El terreno de las prácticas sexuales es extenso y diverso. Cada día son más las parejas que se sumergen en el placer de los juegos de rol, tríos sexuales, entre otros fetiches. No obstante, algunas de estas nuevas experiencias requieren conocimiento previo para realizarlas en un ambiente seguro. Acompáñanos en este recorrido sobre el fisting y descubre los pasos necesarios para tener un momento de placer garantizado.

Fisting: ¿qué es y cuáles son sus beneficios sexuales?

El fisting es una práctica sexual caracterizada por la introducción (total o parcial) de la mano en la cavidad vaginal o anal; incluso el brazo en los casos más extremos (González, 2021; Callejo, 2021). En este sentido: 

·         Puede realizarse en solitario o en pareja y tanto en hombres como en mujeres.

·         Es descrita como placentera y excitante debido a que implica un autodescubrimiento de los límites sensitivos para quien lo recibe. Mientras que, aporta un rol de dominación y poder para quien lo ejecuta.

·         Sirve como juego erótico para lograr un orgasmo de una forma diferente a la tradicional. En las mujeres se puede estimular el Punto A, lo cual conlleva un orgasmo más fuerte y posible eyaculación femenina. En los hombres se afianza el estímulo en el Punto G, lo que brinda un orgasmo diferente a la eyaculación.

·         Afianza la dinámica de pareja en la medida que su realización se basa en un intercambio consensuado y de cuidado.

Fisting: guía para una experiencia placentera

El fisting exige una serie de requisitos de seguridad para brindar el máximo estímulo a la pareja. Aquí se incluyen aspectos como:

Asepsia

La limpieza es un componente fundamental para evitar contraer o transmitir infecciones de transmisión sexual (ITS). Al respecto, hace falta:

·         Lavado de manos: si eres la persona que realizará el fisting, debes enjuagar tus manos con agua y jabón para eliminar bacterias. Además, es recomendable cubrir tus manos con condones o guantes especiales, quitarte anillos y cortar tus uñas. Esto disminuye el riesgo de maltrato o sangrado vaginal y anal.

·         Ducha anal: si deseas intentar activar la sensibilidad de tu zona anal, utiliza un enema de 2 a 3 horas antes. Así no habrá riesgo de suciedades inesperadas durante la práctica sexual.

Lubricante

Debido a que se trata de una práctica sexual muy invasiva, el lubricante debe aplicarse durante todo el proceso. Por este motivo, debes mantener el cuidado y elegir un lubricante apropiado para la ocasión. Te sugerimos aquellos cuya base principal es agua, dado que 50 % de las personas lo escogieron para esta actividad (Fistfy, 2019).

También, existen lubricantes con base de silicona o aceite que son muy populares. En su conjunto, se caracterizan por sus atributos de consistencia, espesura y durabilidad. De esta forma, garantizan la protección de las mucosas y el deslizamiento sin dolor en la vagina y ano.

Preparación previa

Antes de la penetración, estimula toda la zona vaginal y anal para lograr la excitación inicial. Esta fase puedes acompañarla con (Planned Parenthood, s.f.; Clarín, 2020):

·         Masajes eróticos: la relajación de los músculos facilitará la penetración. Sin embargo, componentes como el ambiente o insinuaciones, abren el abanico del placer sexual. Por ejemplo, sensaciones visuales, auditivas, olfativas y táctiles no genitales que posibilitan la dilatación vaginal y anal.

·         Juguetes sexuales: objetos diseñados para proporcionar placer en diferentes escenarios sexuales. En este caso particular, un plug anal o vibradores contribuyen a la acumulación de placer. Por ende, coopera a llegar a la fase de penetración, que libera en el orgasmo.

Asimismo, incluye los ejercicios de Kegel en tu rutina o la de tu pareja para adquirir control de tus esfínteres.

Técnica

El método del fisting presenta dos variantes diferenciadas (Acosta, s.f.):

·         Vaginal: se inicia con un dedo, el cual masajea de forma circular el interior de la vagina. Al mismo tiempo, es preciso que estimules el clítoris para aumentar la excitación y relajación muscular. Cuando sientas que hay suficiente lubricación, introduce otro dedo y repite el proceso. Luego, continúa la lubricación para introducir un tercer dedo que irá preparando la dilatación vaginal máxima. Finalmente, introduce el cuarto dedo centrándote en la estimulación del punto G. En plena comodidad, empuña la mano, colocando el pulgar dentro de los demás dedos. Aquí se siente el máximo placer, por lo que es posible que haya eyaculación femenina o disfrute de lluvia dorada.

·         Anal: la estimulación inicial se realiza con juguetes sexuales, beso negro o con un masaje de uno o dos dedos. Sin embargo, al momento de la penetración, no introduces un dedo a la vez, sino todos en su conjunto. Para esto, alinea de forma horizontal todos tus dedos y luego haz que se unan en un único punto. De este modo, podrás ir introduciendo lentamente la mano con movimientos hacia arriba y abajo. La lubricación ayuda a la entrada, mientras los músculos se dilatan.

Consentimiento a la hora de practicar fisting

La comunicación es vital cuando se trata de una actividad de pareja. Construye un código verbal y no verbal para saber en todo momento si todo marcha bien. Por ejemplo, una palabra o un gesto que permita decir si sienten placer o dolor para actuar en consecuencia.

En suma, el fisting ofrece una experiencia excitante y llena de placer en escenarios individuales y de pareja. Sin embargo, el cuidado mutuo es la mejor herramienta para hacer de esta práctica sexual un momento íntimo continuado. Con estas recomendaciones podrás garantizar la satisfacción en su punto máximo. Si sigues interesado en conocer más sobre este y otros temas eróticos, consulta en Guía Cereza.