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Relato 7

Mucho tiempo antes de casarnos, cuando sólo nos considerábamos amigos con derechos, la que hoy es mi esposa viajó a visitarme. Yo vivía lejos del país y se nos presentó la oportunidad de pasar una temporada juntos.

Fue un mes increíble no solo por la cantidad de experiencias que vivimos juntos sino porque fue una oleada sexual brava. Practicamente no pasamos una sola noche sin tener sexo. Pero el relato numero 7 fue precisamente la noche que mas recuerdo porque fue el momento en que me di cuenta de la bomba sexual con la que estaba.

Habíamos salido de fiesta con unos amigos. Fue una noche larga pero increible. Estuvimos en un lugar barra libre con show de baile y stripers a mitad de la rumba. Fue toda una locura. Por supuesto los tragos no dejaban de llegar y nosotros sin ningún reparo los aprovechamos. Ya entrada la madrugada y cansados decidimos partir solos a casa, mientras los demás habían decidido quedarse hasta terminar la fiesta. 

Mi "amiga" y yo buscamos un taxi. Nos subimos y como ya sabíamos a lo que íbamos, comenzamos a calentar motores. Nos quedaban 40 minutos de trayecto y había que aprovecharlo para no quedarnos dormidos y los dos lo sabíamos. Primero nos abrazamos y luego de un par de deseos al oído que nos dijimos, nos comenzamos a besar apasionadamente. Las manos no se quedaban quietas, las suyas me agarraban la nuca fuertemente y una de ellas bajaba a mi pantalón para masajearlo. Las mías de su rostro hasta sus tetas y luego su entrepierna. El clima dentro del taxi cada vez aumentaba más y más. De vez en cuando yo metía mis manos en su escote para agarrarle las tetas directamente. A Veces de reojo me daba cuenta que el taxista acomodaba el retrovisor para intentar espiar. De pronto se detuvo en un semáforo y como todo buen taxista de allí nos empezó a hacer la charla. Pero no fué cualquier charla. 

Nos dijo que conocía unos telos de camino por si queríamos pasar. Pero entre risas le dijimos que no nos alcanzaba el dinero así que queríamos llegar rápido a casa. El solo se rió y nos siguió haciendo la charla pero ya para hacernos otro ofrecimiento. Nos dijo sin ningún tupor, que allá estaban muy acostumbrados a este tipo de situaciones, donde los jóvenes extranjeros sobre todo, se "dejaban llevar" por las emociones del momento y que aunque muchos compañeros se negaban a prestar un servicio así, en el caso de él le chupaba un huevo. "Que hicieran lo que quisieran en el asiento de atrás". 

Nosotros nos reíamos por todo lo que nos decía pero no imaginábamos que fuéramos a hacer tanto caso.

El conductor apagó la luz interna del carro y subió el volumen del radio. Nosotros nos volvimos a concentrar sólo en nosotros. De pronto y como si todo se borrara, éramos solo los dos en ese asiento trasero. Mis manos no dejaron de pasar por sus tetas y su entrepierna mientras ella me metía la lengua en la boca y con sus manos me bajaba la cremallera. Una vez me saco el pene yo le agarré las tirantas de su blusa y se las bajé por los hombros hasta sacarle los brazos. Le quité el strapless que tenía. Sus tetas quedaron al aire y se las agarré con todas las ganas que le tenía. Bajé besándole el cuello hasta sus pezones y los chupe. Me volví a levantar y fue su turno. Mientras el conductor se hacía el indiferente yo podía ver como a cada rato acomodaba el retrovisor para detallarse a mi "amiga". Luego de besarnos otro rato fue ella la que bajó hasta mi pene y comenzó a chupar. Con una mano me masturbaba con su boca me lamía y chupaba la punta con una suavidad deliciosa. Luego de un par de cuadras disfrutando mi pene en su boca, se levantó y mientras yo me bajaba el pantalón ella se fue quitando el suyo. Nos acomodamos. Primero la llevé hacia el otro costado de la puerta dejándola acostada boca arriba, le levanté las piernas y se las abrí para meter mi cabeza en ellas. Su concha estaba húmeda así que mi lengua pasó suave. Su sabor como siempre incomparable. Le pase mi lengua haciendo presión en su clítoris y sus gemidos no se hicieron esperar. A medida que le iba chupando el clítoris le fuí metiendo los dedos uno a uno. 

Aprovechamos un semáforo para volver a acomodarnos, yo me senté y ella apoyándose en el asiento del copiloto que en ese momento estaba doblado completamente hacia adelante, se sentó sobre mi de frente al conductor. Comenzó a levantarse y sentarse cada vez con más fuerza mientras mi pene entraba en ella. Ella, aunque el carro era grande tenía que estar un poco doblada hacia adelante lo que permitía al conductor ver sus tetas en todo su esplendor mientras se movían. 

Basicamente ella gemia al lado del conductor. Aunque este intentaba ignorar la situación, a veces se giraba para ver el rostro de ella mientras gemía y solo podía sonreír con cara de morbo.

Después de un rato volvimos a cambiar. Ella quedó en 4 sobre el asiento trasero poniendo todo su culo de lado a mi. Así que aproveché, veía perfectamente su vagina abierta de par en par, metí mis dedos en ella mientras comencé a lamer su ano. Nunca antes me había permitido hacerlo y lo disfrutó como no se lo imaginaba. Aunque cuando sintió mi lengua la primera vez alcanzó a apretar sus nalgas, su calentura la hizo relajarse hasta dejar que mi lengua pasara una y otra y otra vez. Ya después entre gemidos acepto lo rico que sentía y no podía creer cuanto estaba disfrutando que le besara el culo. 

"Estamos a 10 minutos" dijo el conductor. Así que nos detuvimos y volvimos a acomodar. De nuevo yo sentado, pero esta vez ella se sentó frente a mí y me comenzó a cabalgar tan fuerte que el carro saltaba atrás. Yo le agarraba el culo para elevarla un poco y empujarla más al fondo. Sus gemidos eran increíbles. Aproveché que ella estaba más dispuesta para pasar mis dedos sobre su ano que estaba lubricado por mi saliva. Solo lo masajee suavemente cuando saco un grito apasionado. Se había venido y el masaje había sido el detonante. Ella se quitó de encima mío, se hizo al lado y al oído me dijo que faltaba yo. Se agacho y comenzó a chupar de nuevo mi pene con tanta intensidad que un minuto después ya estaba terminando en su boca. Esa fue la primera vez que lo hice y desde entonces no paró de hacerlo y ella de disfrutarlo.

Pota63

Soy hombre heterosexual

visitas: 1312
Categoria: Voyerismo
Fecha de Publicación: 2023-02-10 22:26:22
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