Hola a todos!

Recién entro al foro y me alegra tener donde poder compartir algunas de las experiencias que viví en el pasado, para esta historia cambiare los nombres de todos los participantes.

Esta historia transcurrió hace unos 10 años, para ese entonces tenía 24, mi novia de ese entonces, 28 (siempre me han gustado las mujeres con diferencia de edad a mí, o mucho más jóvenes, o mucho más maduras).

En ese entonces, vivía en Jamundí, ella en cali (por los lados de los alcázares), por lo que para visitarla, siempre eran unas 2 horas de viaje, pero uno tragado viaja eso y más.

Bien, mi en ese entonces pareja, llamémosla "Sara", era una mujer un poco mas alta que yo, unos 1.75 aproximadamente, de contextura gruesita, sin mucho busto, cabello corto tinturado a cobrizo, su principal atractivo eran sus caderas muy anchas, nalgas de esas gigantes que rebotan muy bonito. 

En esa edad aun no tenía conocimiento del mudo cuck y menos del stagging, pero ya había empezado a desarrollar un gusto particular, el de disfrutar que otros hombres disfrutaran con los ojos de mis mujeres, en este caso, de Sara, era imposible no mirarle el culo cuando salíamos a la calle, ella al principio era muy recatada y hasta tímida para su edad, pero después de empezar a salir con migo, le empecé a cambiar un poco el guardaropa, jeans mas ajustados, shorts blancos transparentosos, le cumplí el gustico de perforarse los pezones, a cambio de que no usara bra cuando saliéramos a cine (usando blusitas de tiritas), le cambie muchos de sus panty shorts, por tanguitas e hilitos (ya que soy fanático de los triangulitos del diablo), todo eso, por que simplemente me prendía muchísimo ver como la miraban otros hombres en la calle, de todas las edades, desde los viejos, hasta los grupos de pelaitos que parchan en centros comerciales.

Todo eso, al principio se que lo hizo más por darme gusto a mi, que por disfrutarlo, sin embargo, con el tiempo empezó a disfrutarlo tanto como yo, como por ejemplo, teníamos un "jueguito", en el que adrede dejaba que las tiritas de las tangas sobresalieran del jean un poco cuando sabíamos que alguien la estaba mirando mucho y cosas similares.

Aunque cabe aclarar, que no teníamos intenciones (aun) de invitar a otra persona a nuestros juegos, todo siempre era para terminar muy calientes, culiando en sabores o algún otro motel cercano.

Bien, luego de ese contexto inicial, paso a entrar un poco más en el relato importante...Muchas veces durante nuestra relación, Sara me acompañaba a eventos y reuniones familiares, paseos de finca, etc, en varias de esas situaciones se había topado con uno de mis tantos primos, llamémosle "Daniel", que para ese entonces tenía 14 años, el cual era mi primo favorito, porque (incluso hasta hoy) me sentía super identificado y proyectado en el en esa edad, era casi una fotocopia mia, aunque un poco más bajito y delgado (yo diría unos 1.50-55) (hoy en dia es mucho más alto que yo, pero le faltaba pegar el ultimo estirón jaja).Bien, Daniel, como buen puberto hormonado, no era indiferente de los encantos de Sara, más de una ocasión lo cache mirándola con esa hambre temerosa de un jovencito virgen e inexperto; era lo esperable, hasta que en una amanecida de finca en la vía potrerito jamundí, estábamos varios familiares riendo, tomando, comiendo asadito (típico plan valluno), durante toda la tarde, sara y yo estuvimos bastante tiempo en la piscina con varios familiares hasta que empezó a caer la noche, ya solo quedábamos algunos en la piscina, otros se habían ido a bailar al salón comunal de la finca, entre los que quedaban, estaba Daniel, con el cual nos habíamos reído toda la tarde hablando de todo y nada a la vez.Debo añadir (para fines de imaginación) que Sara estaba vistiendo un bikini normal, ni muy mostron, pero tampoco de abuelita, porque había  mucha familia y no queríamos ser groseros, sin embargo, al tener esas nalgas tan grandes, era imposible que no se metiera un poco el bañador a veces. Viendo que ya casi era hora de salir de la piscina e ir a coitear a nuestro cuarto, aproveche para poner en marcha nuestro "jueguito", le pedí que fuera por una última cerveza a la nevera, pero susurrado le sugerí que le diera un poquito de caldo de ojo a mi primito al salir, a lo que ella cómplice y sumisa como era, sonrió maliciosamente y salió por la escalerilla de la piscina, lentamente en frente de daniel.al irse, le pregunte pícaramente a mi primito:

•  Uff que culazo que tiene mi novia, no te parece?
•  Jaja, si pri, es muy bonita tu novia y me cae muy bien... (Muy rojo y apenado, tipico de la edad y de la situación en si.
• Jum mk, imagínatela en 4 o cabalgando (entre risas le dije, para ver su reacción)
• Pri, en 4 me lo puedo imaginar, pero no se que es cabalgar jaja (de nuevo, muy rojo por la situación y medio tartamudeando)
• Mk eso es cuando te sentas o te acostas y la hembrita se sienta sobre ti y empieza a brincar, como cuando te subís a un caballo.
• No pues mk,, muy de buenas vos, yo tengo novia, pero no creo que quiera culiar todavía.

Momenticos después de eso venia Sara de regreso, a lo que le dije a Daniel:

• Bueno ya viene Sara, me la voy a llevar a culiar al cuarto pri, nos vemos más tarde o ya mañana.

Sali de la piscina, le recibí la cerveza a Sara y la tome de la cintura entre risas de complicidad, me aseguré de darle una nalgada con agarrón frente a Daniel, que aún estaba en la piscina.

• Amor, despidete de dany, que ya nos vamos.
• Nos vemos... primito (mientras le picaba el ojo y le dedicaba una sonrisa pícara).

Posterior a eso nos fuimos a culiar al cuarto, estábamos re calientes de esa mini travesura. El relato es algo largo, asi que cortare por acá, procederé a narrar la segunda parte en un momento.La razón por la que quiero compartir esta experiencia, es porque quiero que muchas más personas que han tenido pensamientos similares, puedan llevarlo a cabo, con consentimiento y respeto, obviamente.