Les comento que yo estaba en Bogotá y ella en otra ciudad. De ella les cuento que es delgada, un rostro hermoso, un culo para tocárselo en cualquier lado y que sientan envidia si nos ven, unos labios que los miras y ya quieres que te chupe, unos senos demasiado lindos paraditos con unos pezones que provoca no desprenderse de ellos.

Nosotros nos conocíamos hace muchos años ya que trabajamos en la misma empresa y ella me gustaba mucho pero en ese momento nunca hubo nada entre nosotros. De ella me gustaba mucho su culo, se lo veía todo el tiempo, para otros compañeros de trabajo y para mí era como una fantasía sexual coger ese culo y mucho más tenerla en la cama.

Ella se llama Alejandra, pasaron muchos años y nos encontramos nuevamente en varias ocasiones en Bogotá la verdad estaba igual de buena y hasta mejor. Me seguía gustando mucho su culo, me masturbaba casi todos los días imaginándola. Una vez que llego a Bogotá la invité a cine, se veía espectacular y en la película nos besamos, con solo sus besos me excitaba mucho, tanto que no me podía levantar del asiento, le tenía muchas ganas y nos fuimos a mi apto. Quería verle ese culo que me volvía loco, nos acostamos besándonos muy efusivamente y poco a poco le quite el jean, baje mi mano lentamente y sentí esa vagina totalmente depilada me volví loco, baje lentamente y comencé pasar mi lengua suavemente por esos labios, me gustó tanto que metí totalmente mi lengua, estaba completamente mojada y no me acuerdo cuanto dure pero no quería detenerme y al mismo tiempo agarraba con mis manos ese culo con el que soñaba. Fue espectacular sabía muy rico y mientras la chupaba le quite lentamente la camisa para mi sorpresa tenía las tetas más ricas que había visto (ver fotos), no eran grandes pero si muy muy paraditas con unos pezones que solo con tocarlos se le paraban, subí lentamente y comencé a chuparle esas tetas y que tetas no quería desprenderme de ellas, se las chupaba una y otra vez, estaba muy arrecho y mi verga estaba que explotaba y mientras le chupaba esas tetas le metí lentamente mi verga que sensación tan espectacular, no podía creer que tenía a mi fantasía sexual de hace muchos años, la penetre mucho y todo el tiempo le chupaba y le veía esas tetas eso me arrechaba mucho, ella me decía al oído “que rico”. Me hizo venir como nunca me había venido. Luego nos dormimos y me encantaron tanto sus tetas que dormí con mis manos en ellas. Al despertarnos me tenía arrecho y nos fuimos a bañar, ella me tocaba y yo a ella, le pasaba jabón por esas nalgas y tetas, me arrecho tanto que le pedí que se arrodillara y me comencé a masturbar frente a ella viendo sus tetas, la verdad me excitaban tanto que me vine sobre esas tetas, echando mi leche en esos pezones riquísimos. Fuimos novios un tiempo y siempre mis manos en sus tetas y culo cada vez que podía.

El sexo con ella es demasiado bueno, por la distancia ella me envíamuchas fotos para recordarla, seguimos charlando y quise contar nuestra historia.