Somos nuevos en el tema swinger, poco a poco se nos fue despertando la curiosidad por experimentar nuevas formas de experimentar el placer sexual. Ya llevamos 5 años de relación y aunque nunca nos hemos cansado de hacerlo, siempre hubo la intriga por tener nuevas experiencias. Fue así como después de ver un video de una doble penetración Ana quedó con la curiosidad y pues ella temía que al expresarlo conmigo yo me iba a poner bravo. Pues poco a poco fuimos tratando el tema hasta que decidimos dar el primer paso y comencé la búsqueda del Single. Era necesario hace una buena selección, y no me refiero al miembro, sino a la personalidad; ya que se requiere de un buen caballero que sepa tener paciencia y esperar el momento oportuno.
Nos encantó conocerlo, tuvimos un primer encuentro para tomarnos unas cervezas en un bar muy hermoso que él nos propuso en Sogamoso, allí fuimos en plan de conocerlo y pues Ana muerta de nervios porque pues era la primera salida en ese plan. Duramos 15 minutos indecisos en el parqueadero si acudíamos o no, pero Ana se animó y entramos. Él nos esperaba todo elegante, buen aspecto físico y buen conversador. Nos fuimos tomando las cervezas y poco a poco Ana se fue relajando y yo comencé a besarla para ayudarle. Ya ella con más confianza entabló la conversación con él y se entendieron muy bien.
Quise ponerle un poco de picante al encuentro y le quité el panty a Ana y lo coloqué encima de la mesa y nuestro invitado se emocionó bastante, luego le dije que mirara por debajo de la mesa y comencé a masturbar a Ana para que él mirara. Ana se mojó bastante y no paré de besarla mientras lo hacía. Salimos del bar y llevamos a nuestro cómplice a un sector de la ciudad donde vivía. Quedamos en cuadrar el próximo encuentro en un motel y él dijo que le iba a llevar una lencería a Ana para que usara ese día. Al bajarse del carro le pedí que se despidiera bien de Ana y se besaron muy delicioso delante mío. Eso yo nunca lo había presenciado y no me molestó, al contrario, me dieron ganas de estar más con Ana.
Llegó el día esperado y antes de desplazarnos para el motel nos tomamos de a 3 cervezas con Ana, para ahorrarnos la etapa de los nervios, y allá estaba nuestro querido amigo esperándonos. Nos recibió con más cerveza y con una lencería para Ana, ella pasó al baño para ponérsela y luego salió a exhibirla. De una yo me emocioné y me fui quitando la ropa y le dije a Ana que le diera las gracias por el obsequio y se comenzaron a besar. Yo desnudo los invité a acostarnos en la cama dejando a Ana en la mitad y comencé a besarla y le indiqué a mi amigo que le hiciera un oral. Los dos al mismo tiempo besando todos los labios de Ana. De las experiencias más placenteras es sentir la boca de Ana con las sensaciones que venían desde abajo, los movimientos y los sonidos que hacía era maravilloso. Eso si es un beso apasionado.
Luego de la besatón le indiqué a mi amigo que se acostara para que Ana se sentara sobre él y así fue como la penetró vaginalmente y Ana me tomó la mano y me indicó que quería anal también. Me puse detrás de ella y poco a poco se le fui metiendo y ella comenzó a estremecerse de placer, pues la fantasía que siempre había tenido reprimida por fin se dio y pudo experimentar la doble penetración.
Terminado ese acto me fui al baño a limpiar un poco mi herramienta y cuando volví encontré a Ana sobre una mesa con las piernas abiertas y mi amigo de pie la estaba nuevamente penetrando. Uff, eso fue demasiado excitante verla a ella llena de placer y ahí mi amigo acabó y ella aun con las piernas abiertas me miró con deseo y me invitó a seguir y sin dudarlo comencé a penetrarla fuertemente. Así fue como terminamos ese primer encuentro y el cuál queremos repetir.
