Después de aquella experiencia en el cuarto oscuro con Eduardo nos dejamos de ver un mes, ya que él se fue de viaje por cuestiones de trabajo. Cuando llegó me llamó y me dijo que quería que yo experimentará con mi sentido del gusto, para lo cual me comentó sí yo estaría de acuerdo en que les mamara las vergas a cinco de sus compañeros y me tragara su leche. La verdad me cogió un poco fuera de base no esperaba esa propuesta. Tratando de convencerme me dijo que era está una buena oportunidad para que conociera cinco miembros diferentes al de él, cada uno con características diferentes en cuanto a su longitud y grosor. Me dijo, confírmame de una vez para llamar a mis compañeros o olvidemos todo este asunto, pero tú te lo pierdes. Fue así como le dije que si, a lo que él llamó inmediatamente a sus compañeros para que al día siguiente no se comprometieran con ningún trabajo. Esa noche no pude dormir bien, me excitaba la idea de ver y probar varios miembros, miraba por internet fotos de vergas y me hacía una idea de cómo podían ser.

Llegado el día siguiente, entré al apartamento un poco nervioso y me recibió Eduardo y me dijo que pasará al cuarto. Está vez no estaba oscuro pero si había una caja de cartón grande con un hueco a la altura de la cadera, como en un Glory hole. Me comentó Eduardo que sus compañeros ya habían llegado y que iban a pasar uno por uno por la caja de cartón. Me dijo que mirara un momento hacia la pared cuando escuché que entraba alguien y se colocó en la caja de cartón. Eduardo me dijo ya es hora, fue así como voltie todo mi cuerpo hacia la caja y que sorpresa me llevé, cuando veo una gran verga negra saliendo del Glory hole. Fue así como me arrodillé y acerque mi cara al miembro negro. Comencé a dar círculos con mi lengua alrededor del glande y sentí como salían las primeras gotas de semen