintura mientras la punta de su pene entra y sale lentamente, hasta que ya no podemos aguantar más, empieza a penetrarme de forma rápida, comienzo a sentir como su pene entra y sale, no puedo dejar de gemir, lo hago desde el momento que entra por completo, rasguño su espalda mientras esta sobre mí, mientras bajo mis manos hasta sus nalgas y mis piernas van rodeando las suyas y las apreto mientas voy sintiendo su pene bien profundo y llegamos a ese primer orgasmo que tantos días añoramos tener juntos, siento como comienza bombear dentro de mí, escucho su respirar, siento su corazón acelerado, sus gemidos y es en ese momento es donde mis orgasmos, porque ahí no tengo solo uno, tengo varios, comienzan a hacerse mas intensos, con mi vagina succiono su pene, cada vez más rápido hasta que exploto… y queda el sobre mí, besándonos, sintiendo nuestros corazones a toda, mientras nuestra respiración se va calmando, la aceleración va bajando y quedamos tendidos sobre la cama, recuperando el aliento… 

No han pasado un par de minutos y ambos ya queremos más, así que me abalanzo sobre él y su pene estaba en el punto exacto. 

Me senté sobre él y comencé a cabalgarlo, ambos disfrutamos mucho esta posición porque a él le encanta ser mi “mi juguete sexual”, que haga todo a mi ritmo, además que estamos frente a frente y si han seguido nuestros relatos, saben de mi adicción por sus besos. Así que comencé a deleitarme, sus manos en mis nalgas, su pene bien profundo y moviéndome sin control… después de unos cuantos orgasmos y venirme sobre él cambie de posición, quería que mi hombre se deleitara con mis nalgas, así que me puse sobre el dándole la espalda, le pedí que levantará un poco las piernas para que las mias quedarán debajo de las él, está posición es genial ya que la penetración es muy profunda y el tiene todo el shows de ver cómo mis nalgas rebotan sobre su pene.

Comence a moverme de adelante hacia atrás cada vez más rápido sin perder la penetración,estába demasiado excitada y cuando estaba llegando a un punto muy alto de excitación puse mis dedos en mi clotoris y comencé a masajear con velocidad, así que él me pidió que lo siguiera haciendo y eso hacia que me exitara más, lo sentia gemir, mientras me nalgueaba y me pedía más... Sin dejar la penetración y aún dándole la espalda me recosté hacia él, comenzó a respirar en mi oído, estaba bastante exitado e inmediatamente puso su mano en mi vagina y comenzó a frotar mi clotoris, en ese momento me desconecte, comencé a gritar de placer mientras él me pedía que se lo diera todo... Aún después de tanto tiempo el no sabe cómo me descontrola y que desde el momento cero se lo doy todo.

Me hice a un lado, para recuperar el aliento, se acercó a mí, quedamos frente a frente y el me abrazo, acariciaba mi espalda, yo besaba su pecho, el con los ojos cerrados lo veía son reír. Sentía su paz y yo no podría sentirme mejor de estar entre sus brazos. Pasamos un buen tiempo así, abrazando, nos acariciandonos, nos besábamos, fue un momento maravilloso. No sé si les he contado pero nuestra conexión es demasiado, demasiado sexual, pero él es la persona más romántica que hay y con él es imposible no vivirlo.

Después de un buen rato él se percató de que mi sabana está bastante mojada, les soy sincera, lo que él genera en mi transpasa cualquier cosa, mi humedad con él no tiene control, y quedó demostrado en ese momento... Ese pequeño detalle lo encendio nuevamente, su erección ya estaba fuera de control, así que acostada en la cama le dí espalda, puse mis nalgas sobre su pene y le pedí que me penetrara, me puse en posición y sentí como entraba lentamente, comencé a moverme y ubique de forma que fuera muy profundo, entrelazamos nuestras piernas y cada vez estábamos más excitados y mi hombre enloqueció, de un salto estaba encima de mi, yo ya me encontrba recostada totalmente mirando hacia arriba, el se me hizo encima, cruzo mi pierna izquierda sobre la derecha (posición recomendada, penetración muy profunda y da perfecto para que él la de toda), me penetró de inmediato y comenzó a "darme" sin miseria, estaba descontrolado y yo mas excitada y feliz viendo y sintiendo ese espectáculo. Mi hombre estába fuera de control hasta el punto que puso una de sus manos en mi cuello, mientras con la otra se apoyaba sobre la cabezera de la cama, ahorcándome de la manera más sexual y pasional que jamás nadie lo había hecho, pero se que en ese momento él no era conciente de lo que hacía, además el no sabe cuánto me excitan cosas como esas. Eso que hizo me enloqueció, jamás lo había hecho y me dio a entender cuan exitado y fuera de si estába en ese momento y mientras mas se movía más duro me daba, yo estába feliz de verlo así, además completamente excitada, me fascina cuando está sin mente, descontrolado, fuera de si, haciendo lo que su instinto le pide... Valga aclarar que por muy loco que estuviera no me quita la mirada un solo segundo, me mira fijo, tan profunda como es su penetración es su mirada hacia mi, una mirada profunda de lujuria y placer... Cuando estaba apunto de venirse , puso sus manos en mis senos aprentandolos sin control, él era completamente mío... Ya no podíamos y explotamos juntos, ese momento de júbilo marcado por un "hijueputa que rico" no tiene como describirse, ustedes saben bien lo que se siente cuando los logran llegar al punto máximo juntos, así que dejaré lo que sentimos a su imaginación.

Cerramos ese momento besándonos, dejando que nuestros cuerpos descansará juntos, piel con piel...

Aún siento en mi piel como sus manos me recorren, como sus labios rozan con los míos, puedo sentir su calor, su aroma, su respiración...